Perú cerró noviembre con una secuencia de eventos sísmicos. El principal, el terremoto ocurrido en Amazonas que deja, a la fecha, 12 heridos y un fallecido. Adicional a ello, se contabilizan 223 casas destruidas, 772 inhabitables y 1,597 afectadas. En suma, más de 13,000 personas sin casa. La región, junto con la zona oriente del país, además de Ayacucho y Huancavelica, prácticamente no tienen viviendas aseguradas contra siniestros o eventos sísmicos.
Las regiones de La Libertad, Arequipa y Lima son las que tienen el mayor número de viviendas aseguradas, pero aún así, son cifras poco alentadoras para un país donde se registran en promedio 280 sismos al año, señaló el gerente legal de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), Eduardo Chávez de Piérola.
De acuerdo a cifras de Apeseg, de los ocho millones de viviendas que existen, solo 300,000 tienen cobertura de un seguro de vivienda -que protege contra sismos, incendios y también inundaciones-. La cifra se ha mantenido invariable desde hace más de diez años.
De ese total, el 80% lo adquirió por estar vinculado a un crédito hipotecario, pues el banco o la financiera obliga a comprar el seguro. Pero una vez terminado de pagar el crédito, solo el 20% se mantiene afiliado. El resto no sigue “porque prioriza sus gastos mensuales en otros temas, como alimentación, vestido y salud. Un seguro no está dentro de sus prioridades”, explicó Chávez.
“Los episodios como un terremoto tienden a disparar la preocupación por asegurar la vivienda, seguramente habrá un repunte de la demanda en los próximos días pero la permanencia dependerá de los presupuestos de la gente. Históricamente no pasamos del 3% de viviendas aseguradas”, remarcó.
¿Pocos atractivos?
Para Chávez, el principal mito en torno a los seguros de vivienda es que se perciben como caros. No obstante, asegura que el mercado -integrado por siete compañías aseguradoras- ofrece el producto a una prima anual de entre US$ 200 y US$ 300, con la posibilidad de fraccionarlo en 12 cuotas cercanas a los US$ 20 siempre que el pago se realice vía cargo de tarjeta de débito o crédito. De lo contrario, se podría pagar alguna comisión adicional.
El asegurado deberá tener en cuenta que el seguro cubrirá la reconstrucción de la infraestructura (se debe considerar también una deducción de entre el 5% y 10% que será asumido por el propietario del inmueble), pero no la reposición de los muebles u otros bienes que hayan estado en la vivienda. Para esto último hay otra cobertura, el seguro de contenido.
“Otra razón por la que el mercado no despega es porque no existe una educación financiera, pero también hay otra razón, que ya depende de las compañías aseguradoras, y es que necesitamos potenciar nuestros canales con nuevos patrocinadores, como las cajas municipales, para lograr una mayor escala de aseguramiento”, explicó Chávez.
No obstante, hay un factor, incluso más importante, que limita este mercado: el 80% de las viviendas en el país son autoconstruidas -no cumplen normas técnicas de construcción, no tienen planos ni licencias- por lo que no calificarían ante una aseguradora.
“La tasa de crecimiento poblacional en el país es de 1.6% anual por eso el número de viviendas crece pero debido a la desigualdad, no todos construyen bajo estándares, porque hacerlo cuesta seis veces más respecto a la autoconstrucción”, explicó Héctor Aroquipa, gerente de Formación Profesional del Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico).
Mencionó que Tacna, Lima, Trujillo y Piura así como Junín, son las regiones más expuestas a un evento sísmico que podría dejar al 80% de su población sin hogar. En esa línea, señaló que se requiere capacitar de forma masiva a los trabajadores de la construcción de barrios en conocimientos básicos sobre normas técnicas para construir y reforzar las viviendas. A ello -exhortó- la colaboración de la empresa privada para masificar dichas capacitaciones.
Precisiones
- Condominios: Apeseg recomendó que sea la junta de propietarios la que contrate el seguro para todo el bloque de viviendas. “Al haber mayor volumen de asegurados el costo del seguro es más barato”. De lo contrario, se puede adquirir el seguro individualmente y, de ocurrir un siniestro, la aseguradora emite un cheque con el valor comercial de la vivienda individual.
- Seguro de contenido: Es aquel que cubre muebles, utensilios y hasta joyería, no obstante, la tasa que se cobra es mucho mayor y va desde 8%. Asimismo, según cada aseguradora, hay límites respecto al valor de cada objeto que se quiera asegurar.