El desempeño del sector automotriz en el 2021 ha sido bueno respecto al 2019 y 2020 en el Perú, contrario a lo que se pensaba a inicios del periodo; sin embargo, en el 2022 hay factores locales e internacionales que podrían hacer que las ventas caigan en 2% con respecto al año, previo, señaló el gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Alberto Morisaki.
En el 2021 el sector automotriz superó sus niveles prepandemia (pasando de 152 mil unidades vendidas en el 2019 a 158 mil en el 2021); esto explicado, por el lado de la demanda, debido a la inyección de liquidez (por el retiro de fondos de las AFP y ahorros de las cuentas de CTS) y ahorro generado (principalmente en el 2020) por las familias.
También se explica por la reactivación de sectores como el minero (compran vehículos Pick Up) y la necesidad de vehículos para evitar el transporte público o como medio de trabajo (más demanda de servicios delivery y taxis por aplicativo).
Por el lado de la oferta, las mejores promociones, opciones de financiamiento atractivas y el ingreso de nuevos modelos SUV a precios competitivos también contribuyeron al buen desempeño del sector.
“Factores de oferta y demanda han jugado a favor. Sin embargo, la incertidumbre política, sin duda, ha evitado que la compra de vehículos se gatille aún más debido a su correlación con el tipo de cambio (que encarece a las importaciones). Aún así, el desempeño ha sido bueno”, manifestó.
Morisaki señaló que, para el 2022, se encuentran ciertas “nubes grises” que hacen que su proyección actual tenga incluso un sesgo hacia la baja (o con una caída en las ventas más acentuada).
Costo de contenedores
A lo largo del año ha habido un aumento importante en los costos de los contenedores, y no se sabe si bajarán en el 2022, siendo este un factor relevante para el régimen de precios del sector, los presionaría al alza, explicó.
“Para un tamaño de 40 pies, los contenedores pasaron de costar alrededor de US$ 2,000 a más US$ 10,000. Si bien hay un tema circunstancial debido a la progresiva reapertura de la economía mundial, también hay temas estructurales vinculados a la falta de infraestructura portuaria. Es posible que este tema se mantenga en el 2022 afectando al sector”, indicó.
Desabastecimiento de vehículos
Según Morisaki, para el 2022 se debe monitorear la producción de los principales países de los que importa el sector, pues en el 2021 se pudo visualizar que muchos de los fabricantes han tenido mayores complicaciones para satisfacer la demanda por vehículos. Este tema está vinculado también a lo que pueda pasar con la crisis sanitaria.
“El desabastecimiento es un tema que viene a nivel mundial, básicamente porque la demanda ha sido bastante fuerte por los semiconductores, haciendo que muchas marcas encuentren más complejo la construcción de los vehículos”, explicó.
Sin embargo, el desabastecimiento no solo recae en los semiconductores, sino en el contexto sanitario, países como China son muy sensibles a algún rebrote del virus, pues dictan de manera inmediata medidas de confinamiento y paralizan la producción, impactando en los importadores de productos finales, manifestó.
Tasas más altas en créditos vehiculares
Se espera que en el presente año suban los costos de financiamiento, entre ellos el vehicular, debido al aumento en las tasas de referencia por parte de Banco Central de Reserva (BCR) para controlar las expectativas de inflación.
“Si bien la tasa de política monetaria aún se mantendría expansiva, este es un factor que deja de estimular al sector”, afirmó Morisaki.
Menor liquidez en las familias
También mencionó que, a diferencia del 2021, es posible que la disponibilidad de liquidez sea mucho menor en el 2022, pues ya se habría hecho uso de esta en el presente año.
“El impulso del sector por este canal (de ahorro y retiro de reservas obligatorias de AFP y CTS) ya no estaría en el 2022. En el 2020 hubo un ahorro por las restricciones sanitarias, y se reflejó en el 2021; sin embargo, con la mayor vuelta a la normalidad, los hábitos de consumo volverían también, y con ello, menor reservas de ahorro”, indicó.
Riesgo político
Por último, señaló que el factor político, específicamente la falta de claridad de políticas y mensajes sobre la economía nacional, tendría repercusión en el sector automotriz, además de otros.
“Si se continúa con incertidumbre el impacto vendría por el aumento en el tipo de cambio, pues encarece a los vehículos importados, pero también a los precios en general, dejando menos espacio para consumir en el sector. Asimismo, su efecto en la inversión privada y a su vez en el empleo, mermaría la capacidad de consumir de las familias, en este caso, en vehículos”, precisó.