En agosto último, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dio a conocer que la economía peruana crecería 4.8% en el 2022, tras un rebote de 13% en el 2021, considerando así que se estaría retornando a los niveles prepademia. No obstante, dicha proyección, ni ningún otro indicador para el próximo año, volvió a ser citado en la última conferencia que brindó su titular, Pedro Francke, en la víspera (jueves).
Aunque no es una obligación, porque oficialmente el MEF actualiza sus estimaciones en abril y agosto a través del Marco Macroeconómico Multianual (MMM), “sí era una práctica recurrente cerrar diciembre citando sus estimaciones del próximo año, por lo que de alguna manera sí sorprende que no se haya hecho”, opinó el exministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne.
Y es que la proyección oficial del PBI para el 2022 de 4.8%, anunciada en agosto, es alta considerando que el Banco Central de Reserva (BCR) redujo en setiembre su estimado de crecimiento de 4.5% a 3.4% para el próximo año.
Lo mismo hicieron otros analistas. “Me da la impresión de que si el MEF hubiera cambiado la cifra, eso lo hubiera obligado a recortar el presupuesto público del 2022. Que no lo haya citado significaría cambios”, anotó Thorne.
Por lo pronto, Francke declaró en su conferencia que “aún estamos evaluando y revisando nuestras estimaciones, no planteamos proyecciones para el próximo año de ningún indicador, pero pensamos que podría haber una evolución positiva (sobre la inversión privada)”.
¿Escenario claro?
“La importancia de tener un escenario y señalar qué se está considerando sirve puntualmente para que las empresas estén atentas de cuán lejos o cerca están de esa línea, ayudaría a que la inversión sea más predecible y también a la evolución del empleo. Ahora estamos caminando ciegamente al primer trimestre del año”, dijo el economista Juan Carlos Odar.
Francke mencionó durante su presentación que el panorama internacional es complejo. “La proyección principal es que estamos en un fenómeno de inflación temporal, un escenario bastante movido con fletes caros, un escenario pospandemia y nueva variante ómicron. Hay que estar permanentemente revisando las cifras”, indicó.
El ministro agregó que, a nivel local, la inversión dependería de un “buen discurso a la inversión pública y privada, y (con) buen manejo macroeconómico, tendremos buen crecimiento el 2022″.
Para Odar, sin embargo, debió darse mejores luces respecto a si el escenario base considera un buen precio de los commodities -como el cobre-, qué se espera de la economía china, entre otros. “Mientras el BCR ya tiene una expectativa negativa de la inversión minera para el 2023; el MEF cierra con un balance del 2021 sin hacer más comentarios de lo que se viene en adelante”.
“Llama la atención que se haya comparado solo cifras del 2020 y 2021 pues básicamente la comparación será mejor considerando el bajón del año pasado, y también la falta de contexto”, acotó.
Empleo
Después de la salud, el COVID-19 golpeó el bolsillo de las personas. En Perú el empleo formal se desaceleró y solo con la reactivación económica pudo avanzar; sin embargo, al cierre del 2021 aún no llega a los niveles prepandemia, mientras el empleo informal o subempleo es el que más crece.
“Si bien se menciona potenciar la inversión pública y privada para generar empleo hay que tener en cuanta que la inversión privada, que es la que más trabajo genera, crece solo si la inversión pública crece cuatro veces más”, refirió Odar.