Tras el impacto de el ciclón Yaku y El Niño costero, se acerca otra anomalía climática: El Niño global, lo que puede llevar al Perú a una dura etapa conforme avance el año. En este contexto, Sedapal, la empresa prestadora de servicios de saneamiento (EPS) de Lima, jugará un rol fundamental para medir el golpe.
Héctor Piscoya, presidente de su directorio, asegura a Gestión que están listos para enfrentarlo. Sin embargo, advierte que si bien tienen todos los proyectos necesarios para cubrir su jurisdicción planificados al 2040, no hay fondos que los hagan realidad.
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-¿Cuáles son las inversiones previstas por Sedapal? ¿Qué proyectos claves tienen? ¿A cuánto asciende el monto de inversión?
Este año tenemos S/ 928.3 millones programados. A la fecha hemos ejecutado S/ 662.3 millones. Es un 71.3% de avance. Tenemos un marco regulatorio para inversiones. El próximo año será complicado para Sedapal porque tenemos, por ejemplo, proyectos viables para ejecutar por S/1,627 millones, pero no tenemos el presupuesto aún.
-¿Por qué no tienen todavía los recursos?
Los requerimientos de agua y desagüe en el país son muy grandes, sobre todo en Lima. La tarifa no permite cubrir todos esos gastos.
-¿Con eso quiere decir que sería necesario aumentarla? Entiendo que su nuevo estudio tarifario se aprobó el año pasado.
Diría que no hay que pensar solo en la tarifa, no somos una empresa privada que busca la rentabilidad, sino el valor público: que las familias cuenten con agua y desagüe. Si lo fuésemos buscaríamos solo a los mejores clientes”. Tampoco cobramos según sube la inflación.
-Entonces, ¿qué esquema se puede usar?
Hay necesidad de invertir, por ejemplo, en tuberías que tienen más de 70 años de antigüedad, pero la tarifa no alcanza. La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) se contradice porque me da S/1,800 millones para cinco años, pero solo un colector cuesta S/ 800 millones. En otros países hay tarifas diferenciadas. Si consumes más, pagas más. No es posible que alguien en San Borja pague lo mismo por agua que alguien que vive en Puente Piedra.
-¿Cómo es posible tener tuberías tan antiguas?
La vida útil debería ser de 20 años. En los últimos 50 años Sedapal solo ha hecho mantenimiento al 1% de sus redes, en el mejor de los casos. Para cambiar todo van a pasar 100 años. Es para lo que alcanza la tarifa, los gobiernos no lo han entendido. La gente puede pensar que pagando el recibo a tiempo alcanzará para cambiar las redes, pero no. En algunos proyectos recién empezamos a cobrar luego de 7 años, es el caso de Nueva Rinconada.
Se rompen en todo el mundo porque han sido colocadas en lugares donde no había mucho tráfico vehicular antes. El escenario ha cambiado: donde antes habían casas, ahora hay edificios de 27 pisos. Se necesita una inversión fuera de la tarifa en Sedapal. No da para todo.
-El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) dice que anualmente suelen ejecutar S/ 730 millones, ¿cómo van este año?
Lo pasaremos. Llegaremos a S/ 1,180 millones. Tenemos una obra de S/1,200 millones en ejecución que es Nueva Rinconada. Estará lista en dos años más si todo va bien. Hasta ahora es así: supera lo programado, está al 40%.
-¿De qué depende?
De varios factores. Uno es el estudio definitivo hecho por Sedapal en anteriores gestiones. Pero varios estuvieron mal hechos. Hay observaciones por subsanar que aumentan los plazos y gastos.
-¿Qué ocurre?
Lo que ocurre es que se pide a Sedapal que coloque muros de protección para las casas, aparte de las tuberías. Nuestra experiencia no es esa. Los muros encarecen los proyectos y en algunos lugares es inviable. Eso ya no volverá a pasar.
Ahora trabajamos los expedientes técnicos usando la metodología Building Information Modeling (BIM). Permite desarrollar los estudios de manera virtual antes de ejecutarlo, usa inteligencia artificial con modelos 3D. Así los ejecutores ven el diseño completo para identificar posibles tuberías mal dimensionadas.
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Coberturas
-El MVCS señala que su cobertura de agua potable es de 92.2% y 91.5% en alcantarillado, ¿es posible cerrar la brecha?
En Perú nunca vamos a llegar (al 100%) porque cuando vamos a un asentamiento humano, se instala redes o se lleva agua y desague, automáticamente en otras zonas se instalan otros asentamientos humanos. Nuestro déficit en saneamiento es cerca de 800 mil personas, pero crece porque los municipios no ponen orden. Si supiéramos que no habrán más invasiones, podríamos estimar en qué tiempo llegar a las personas que faltan.
-¿Dónde ocurren estas invasiones?
En zonas como Puente Piedra, Comas, San Martín, Cieneguilla y Manchay. Hay proyectos enormes que saldrán de ahí. Algunos gobiernos previos prometieron 100% de cobertura, pero eso es imposible sin plata. De la tarifa, un 40% es para obras y gastos generales. No se puede hacer un mantenimiento al 10% de redes anual. Tendríamos que romper todo y no habría tráfico.
-Entonces, ¿no se pueden proyectar?
Llegar a un 95% ya sería una maravilla. Estamos cerca, pero no tenemos fuentes de agua hace tiempo. Además han llegado al Perú hermanos extranjeros, cerca de 1 millón. Eso no lo planificó nadie. Si en Lima todos ahorráramos un litro diario, tendríamos 10 millones de metros cúbicos (m3) de agua en reserva. Hay una mala concepción de que una tarifa de S/ 70 mensuales cubrirá obras, mantenimiento y reparación.
-¿Ocurre lo mismo con la continuidad de su servicio? El MVCS dice que es de 21.7 horas por día.
No aumentará, ya llegamos al máximo. Tenemos 13 obras en ejecución y el Programa Agua Segura para Lima y Callao (PASLC) tiene cerca de 40. Son nuevos proyectos que necesitarán recursos hídricos, pero del mismo vaso. En términos simples, te doy agua sobre la base de lo que tengo. No podemos hacer nuevos proyectos sin obras de cabecera, por ejemplo.
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El Niño y el futuro
-El mismo MVCS advierte que Lima vive bajo estrés hídrico y que más de 1.8 millones de habitantes podrían quedarse sin agua para el 2040. ¿Qué se puede hacer para evitarlo?
Para asegurar el agua hasta ese año se requieren inversiones de S/ 51,222.12 millones. Con eso Lima tendría agua al 100%. Nosotros cobramos más o menos S/ 2 mil anuales. Tendrían que pasar 25 años para recién empezar a recuperar el dinero.
-Si es así, ¿el agua en Lima está garantizada durante la etapa más dura de El Niño?
Con El Niño costero y el ciclón Yaku no nos dieron un sol adicional y nos mantuvimos. Reclaman planificación, pero Sunass no nos dio más. Tenemos S/ 100 millones para gestión de riesgos y desastres. Estamos al 75% de ejecución. Estaremos preparados a fines de setiembre.
-¿Hay reservas suficientes en caso no sea suficiente esa ejecución preventiva?
No faltará agua en Lima siempre y cuando la gente la cuide. Este es el año que menos agua hemos captado por ausencia de lluvias en cuencas altas. A julio tenemos 190 millones de m3 en reservas. La Represa Huascacocha aporta 25 millones más. Son manejables si cuidamos el agua, pero hay días con altas temperaturas donde la gente consume como si fuese verano. Tomaremos medidas como bajar la presión cuando la mayoría duerme, a medianoche y las cuatro de la madrugada. A los caños llegarán choros para guardar el agua.
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Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.