Tras la declaración de Moody’s que indica que el Perú ya se encuentra en recesión económica, la situación es mucho más complicada en once regiones del país.
Son once regiones —que representan más del 60% de la producción nacional— que están en recesión “técnica” desde junio, luego de dos trimestres consecutivos con cifras en negativo, acentúa aún más por el deterioro del empleo.
De dicho grupo, cinco regiones experimentan contracción por tres trimestres seguidos, como son Lima, Junín, Tacna, Huancavelica y Ayacucho, y las tres últimas llevan un año de contracción.
El caso más grave es el que se evidencia en Huancavelica y Tacna, cuya recesión se observa por siete trimestres consecutivos.
Las razones detrás de este golpe a las economías regionales son las mismas que impiden la recuperación de la economía nacional, con algunas particularidades que dificultarán el rebote.
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Las más afectadas
Huancavelica viene cayendo de manera sostenida desde el cuarto trimestre del 2021. La región es la segunda productora nacional de energía eléctrica, sector que se contrajo en 13% en el segundo trimestre del 2023 y 7.5% en el primero, “principalmente por la menor generación de energía eléctrica en las centrales hidráulicas Mantaro (Antúnez de Mayolo), Cerro del Águila y Restitución”, explica INEI.
Para Efraín Montano, presidente de la Cámara de Comercio Regional de Huancavelica, la actividad económica de la región depende del sector público: “Aquí el sector privado es mínimo. Hay muy pocas empresas que generen empleo. La inversión que se está dando desde el Gobierno Regional o las Municipalidades es muy poca desde la pandemia. Hay proyectos en cartera, pero el MEF pone muchas trabas administrativas”.
Uno de los pocos sectores que crece en esta región es el comercio (2.6% en el segundo trimestre del 2023, versus el mismo periodo del año pasado), pero no por los motivos correctos.
“Entre el 40% y 50% de los negocios quebraron o dejaron de operar a partir de la pandemia, lo que llevó a migrar a actividades comerciales”, explica Montano.
En este mismo periodio, la tasa de desempleo en Huancavelica se duplicó (10.7% en el segundo trimestre, comparado con la tasa de 5.8% del mismo periodo del 2022).
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El caso de Tacna se explica primero por la conflictividad social, y luego por el fenómeno El Niño. “El sector agropecuario cayó vinculado a la presencia de temperaturas desfavorables”, explica el INEI. En el segundo trimestre, el desempleo se ubicó en 7.4%, el doble de lo registrado en el mismo trimestre del 2022 (3.5%).
Lima
La capital representa poco más del 40% del PBI nacional. En el caso de la capital, viene cayendo desde el cuarto trimestre del 2022 a tasas cada vez más aceleradas. En dicho trimestre se contrajo 0.3%; en el primero del 2023, con una caída de 0.5%, y en el segundo trimestre del 2023 el resultado fue negativo en 2%.
“Es probable que el tercer trimestre también sea negativo. El caso de Lima es bastante preocupante, nosotros hemos visto un fuerte ajuste de los sectores vinculados a consumo durante el 2023, creciendo alrededor de 0.5%. Los vinculados a inversión caen en promedio a doble dígito”, señala Víctor Fuentes, gerente de políticas públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE).
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Se trata de los sectores manufacturas y construcción, que se han contraído en 12.6% y 9.1%, respectivamente en el segundo trimestre. Lima, al tener más del 30% de la población, el débil comportamiento del consumo se refleja directamente en la actividad económica, concentrada en comercio y servicios.
Si bien las cifras de empleo son positivas, estas ocultan un deterioro en la calidad de estos puestos de trabajo. La población adecuadamente empleada ha disminuido en 3.2% frente al 2019, y han aumentado en 58.2% el número de trabajadores que perciben remuneraciones por debajo del sueldo mínimo.
Además, el 58% de la población ocupada de Lima se encuentra en el sector informal, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Puno, en riesgo de mayores caídas
La situación de Puno es crítica, su economía es la que más se contrajo (-13.4%) en el segundo trimestre del 2023. También es la región más golpeada en el empleo, con una caída de 13.3% en el periodo de análisis.
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En el primer trimestre del año, la caída reflejó la paralización de actividades de Minsur por los conflictos sociales. Sin embargo, tras la recuperación de la producción de estaño, el golpe de la sequía fue mucho más fuerte. El sector más afectado es el agropecuario, que se contrajo en 33.6% en el segundo trimestre. Se redujo la producción de cebada grano (-63.7%), papa (-40.3%), quinua (-22.8%) y alfalfa (-9.9%). Cabe recordar que Puno es el primer productor de quinua del Perú, puesto que representa más del 40% de la producción nacional.
“Es muy probable que el PBI también caiga en el tercer trimestre. Esto va a afectar más a las más golpeadas, sobre todo las del sur del país, como Puno y Tacna”, señala Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult.
Cusco es otra de las regiones donde más ha disminuido el empleo (-7.9%) en el primer semestre del año. Sin embargo, se encuentra mejor preparada para enfrentar los choques del FEN. “Todavía no se siente mucho lo de las sequías porque hay reservas del año pasado. Los cultivos se han desarrollado casi con normalidad, pero sí se proyecta un mayor efecto en los próximos meses o año”, comenta John Gonzales, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco.
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La región más expuesta a los fenómenos climatológicos es Piura, cuya economía ya experimenta los primeros impactos. Para Javier Bereche, presidente de la Cámara de Comercio de Piura, “el efecto se empezó a sentir con fuerza en el tercer trimestre”.
“La producción de limón y mango se ha reducido en 90%. Así no se van a poder pagar los créditos que vencen en el primer trimestre del 2024. La banca ya ha cerrado el acceso a nuevos créditos para agricultura y pesca. El sector entraría en insolvencia. Lo que pedimos al gobierno es reprogramaciones para poder salvar la cosecha del 2024″, explica.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.
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