En el último debate presidencial llamó la atención cantidad de propuestas de Keiko Fujimori con el objetivo de reactivar la economía, pero que también elevarían el gasto público de forma considerable, ¿son factibles estas iniciativas?
Primero repasemos algunas de estas propuestas: duplicar el monto destinado a Pensión 65, dos años de tributación cero para las nuevas mypes, créditos de hasta S/ 10,000 para un millón de mypes, tres años de cero impuestos para el sector turismo, reducción del ISC a los combustibles y entrega directa del 40% del canon a las poblaciones del área de influencia de los proyectos.
Al respecto, economistas consultados por Gestión.pe consideraron que estas propuestas sí son factibles, pero hace falta detallar el plan de implementación, para conocer el impacto fiscal global de las medidas y también para asegurarse de que estas cumplan los objetivos esperados.
En el caso de Pensión 65, Jorge Guillén, profesor asociado de ESAN, señaló que duplicar el monto del bono significará un gasto permanente que puede representar el 1.8% del PBI.
“Actualmente debido al gasto por la pandemia el déficit fiscal ya está en cerca del 10% del PBI, por lo que las propuestas de mayor gasto fiscal elevarían este déficit si es que no son financiados por nuevos ingresos que también tengan un carácter permanente”, indicó el economista.
Por su parte Marcel Ramírez, docente de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, refirió que la apuesta de Fujimori es que en un Gobierno suyo serán mejores las expectativas de inversión, lo cual aumentarían los ingresos vía tributos para financiar el gasto de las propuestas ofrecidas en campaña.
“Se apuesta a que con el aporte de la minería y de las empresas más grandes se puedan solventar las propuestas, pero también debe buscarse un sistema tributario más amplio”, refirió el economista.
En esa línea, Ramírez se mostró contrario a las propuestas que exoneran del pago de impuestos a ciertos sectores.
“Ya antes se han dado exoneraciones y después es muy difícil revertir esas medidas. Por eso, para los sectores a los que se busca apoyar yo preferiría una tasa de tributación menor pero sin llegar a cero, con un retorno progresivo e incentivos para crecer y mejorar la productividad”, sostuvo.
Respecto a los créditos ofrecidos para un millón de mypes, Guillén remarcó que se requieren más detalles sobre la propuesta, pero por lo que se entiende se replicaría el esquema de garantías de Reactiva Perú, enfocado en sectores que no pudieron acceder al programa.
“Allí tiene que tenerse mucho cuidado a quién se va a prestar, pues al enfocarse en sectores informales es más grande el riesgo de que no devuelvan el dinero”, advirtió Guillén. Cabe recordar que según el esquema de Reactiva Perú, si el beneficiario no cumple con sus obligaciones de pago, será el Estado el que deba desembolsar estos fondos.
Por otro lado, Ramírez se mostró contrario a la propuesta de entrega directa a las familias del 40% del canon, sin un análisis previo sobre las brechas de infraestructura de las poblaciones.
Sugiere elaborar un umbral de indicadores como acceso al agua potable, salud, electricidad y educación, de manera que solo en caso de superarse el umbral, podría destinarse parte del canon a transferencias directas a las familias.
“Debe fortalecerse la capacidad de inversión pública de las regiones y municipios, con más participación de las comunidades y empresas. Y en una segunda etapa, cuando se superen ciertas brechas, recién pensar en distribuir el canon de forma directa”, anotó.