Tras una dura caída en el 2020 -en medio del inicio de la crisis sanitaria-, la economía peruana logró rebotar el año pasado. ¿Qué se puede esperar para el 2022? ¿Veremos nuevamente tasas de crecimiento de dos dígitos?
Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult, indicó que el PBI se expandirá 3% este año (según la última revisión de sus proyecciones), donde se verán diferentes velocidades según cada sector.
“Veremos un año con diversas velocidades. Los sectores que estuvieron detrás del (crecimiento de) 13% del año pasado ahora irán más lentos; y los que estaban rezagados en su recuperación, ahora irán más rápido (aunque no necesariamente esto signifique que superen el nivel precovid)”, comentó.
Sabiendo que los promedios esconden detalles, cuando se revisan las proyecciones por semestre, Cuba mencionó que se verá una primera mitad del año más lenta (PBI crecería entre 2% y 2.5%); y en el segundo semestre la expansión sería entre 3.5% y 4%, pero esta mejora se explicaría por un tema particular: proyectos mineros.
“Quellaveco entraría en producción en el último trimestre; Mina Justa registraría una mayor producción a lo largo del año, y también tenemos la ampliaión de Toromocho. Son factores exógenos, ajenos, de mineras que entran a producir. Cuando comparas un trimestre del 2022 con un trimestre de 2021 donde -por ejemplo- no existía Quellaveco... eso puede ser engañoso”, subrayó.
En todo lo demás sectores, como construcción o comercio, se verán desempeños “más planos” o más uniformes durante todo el año.
Fundamentos macro
Para el economista, los fundamentos macroeconómicos se mantienen y la coyuntura política no los ha afectado aún, además la inflación volvería al rango meta hacia mediados de este año (aunque niveles de precios estarían todavía altos); pero, subrayó, “el problema del Perú es otro, es más grave que esto, es la baja tasa de crecimiento”.
“Una baja tasa de crecimiento no da empleo a los entrantes, la pobreza no sigue bajando, el salario real lo pone plano, en general es como estar estancado. No es una recesión, pero es una pérdida de oportunidades. Podríamos ir mucho más rápido dados los fundamentos macroeconómicos que tenemos y el buen viento de las materias primas, deberíamos estar creciendo 6% y la inversión a dos dígitos”, explicó.
Las proyecciones de Macroconsult reflejan una demanda interna (sin inventarios) que crece solo 1.4% este año, con una inversión privada que se contrae 4.4% y una inversión pública que tampoco ayuda (-1.3%).
“Si ves hacia adelante no hay ninguna fuerza que te haga pensar que el próximo año al menos será mejor que este. Si piensas que el próximo año no va a ser mejor, inviertes menos desde ahora”, agregó.
El 2023
Para el 2023, tomando un escenario base donde el presidente Pedro Castillo se mantiene en el cargo (hablar de su salida tendría otras implicancias y requeriría una nueva revisión de proyecciones), la economía crecería solo 2.5%.
¿El crecimiento que se alcanzaría es suficiente? “Un crecimiento de 3% este año y solo 2.5% para el próximo no alcanza para nada, no alcanza ni para estabilizar los salarios reales ni para subirlos, seguiría bajando, porque la oferta laboral total agregada con ese crecimiento excede a demanda de empleo”, dijo.
Los riesgos
En el lado externo: conflicto bélico con Rusia eleva precio de combustibles y granos; elecciones congresales en Estados Unidos; subida abrupta de la FED; crisis inmobiliaria compromete fuertemente crecimiento de China.
En el lado interno: Asamblea Constituyente, debilitamiento institucional, sobrerregulación laboral y convulsión social y política.