Roberto Abusada Salah, presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE) afirma que la reactivación por fases no va a funcionar, y que se están poniendo protocolos incumplibles. Acá la entrevista con el economista.
El gobierno acaba de prorrogar la cuarentena hasta el 30 de junio. ¿Cómo afectará eso la economía que ya está mal?
Con esta ampliación de la cuarentena el gobierno se está corriendo el riesgo de una convulsión social porque la gente que no tiene ingresos -porque perdió el trabajo o porque su actividad no la puede realizar por el confinamiento (informales) - no tiene alternativa y no van a soportar esta extensión, ya no está acatando la cuarentena. Hay miedo en la gente de lo que les pueda pasar y no ven respuestas en el gobierno.
Creo que el gobierno está tratando de arreglar el mal manejo que hizo de la pandemia desde un principio. Y le siguen echando la culpa a la gente de la propagación del contagio. El gobierno reaccionó dos meses después con el control de los mercados o la distribución de los bonos familiares (bancos), o con el control del transporte, cuando era evidente que en todos ellos se produce aglomeración y contagio.
El presidente dijo que esta ampliación de la cuarentena irá en simultáneo con la fase II de la reactivación de la economía. ¿Ayuda a la reactivación esta extensión?
Eso de la reactivación por fases es un absurdo, no va a funcionar, no está funcionando y el alargue de la cuarentena no creo que vaya a corregir eso.
Según el gobierno, estamos en la fase I del reinicio de actividades productivas y se está avanzando. ¿Cómo ve este proceso?
Los protocolos que están dando el ministerio de Salud y el Produce son incumplibles. El empresario es el primer interesado en que sus trabajadores no se contagien (del covid -19) y donde detecte a un infectado va a hacer el seguimiento de este para contener el contagio. Entonces, poner parámetros como eso de que el índice de masa corporal (IMC) tiene que ser 30 o menos para poder asistir a trabajar, es absurdo, lo han tenido que corregir. O que una persona mayor de 60 no puede trabajar, cuando acá mucha gente no tiene pensión y ante escasez de mano de obra calificada ningún empresario se va a deshacer de un trabajador que tenga más de 60 años, con amplia experiencia y que pueda trabajar. Todas las medidas que dan parecen creadas para Suecia, o no sé qué país.
Además, los protocolos los aprueban en distinto momento a cada firma dentro de la misma industria. Es decir, están añadiendo a su incapacidad lo inconstitucional e ilegal que es tratar a iguales de manera distinta. Ni se deben haber dado cuenta.
¿Qué recomendaría para que la economía entre realmente a un proceso de reactivación?
Para reactivar, hay que trabajar con el sector privado y olvidarse de planificar, en el sentido de decir: primero viene este sector, luego el otro. Lo que hay que hacer es que el sector que pueda cumplir con protocolos razonables debe abrir, sea una peluquería o una fábrica de cemento. No podemos ir por el camino de la fase I, fase II, etc., porque eso no va a funcionar como te puede decir cualquier economista.
¿A más de 60 días de cuarentena, qué opinión le merecen las medidas que ha tomado el gobierno?
Creo que el BCR y el MEF reaccionaron muy rápido para enfrentar este problema, pero la implementación de las medidas ha tenido la deficiencia de meter a Cofide y no trabajar de la mano con el sector privado. Igual, los créditos para las empresas están llegando, pero qué ganamos con que algunos incrementen su producción si no hay demanda porque se cayeron los ingresos de la población. Por otra parte, no se está avanzando en la reapertura de la economía porque se están poniendo protocolos incumplibles. Estamos en una encrucijada bien fea.
¿Qué encrucijada?
Se acercan las elecciones generales y el nivel de incertidumbre está creciendo exponencialmente, más que los contagios (del covid-19) y así no podrá haber reactivación. Para salir de la crisis se necesita reabrir la economía, dominar al virus, pero además confianza del consumidor y, sobre todo, del inversionista. Y lo que está haciendo el gobierno, Congreso y Ejecutivo, es para que siga deprimida la confianza y no para que se recupere.
¿Hacia futuro, qué condiciones permitirían que la gente tenga esperanza de mejoras?
Mire este país tiene todo para crecer, pero con ese tipo de políticas populistas y estatistas que se lanzan desde el Congreso y que el gobierno no impide, es imposible. O retomamos el rumbo, con políticas sensatas, o vámonos para Venezuela todos. El hecho de que Perú sea macroeconómicamente fuerte no necesariamente va a durar para siempre. Este año podemos tener un déficit fiscal de 10% a 15% del PBI fácilmente y la economía puede caer entre 10% y 20%.
Y ese déficit fiscal es deuda pública, y mientras más alta sea esta deuda más difícil será para el estado y las empresas encontrar financiamiento con buenas condiciones. Entonces, estamos matando la gallina de los huevos de oro de una manera irresponsable, como nunca se ha visto en la historia del Perú. Esto es lo más parecido, en cuanto a políticas, a lo que se vio en el primer gobierno de García.
CONGRESO
Incluso hay proyectos de ley en el Congreso para cambiar la Constitución…
Ese es el libreto de la Izquierda desde hace tiempo, un proyecto que plantea regresar a la Constitución de 1979 que no tiene pies ni cabeza. La Constitución se cambia en dos legislaturas extraordinarias, o con una legislatura y un referéndum. Y, en realidad, regresar a la Constitución del 79´ sería darle la escotada a la economía peruana que era la estrella de Latinoamérica.
El argumento de la Izquierda es que la actual Constitución fue impuesta por un gobierno de facto, pero, para los que no recuerdan, la Constitución del 79´ fue convocada por un gobierno militar y no sólo eso, sino que la convocó con parámetros que eran , eufemísticamente hablando, para proteger las reformas estructurales que había hecho el gobierno de las Fuerzas Armadas. Tan es así que la Izquierda no la firmó, usando el mismo argumento que ahora pone para pretender cambiar la constitución.
La incertidumbre ya venía creciendo desde el gobierno de Humala y ahora con la pandemia y lo que hace el Congreso agudizando. ¿Qué nos espera?
Bueno, miremos a Venezuela, es un buen espejo. Aquí puede pasar cualquier cosa, cualquier demagogo puede salir presidente y con un congreso en el que no tenga mayoría, volveríamos a las mismas (de antes del adelanto de elecciones). En el actual congreso no se están viendo reformas políticas importantes para que eso no ocurra como el regreso del Senado, distritos electorales uninominales. Era obvio que este Congreso no iba a hacer esas reformas y, peor aún, las pocas que se estaban haciendo las están deshaciendo.
Entonces ya estamos en una cancha de combate. El gobierno que tiene malos números en el control de la pandemia va a seguir con el viejo juego de atacar al Congreso y este, ante eso, más populismo: a más ataques, más populismo.
En el Congreso se están desconociendo contratos ley que, entre otros, contribuyeron a atraer inversión al país. ¿Cómo ve ese tema?
Eso es lo más grave que pudiera pasar porque el estado no tiene el dinero para cubrir la brecha de infraestructura que tenemos, el estado no va a realizar la producción minera, etc. Necesita de la inversión privada. Están hablando del estado como si fuera la panacea, cuando la mejora en los servicios (electricidad, telefonía, etc.) que ha logrado el país lo han hecho empresas privadas grandes pequeñas y medianas y, sobre todo el pueblo, que soporto ajustes como el fuji shock, donde hubo precios como el de la gasolina que aumentaron 3,500% (después del control precios de Alan). Mientras que los servicios que da el estado siguen deficientes.
Y ahora, aprovechando de la pandemia, les piden a esas empresas que no cobren por sus servicios o que cobren la mitad (servicio educativo, peajes).
MEDICAMENTOS
En medio de esta cuarentena que se alarga, el Congreso también está emitiendo leyes que atentan contra el ordenamiento de libre mercado. ¿Cuál es su opinión?
Bueno, usan el argumento de que defienden a los ciudadanos de bajos recursos cuando no es así. Tenemos el caso de los medicamentos que son caros porque son de marca y porque no hay genéricos garantizados por el estado que sean realmente intercambiables (bio equivalentes). Buscar a un control de precios simulado como están haciendo es disparase al pie como está probado tanto por en la experiencia más antigua como por la más reciente, la del primer gobierno de García.
Los congresistas alegan que en el tema de medicamentos la ley que han sacado no es control de precios, sino fiscalización contra la especulación y acaparamiento…
La modalidad cambia, pero la intención es la misma: hacer populismo barato aprovechando de la desesperación de la gente que frente a la pandemia encuentra escasez de esos productos, precisamente porque el gobierno no ha hecho, como debió hacerlo ya hace tiempo, una amplia lista de genéricos bio equivalentes que garantice a los médicos y ciudadanos que son exactamente intercambiables con las medicinas que necesitan.
El mismo gobierno ha sacado un DU que obliga a las farmacias a incluir en la lista de genéricos los fármacos que se están usando para combatir los efectos del COVID-19…
Bueno, el gobierno está montando una campaña de propaganda, buscando mantener una popularidad que no va a conservar porque ha manejado mal la pandemia. Publicaciones como la del Financial Times revelan que la cantidad de muertes no explicadas por encima de lo normal es 84% en el caso del Perú, el más alto. Tampoco se ve que el gobierno haya manejado bien la distribución de bonos de apoyo a las familias, ni controlando las aglomeraciones en los bancos cuando esta era una oportunidad dorada para bancarizar a la gente.