La “inestabilidad política” en Perú, acentuada por los efectos pandémicos sobre la economía nacional, hace creer a Standard and Poor’s (S&P) Global Ratings que los inversores se mantendrán “más cautelosos” en el corto plazo, lo que contribuirá a un crecimiento más lento del PBI de 3.5% en el 2022.
Sin embargo, la agencia de calificación crediticia elevó su proyección de crecimiento económico del país a 11% este año, “principalmente explicado por un gran repunte de la caída del 11% del PBI en el 2020”.
A fines del año pasado, cuando S&P mantuvo la calificación crediticia del Perú, la agencia preveía una recuperación importante en los siguientes años, con un crecimiento de 10% en el 2021 y 5.3% en el 2022.
Las últimas proyecciones fueron recogidas de la más reciente ‘Evaluación de Riesgo País de la Industria Bancaria’, publicada ayer por S&P Global Ratings.
En el informe, S&P prevé que el crédito en el sector se expanda a un nivel bajo de un solo dígito en los próximos dos años y que la calidad de los activos se debilite en el 2021 “debido a la gran economía informal y los bajos niveles de ingresos cuando se levanten las moratorias de préstamos y los paquetes de apoyo, y comience a recuperarse en el 2022”.
La agencia clasifica al sector bancario en Perú en el grupo ‘5’ de su metodología de Evaluación de Riesgo País de la Industria Bancaria (BICRA, por sus siglas en inglés). Otros países en este grupo incluyen Italia, México, Filipinas, Hungría, Islandia, Panamá y Bermudas.
“Nuestros criterios bancarios utilizan nuestros puntajes de riesgo económico y de la industria de BICRA para determinar el ancla de un banco, el punto de partida para asignar una calificación crediticia de emisor. El ancla para los bancos que operan solo en Perú es ‘bbb-’”, explicó.
Además, dijo que el riesgo económico del Perú refleja su bajo PBI per cápita (alrededor de US$ 6,000) y su exposición relativamente alta a sectores cíclicos como las pymes y los microcréditos.
El riesgo de la industria para los bancos que operan en Perú se beneficia de un marco regulatorio sólido, con amplia cobertura de supervisión y fiscalización periódica basada en riesgos bajo un regulador altamente profesional. “Tanto el Banco Central de Reserva (BCR) como la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), que regula los bancos y las compañías de seguros, son muy activos”, anotó.
Asimismo, Perú ha implementado estándares de Basilea III adaptados al sistema financiero nacional. Los bancos peruanos han disfrutado de fuerte rentabilidad, aunque se ha debilitado durante la pandemia, “pero esperamos una recuperación gradual”, señaló en el informe.
“También creemos que el sistema financiero del país tiene métricas de capital saludables y una combinación de financiamiento diversificada con una proporción significativa de depósitos de clientes leales, así como un fuerte apoyo del gobierno para proporcionar liquidez si es necesario”, agrega la agencia.
Por último, S&P dijo no esperar que la reciente ley sobre límites máximos a las tasas de interés afecte significativamente la rentabilidad de los bancos, “pero medidas adicionales como esta podrían debilitar la dinámica competitiva del sistema”, concluyó.
El 23 de noviembre pasado, Standard and Poor’s mantuvo la calificación crediticia del Perú para su deuda en moneda extranjera de largo plazo con BBB+ y para moneda nacional con A- y con perspectiva estable.