El blockchain es una tecnología que nació, tras la crisis financiera internacional del 2008, para modernizar y proteger las transacciones de intercambio de dinero. Esta tecnología permite la creación de redes para intercambiar información codificada —y hasta cifrada— para que nadie pueda detectarla.
“Blockchain es un protocolo que permite que la información sea protegida por todos los nodos que participan en una red en lugar de por una sola persona”, explica Carina Estrada, experta en transformación digital, criptografía y blockchain.
Esto hace que, hasta el momento, sea la tecnología más segura que existe en cuanto a criptología se refiere. De hecho, la experta refiere que blockchain es tan segura que lo que se traza en una red no puede ser modificado así haya un acuerdo u orden nacional.
Por eso, blockchain tiene un gran potencial. Sin embargo, al ser una tecnología nueva, recién se están explorando sus usos. Su principal aporte está en la lucha contra la corrupción. “Todo lo que uno traza, ya no puede ser manipulado. Eso significa que ninguna resolución, decisión o declaración puede desaparecer con blockchain”, dice Estrada.
Por ejemplo, sirve para la firma de patentes, títulos de propiedad y protección de títulos universitarios. Además, protege transacciones a nivel de la administración pública, como el voto electrónico, aunque la tecnología aún no ha sido implementada en una elección por ningún gobierno.
Blockchain también se puede usar en los certificados de origen para la exportación de alimentos, es decir, para proteger el flujo de producción y garantizar el origen de los materiales que componen un producto determinado. Francia, por ejemplo, ya ha puesto en práctica esta solución.
Otro potencial que tiene el uso de blockchain es el de impulsar, a través de la seguridad, la transformación digital de la banca. Sin embargo, blockchain aún está en etapa de exploración en esta industria.
“Blockchain es una tecnología relativamente nueva y los bancos recién están aprendiendo a experimentar con ella. La banca debería volverse cada vez más disruptiva y usar esta tecnología para ser más confiable e inclusiva”, opina Estrada.
La experta explica que los bancos han hecho su mejor esfuerzo para incorporar la tecnología para que el usuario se pueda adaptar y usar fácilmente sus servicios, pero que estos “también tienen huecos de seguridad” por contar con sistemas centralizados.