
Una tarifa que puede hacer despegar o, por el contrario, aterrizar de golpe la competitividad del nuevo aeropuerto Jorge Chávez. Al menos así lo advierten algunos actores clave en el sector aéreo. El próximo 26 de septiembre vence el plazo fijado por Lima Airport Partners (LAP) para empezar a cobrar la Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto (TUUA) de transferencia a todos los pasajeros en conexión, tanto en vuelos nacionales como internacionales. La medida, que se suma al cobro de salida ya incluido en los boletos, ha encendido las alarmas en las aerolíneas, gremios y especialistas, que advierten un impacto directo sobre los usuarios y sobre el rol de Lima como hub aéreo de la región.
En la práctica, la TUUA de transferencia implica un cargo adicional de S/56 (nacional) y S/89 (internacional) aproximadamente en ida y vuelta. Es decir, si un pasajero viaja de Cusco a Trujillo con escala en Lima, pagará dos veces la tarifa de conexión: una en la ida y otra en el regreso. Según cálculos de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), una familia de cuatro personas terminaría pagando el equivalente a un pasaje adicional, bajo la lógica de “viajan cuatro, pagan cinco”.
“Esta TUUA, como tal, nunca se le debía haber otorgado al aeropuerto. Fue un derecho otorgado en la adenda 6 del 2013 al concesionario, cuando no estaba contemplado en el contrato original. Ositrán ya hizo un cálculo de estimación de futuros ingresos para el aeropuerto en más de US$ 180 millones, entre 2025 y 2030, pero no hizo la tarea respecto a la revisión del equilibrio económico financiero y la concesión, para hacer un rebalanceo de las tarifas”, afirma Carlos Gutiérrez, gerente general de AETAI, en diálogo con Gestión.
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Postergación en la mira
Si bien LAP tiene el derecho contractual de cobrar la TUUA desde el 1 de junio, cuando entró en operación el nuevo terminal, el concesionario decidió aplazar su entrada en vigor hasta fines de septiembre. Sin embargo, no se llegó a buen puerto con aerolíneas y la ventana técnica para hacerlo ya expiró.
“Para incluir la tarifa (TUUA) en los sistemas globales de distribución (GDS) se necesitan al menos 126 días desde que se alcanza un acuerdo, y ya estamos fuera de ese plazo. Técnicamente es inviable. Si LAP insiste en cobrar el 26 de septiembre, no tendrá otra opción que instalar cabinas físicas de pago en el aeropuerto, con lo que eso implica: largas colas, riesgo de pérdida de conexiones y molestias para el pasajero”, advierte Gutiérrez.
En ese escenario, la posibilidad de una nueva prórroga se mantiene abierta. “Una postergación sería la alternativa, mientras se renegocia la pertinencia de esta TUUA. No tiene ni pie ni cabeza y solo afecta a los pasajeros”, enfatiza el representante de AETAI.
Retroceso operativo
El riesgo de volver a los tiempos de las colas manuales en los aeropuertos es una de las principales preocupaciones. Según la información oficial, si el cobro no se integra al pasaje, los viajeros tendrían que pagar en módulos o kioscos antes de embarcarse en su vuelo de conexión.
“El sistema de cobro a través de módulos recuerda a las prácticas de los años 80, cuando los pasajeros debían hacer filas para pagar tarifas manualmente. Se trata de un retroceso operativo frente a los estándares internacionales actuales”, se señala en un pronunciamiento difundido por los gremios del sector.
En junio, Ositrán estableció tarifas provisionales de US$6.79 para vuelos nacionales y US$10.74 para internacionales (sin IGV). Sin embargo, el organismo ha sido cuestionado porque no realizó una evaluación integral de los efectos de la medida. Según acusa Gutiérrez, el regulador aprobó el cobro sin revisar el equilibrio económico-financiero de la concesión, pese a que esa verificación había sido recomendada tanto por el MTC como por la Contraloría. “Ositrán no hizo el rebalanceo de cifras, no hizo la tarea”, menciona.
Ositrán ya había resaltado que no era parte del contrato y solo participó brindando opiniones no vinculantes. Respecto de la Adenda N° 6 del año 2013, advirtió que inicialmente su opinión fue desfavorable respecto a la fijación de la TUUA de Transferencia por considerar que no podía significar el mismo monto pagado por la TUUA nacional o internacional, sino que debía distinguirse el menor número de servicios utilizados por los pasajeros en transferencia, aspecto que fue corregido en la versión final de dicha adenda.

Impacto en la competitividad
Más allá del costo para el pasajero, el efecto más grave sería sobre la posición de Lima como hub aéreo regional. Mientras que en Bogotá y Panamá —sus principales competidores— no se cobra TUUA de transferencia, el Jorge Chávez introduciría un sobrecosto que podría desviar rutas hacia otros aeropuertos.
“Hoy, destinos secundarios como Montevideo, Salta o Mendoza se justifican porque se venden junto a toda la red de conexiones en Lima. Pero si introduces un sobrecosto adicional por conexión, ese mismo vuelo podría migrar hacia Bogotá o Panamá sin problema. Estamos disparándonos a los pies”, explica el gerente de AETAI.
La comparación con Panamá es reveladora: mediante un proyecto de ley, allí se intentó imponer una tasa de US$ 10 a los pasajeros en conexión, pero fue el propio concesionario del aeropuerto quien la rechazó. “¿Quién se opuso? El concesionario del aeropuerto. Lo que es curiosísimo, porque acá estamos al revés”, critica Gutiérrez.
Contradicciones en política pública
El impacto no se limita a los vuelos. El Mincetur promueve el programa Stop Over, que busca incentivar que los pasajeros en conexión se queden unos días en Lima o en otra ciudad del país, con descuentos y beneficios turísticos. No obstante, el cobro de la TUUA de transferencia va en sentido contrario: encarece la escala y desincentiva que los viajeros salgan del aeropuerto, señala.
Gutiérrez califica la situación como una “contradicción de política pública”, pues, por un lado, se promueve que el pasajero explore el país durante su escala; pero, por otro, se le impone un sobrecosto que lo desincentiva. “Entre esos incentivos está que el pasajero puede salir y reingresar al aeropuerto sin costo. No paga ninguna TUUA, y menos aún la de salida, que resulta más cara”, concluye el representante gremial.
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¿Qué sigue?
La discusión ahora se centra en dos caminos: que LAP postergue nuevamente el cobro hasta alcanzar un acuerdo viable, o que insista en aplicarlo desde el 26 de septiembre mediante cabinas físicas. En paralelo, AETAI y la IATA exigen al MTC revisar de fondo la legalidad de la TUUA y al regulador Ositrán cumplir con su rol de garante del equilibrio económico.
“El mensaje que deja todo este problema es que se requiere una revisión integral del derecho otorgado en 2013 al concesionario, algo que nunca debió haber sucedido. Está en manos del MTC corregir la situación mediante una actualización del equilibrio económico-financiero de la concesión. Mucha ciencia no hay detrás de eso”, sentencia Gutiérrez.
¿Qué dijo LAP sobre el cobro del TUUA?
Lima Airport Partners(LAP) sostuvo que el cobro de la TUUA de transferencia internacional en el aeropuerto Jorge Chávez, se encuentra previsto en el Contrato de Concesión a través de la Adenda 6 suscrita en el 2013. Esta tarifa está contemplada con la puesta en operación del nuevo Terminal y es exclusiva para pasajeros en conexión, quienes también hacen uso de la infraestructura y servicios del aeropuerto, señaló a través de un comunicado.
Indicó que dicha tarifa no significa un cobro doble, tras precisar que solo aplica a pasajeros en conexión internacional, que lleguen a Lima en un vuelo internacional y que prosigan su viaje a otro destino internacional. “En esta primera fase no se realizará el cobro a conexiones nacionales. Es decir, un pasajero en que viaje por el Perú, Piura – Lima – Cusco, no va a pagar esta tarifa", apuntó.
“Del total recaudado, solo el 43% se queda con LAP. El 57% restante se transfiere al Estado peruano, quien a través de un fideicomiso, financia el desarrollo de otros aeropuertos del país”, añadió LAP.
Poco después, LAP emitió un segundo comunicado, en el que corrigió las cifras iniciales y señaló que de “del total de la TUUA de transferencia internacional (US$ 12.67), solo el 44.5% se queda en Lima Airport Partners, para pagar las inversiones, operar y dar mantenimiento a la infraestructura que usa el pasajero en transferencia”.
Agregó que “el 55.5% restante se transfiere al Estado peruano; en IGV (18%), OSITRAN (1%) y como Retribución (46.511%) éste último se transfiere a un fideicomiso para financiar el desarrollo de otros aeropuertos del país”.
En el primer comunicado indicó que el inicio del cobro de esta tarifa se definirá en las próximas semanas. “Queremos aclarar que el cobro no comenzará el 26 de septiembre. Venimos conversando con las aerolíneas para que puedan incluirla en su boleto de viaje, tal como se realiza con los vuelos desde Lima”, expresó.
Refirió que como industria, esta sería la mejor opción para no afectar la experiencia del pasajero. Sin embargo dijo que si no se lograra incluir el cobro en los boletos, LAP implementará una plataforma de pago online y módulos físicos para que los pasajeros puedan realizar la transacción.
En el segundo comunicado omitió que “el cobro no comenzará el 26 de septiembre”.
LAP subrayó que de no incluir esta tarifa en el boleto de viaje podría impactar el nivel de servicio y crear colas innecesarias en el flujo del aeropuerto.
Finalmente dijo que la tarifa provisional aprobada por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) es de US$ 12.67 (incluido IGV) y estará vigente hasta que, culminado el proceso regulatorio correspondiente, se apruebe la tarifa definitiva.