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Después que en sus recientes presentaciones en el Congreso de la República, y también durante la última edición de CADE, el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, pusiera sobre la mesa la necesidad de aprovechar el potencial del sector forestal, los números sobre su aporte a la actividad económica nacional así lo confirman.
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Y es que con una contribución de apenas 0.8% al Producto Bruto Interno (PBI), pero con mucho más hectáreas de bosques que Chile, resulta evidente -como dice el titular del MEF- que las exportaciones peruanas de madera no solo están por debajo de su potencial, sino que también hace falta un trabajo conjunto para que la actividad forestal pueda despegar.
Por ello, en el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) consideran que se necesita implementar varias mejoras para aprovechar el potencial del sector forestal en el país.
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¿De qué manera? “Empezando por fortalecer la zonificación y ordenamiento forestal para incrementar la economía formal, la oferta de derechos de área de aprovechamiento forestal maderable y no maderable de manera sostenible y, de esta manera, contribuir con la lucha contra la tala ilegal y la deforestación”, afirma Lucetty Ullilen, jefa del Osinfor.
Pero, también será necesario -asegura- fortalecer la cadena productiva forestal para que los usuarios del bosque puedan obtener el respaldo del origen legal de sus productos. De esta manera, no solo “podrán demostrar el uso de buenas prácticas en el manejo de los bosques, también podrán fortalecer su confiabilidad para ampliar sus oportunidades en el mercado al mostrar la trazabilidad de su producto y lograr mayores volúmenes de exportación”.
Según Ullilen, estas acciones abonarían en favor de la competitividad del sector forestal que necesita mejorar la articulación de las instituciones públicas y privadas involucradas en la gestión integral del bosque para generar más ventajas competitivas.
Potencial a la vista
Como parte de esas ventajas competitivas, la plataforma digital del Sistema de Información Gerencial del Osinfor (SIGOsfc) -que brinda información pública sobre el mercado- da cuenta del potencial maderable de regiones como Amazonas, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Junín y Ucayali.
En el caso de Ucayali, el SIGOsfc revela que esta región posee 4.3 millones de metros cúbicos (m³) autorizados de árboles maderables y de los 527 títulos habilitantes otorgados por el Estado a titulares de la región que cumplen con la normativa forestal, 235 corresponden a concesiones maderables, una de las cifras más altas entre todas las regiones amazónicas.
Mientras que el volumen actualizado de bosques aprobados por región también es liderado por Ucayali con 8.03 millones de m³ en el periodo 2015-2020. Le siguen Loreto con 7.91 millones de m³ y Madre de Dios con 6.28 millones. En tanto que San Martín (286,709.06), Pasco (149,707.33) y Amazonas (118,988.98) completan la lista que supera los 22.79 millones de m³.
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Aporte en crecimiento
Sobre el aporte de la actividad forestal a la economía nacional, si bien su contribución se calcula hoy en 0.8% al PBI, en Osinfor aseguran que debido a que el bosque no solo corresponde a las actividades de caza y silvicultura (extracción de madera), y que está compuesto por otras actividades directamente relacionadas como la fabricación de productos de madera; aserraderos, acepilladura y hojas de madera; fabricación de pulpa, papel y cartón; fabricación de productos de papel y cartón; y fabricación de muebles de madera y mimbre, su contribución podría ser mayor.
En ese sentido, las estimaciones realizadas por el INEI sobre el aporte del bosque al PBI, registra que para el año 2019 la contribución de la silvicultura al PBI fue de 0.15%, y que, para ese mismo año, la contribución del bosque (incluyendo las actividades directamente relacionadas) fue de S/ 7,909 millones, lo que representa el 1.04% del PBI.
Para aprovechar todo ese potencial, Ullilen considera necesario “poner en valor las áreas de bosque que fueron revertidas al Estado por causales de caducidad (incumplimiento a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre), a fin de evitar que en los territorios que perdieron su derecho de aprovechamiento (custodio) se desarrollen actividades ilícitas y de deforestación”.
Y, debido a que los gobiernos regionales, a través de las Gerencias Forestales y de Fauna Silvestre son las encargadas -de acuerdo con la Ley N° 29763- de aprobar los planes de manejo de los bosques, “la cantidad de planes aprobados dependerá de la capacidad operativa y de la disponibilidad de los recursos financieros que son asignados en sus presupuestos anuales”, por lo que también habría que poner especial atención en dicha capacidad para que los recursos forestales, “que constituyen una fuente de oportunidades”, se puedan aprovechar como tal.
