Ha pasado más de un año desde que el Perú padece una de las sequías más prolongadas y severas de los últimos 50 años. Si bien en este mes se esperara el inicio de la temporada de lluvias, los pronósticos apuntan a que más bien podría ocurrir lo contrario.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) recuerda que, hasta antes del 2022, en el periodo 1981-2018 se identificaron 10 episodios de sequías severas con intensidades de moderada a extremadamente seco. De hecho, la sequía de 1992, indica, fue hasta ese entonces la más severa y afectó 16 departamentos del Perú.
El año pasado, la sequía se inició en setiembre, y se atribuyó a la ocurrencia del fenómeno La Niña, pero se mantuvo en los meses siguientes, esta vez como consecuencia de la ocurrencia del fenómeno El Niño costero.
Ahora, en los últimos reportes del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), se prevé cada vez más probabilidades de que El Niño global, que se dejaría sentir en el Perú en el próximo verano, sea de magnitud fuerte.
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De hecho, su último comunicado se muestra un 42% de probabilidad que ocurra un fenómeno de El Niño costero (región 1+2) fuerte, y un 41% moderado. Además, un 62% de probabilidad de un fenómeno de El Niño en el Pacífico central (región 3.4) fuerte, y un 31% moderado.
Si bien El Niño es más conocido por las lluvias intensas sobre niveles históricos en el norte y centro del país, y los consiguientes huaicos y desbordes, también origina sequías en el sur del territorio.
Sequía se prolongará
Según el Sistema de Monitoreo y Pronóstico de Sequías Hidrológicas (OASIS) del Senamhi, el estrés hídrico (sequía) que se registra hasta este mes no solo se mantendría, sino que se podría extender a más regiones en los meses siguientes, y se prolongaría al menos hasta febrero de 2024.
Un reporte de OASIS detalla que en noviembre los pronósticos de sequía con probabilidades medias, entre 60% a 80%, y altas, de 80% a 100%, se concentran en los ríos de las regiones de Puno, Cusco, Huancavelica, Ucayali, Piura, Tumbes, Lambayeque y la zona sur y oriente de la región Loreto.
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Escalará cada vez a más regiones
Para diciembre próximo, las probabilidades medias y altas no solo se mantienen en las regiones mencionadas, sino se extenderían a más ríos de Piura y Tumbes, pero también de Apurímac, y ahora Moquegua.
Para enero del 2024, el pronóstico es que en la región Loreto disminuye la probabilidad a un nivel medio, así como en el norte de la región Puno, pero se mantiene en el sur de ese departamento, y además, escala a la región Arequipa, cubre gran parte de Apurímac, así como escala a ríos de la región Ica y Ancash.
Para febrero del próximo año, se mantiene el panorama antes mencionado en las distintas regiones, pero abarca ahora a Tacna, extendiéndose así a la mayor parte de la franja costera y el sur andino del país (ver gráfico).
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Sin plan hídrico
Pese a ese escenario sombrío, y de que la actual sequía cumple ya un año, no solo faltan obras de prevención, sino que tampoco se ha elaborado un plan de prevención hídrico a nivel nacional para paliar los efectos de la falta de agua para el sector agrícola.
Ante la Comisión Agraria del Congreso de la República, la ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Jennifer Contreras, reconoció que no hay plan de afianzamiento hídrico para enfrentar la sequía, más allá de algunas medidas de apoyo que dará su sector a los agricultores afectados.
El afianzamiento hídrico comprende la estabilización de la cuenca mediante zanjas, construcción de presas, forestación, entre otras infraestructuras que sirven para almacenar agua en época de lluvias y utilizarla en época de estiaje o escasez de lluvias.
Busca ayuda en el exterior
La ministra refirió que estaba contactando con diversos países desarrollados, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial (BM), para evaluar qué medidas han aplicado (o recomiendan) para enfrentar la sequía.
Además, indicó que coordinaba con gobiernos regionales y locales, para elaborar el mencionado plan de afianzamiento hídrico, el cual abarcaría el periodo 2024 al 2030.
Ese plan, indicó, comprendería la instalación de 56 pozos, 73 proyectos de riego tecnificado, 150 cochas y zanjas de infiltración, cinco presas, 50 proyectos de infraestructura hidráulica, lo que demandaría una inversión de S/490 millones, para (el abastecimiento de agua para) 17,463 hectáreas.
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Productores preocupados
El presidente de La Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), Anaximandro Rojas, indicó que ya la sequía ha disminuido un 20% las áreas de cultivo, y refirió que temen que El Niño global, vaya a seguir impactando al sector agrario y a reducir aún más la producción y provisión de alimentos.
Eso, añadió, propiciaría también incrementos en los precios de productos, como la papa yungay podría llegar a costar hasta S/4.00 el kilogramo, pero además, llevaría a agudizar la pobreza rural.
Reclamó que, pese a esta situación, el Gobierno peruano no está viendo al sector agrario como una actividad estratégica, aún cuando el 51% del país enfrenta ya la inseguridad alimentaria, de acuerdo con datos de la FAO.
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.