La productividad laboral en el 2022 retrocedió respecto del 2021, año en el que también hubo una contracción, según cálculos del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Este indicador, señala la entidad, se aproxima como la producción promedio por trabajador en determinado periodo. Puede ser medido en volumen físico o en términos de valor (precio por volumen) de los bienes y servicios producidos. Para aumentarla se necesita de una mejora en educación, capacitación y tecnología, si no el cambio en el indicador solo sería fruto del ciclo económico.
La medición indica que el pasado año la productividad por trabajador fue de S/ 31,873, luego de haber estado en S/ 32,226 en el 2021 y S/ 32,663 en el 2020. Así, la productividad laboral desciende a niveles vistos en el 2018 (S/ 31,867).
Para el cálculo de esta aproximación a la productividad laboral, el IPE tomó como referencia el PBI (real) desde el 2018 y la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada para esos años - ver tabla -.
“Es como si hubiésemos retrocedido unos cuatro años. Se prevé que el PBI este año será menor incluso al del 2022, y se tendría una inversión privada en negativo. Es complicado que la productividad laboral se eleve. Para poder retomar la trayectoria de crecimiento (de la productividad) que se tenía en años previos requiere definitivamente de más inversión que se refleje en capital o maquinaria”, afirmó a Gestión Fernando Gonzáles, economista del IPE.
Explicó que en los últimos años la producción ha crecido a un menor ritmo de lo que lo ha hecho el empleo, el cual se ha concentrado sobre todo en aquellos puestos de menor calidad, estando en subempleo de ingresos o en empresas de menor tamaño; todo ello, en un marco donde la tasa de informalidad está por encima de los niveles prepandemia.
“Para Lima Metropolitana, lo que se refleja a nivel nacional, donde más ha crecido el empleo el año pasado fue en las empresas de menos de 50 trabajadores, que son típicamente menos productivas. Asimismo, el número de trabajadores calificados con más experiencia son menos, lo que hace que la productividad tienda a disminuir. Es un fenómeno que viene desde el 2021″, indicó.
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El economista Carlos Casas coincidió en que la menor productividad refleja el aumento de la informalidad y el empleo de menor calidad, a la par de un débil crecimiento de la inversión privada con una economía en desaceleración.
“Lo que tenemos es un pobre desempeño de la inversión y un traslado de trabajadores del sector formal al informal. Si un trabajador tiene más capital para producir, entonces es más productivo. Este año la dinámica sería parecida con trabajadores que vayan principalmente al sector informal, con inversión aún expectante por las fuentes de riesgo local”, dijo el también exviceministro de Economía.
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Productividad de trabajadores por sectores
Según IPE el sector más productivo es minería, que tiene incluso un nivel 10 veces mayor que el registro nacional (minería está por encima de los S/ 300,000 de producción por trabajador), pero también ha retrocedido a niveles del 2018.
Sectores como agricultura, que contempla la parte formal e informal (que concentra la mayor cantidad de trabajadores del sector), es mucho menos productivo al igual que el sector comercio, que también ha retrocedido en sus niveles -ver tabla-.
“Es un sector (minería) intensivo en capital, con gran inversión de por medio. Tiene la productividad más alta (por trabajador), pero se encuentra por debajo en 9% de lo que era en prepandemia (2019). Como fondo se tiene una producción minera menor en el 2022 respecto al 2019, y también un incremento en el empleo. Este año probablemente se eleve la producción minera por Quellaveco, que daría soporte a la productividad, pero no hay grandes inversiones hacia el 2024 o 2025, por lo que no hay motivos para creer que seguirá una senda creciente”, sostuvo el economista del IPE.
Impacto en los ingresos
El economista asociado de Macroconsult, Yohnny Campana, señaló que con una menor productividad laboral, los salarios se ven también disminuidos o sin tendencia a aumentar, punto en el coincidió con Gonzáles y Casas.
Según reseña el IPE, en teoría las remuneraciones deben reflejar la productividad laboral, de manera que lo producido en promedio por los trabajadores alcance para cubrir los costos salariales.
“La inversión no solo implica el desarrollo de infraestructura, sino también la adopción de tecnología y esto impulsa en última instancia a la productividad, pues hay procesos más eficientes, que terminan en más producto con menos esfuerzo, y da espacio a mayores ingresos. La ralentización de la inversión entonces evita que la productividad aumente. Buena parte de la adopción de la tecnología ocurre en los segmentos profesionales o más capacitados, quienes la desarrollan y la asimilan (y estos han visto sus salarios en caída)”, dijo Campana.
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Datos
- La tasa de empleo informal a nivel nacional pasó de un nivel prepandemia de alrededor del 72% a 76% en el 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
- La tasa de subempleo está 6 puntos porcentuales por encima de su nivel prepandemia en Lima Metropolitana en el 2022, según el INEI.
- 5.8% fue la contracción en los ingresos promedio de la mano de obra más calificada o con educación superior universitaria en el trimestre móvil que va de noviembre del 2022 a enero del 2023 respecto del mismo periodo previo, según el INEI.