En medio de un enrarecido contexto político y la recesada economía, repunta la salida de capitales peruanos hacia plazas internacionales más seguras.
En neto, salieron US$ 1,916 millones de capitales de corto plazo del Perú al extranjero en el tercer trimestre, según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el monto más abultado desde el primer trimestre del 2022.
El éxodo de capitales peruanos se avivó entre julio y setiembre luego de cinco trimestres de moderadas salidas.
Desde abril del 2022 a junio del presente año, se apaciguaron los envíos de caudales locales al extranjero a un promedio de US$ 198 millones por trimestre, evolución que hizo pensar a analistas del mercado y gestores de patrimonio que la tendencia iniciada con la irrupción de Pedro Castillo en la escena política y posterior asunción del Gobierno –cuyo punto más álgido se alcanzó en el segundo trimestre del 2021, con una salida de capitales record de US$ 8,000 millones-, había empezado a virar.
Sin embargo, tales estimaciones se difuminaron con el rebrote del envió de dólares al exterior en el último trimestre, catalizado por renovados temores e incertidumbre de los locales por el devenir económico y político, indicaron analistas a Gestión.
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¿Por qué los peruanos envian sus capitales al exterior?
Para el profesor principal del departamento académico de Economía de la Universidad del Pacífico, Carlos Casas, los inversionistas extranjeros y peruanos remiten sus capitales a mercados internacionales por los temores a la recesión e incertidumbre sobre cuánto podría extenderse ese proceso, así como por el impacto de El Niño en la actividad y el deterioro de la política en el país.
“Sacan su dinero porque así consideran que su capital está más protegido en plazas de afuera, donde perciben mayor seguridad. La salida de capitales es otro indicador del empeoramiento de la confianza de los agentes económicos”, señala.
“Es una respuesta racional de cualquier peruano o extranjero ante la incertidumbre que rodea a la economía y el ámbito político”, refiere y añade que el envío al extranjero de más de US$ 1,900 millones tiene alta correlación con el destino al que apuntan quienes percibieron este año un monto record de dividendos distribuidos por las empresas.
Coincide en este punto, el CEO de Capia SAFI, Carlos Rojas, quien sostiene que la mayor parte del monto de capitales transferido al exterior corresponde a dividendos que empresas con operaciones en el Perú envían a sus matrices fuera del país. “Compran dólares y los mandan afuera”, detalla y menciona que esas operaciones incidieron, en parte, en las presiones alcistas del billete verde en dicho trimestre. En ese lapso, la divisa de EE.UU. se elevó de S/ 3.635 a S/ 3.785.
“Como no hay proyectos de las empresas grandes, están distribuyendo dividendos, y las que tienen matrices en el exterior, los envían afuera. La razón principal de la salida de capitales es que no hay proyectos grandes en el país, y por eso los inversionistas prefieren llevar sus recursos al exterior”, enfatiza.
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Sin confianza para invertir en el país, capitales fluyen al extranjero
En el tercer trimestre, la inversión privada se contrajo 6.2%, tras retroceder 12% y 8.5% en el primer y segundo trimestre. La economía peruana, en tanto, cayó 1%, -0.4% y –0.5% en esos mismos periodos.
“En el Perú, las empresas grandes, en general, hacen mucho dinero, elevados márgenes. Si no hay confianza para invertir, como ahora; si no salen proyectos, parte de esa plata se va al extranjero”, afirma Rojas.
Además, al no haber oportunidades de inversión en el mercado local, algunas empresas prefieren invertir en otras que operan en el extranjero, lo que también influye en el dinero que sale del país, menciona.
Aparte de los dividendos, Casas identifica otras fuentes a las que los peruanos recurren para, por precaución, enviar a mercados internacionales en coyunturas inciertas como la actual: lo ahorros e inversiones en el sistema financiero local.
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¿Hasta cuándo los peruanos seguirán trasladando sus capitales a mercados internacionales?
La incesante inestabilidad política interna es otra de las razones por las que las personas trasladan sus fondos fuera del país, sobre todo en momentos de mayor intensidad, como ayer, cuando se desató la crisis en la Fiscalía de la Nación, que se extendió al Congreso y el Poder Ejecutivo, coinciden en señalar los analistas.
“La parte política se enracere y no hay estabilidad. Si los poderes del Estado se atacan entre ellos, los inversionistas, como cualquiera, se preguntan en quién confiar. No queda claro qué pasará con los casos de corrupción. En este escenario incierto, el que tiene dinero saca su plata. Lo procesos judiciales, en sí, son engorrosos y, por ejemplo, las empresas no saben cuánto pueden demorar”, dice Casas.
El economista prevé que los capitales continuarán fluyendo al exterior, al menos hasta el segundo trimestre del próximo año, una vez que se revierta el impacto de El Niño y la recesión cese.
Carlos Rojas, a su vez, considera que la sangría de capitales al exterior no parará hasta que no surjan proyectos de inversión grandes en el Perú, que requieran recursos para cristalizarse.
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Ecosistema de inversiones en Miami
La mayor parte del dinero que se transfirió al extranjero se depositó primero en cuentas bancarias de bancos del exterior, para luego recalar en cuentas de inversión, detalla el CEO de Capia SAFI, Carlos Rojas.
La plaza preferida por los capitales peruanos que migran es EE.UU. y, dentro de este, Miami emerge como uno de los destinos más apreciados, refiere y precisa que, en ese país, algunos de los más reputados asset managers (gestores de activos) han migrado a esa locación.
“Se ha generado todo un ecosistema de gestión de patrimonios en Miami”, resalta y menciona a Credicorp Capital, que recientemente trasladó su base de operaciones de banca privada de la región a esa ciudad.