Los resultados de esta investigación contribuirán a dimensionar el proceso de recuperación de la pota, también llamada calamar gigante.
Los resultados de esta investigación contribuirán a dimensionar el proceso de recuperación de la pota, también llamada calamar gigante.

Con el propósito de evaluar indicadores biológicos y pesqueros del recurso calamar gigante o , el , a través del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), iniciará un crucero de indagación —del 15 de enero al 2 de febrero— a bordo de dos buques de investigación científica.

En detalle, las embarcaciones son José Olaya Balandra, que recorrerá el norte del litoral peruano, y Humboldt, que transitará la zona sur, entre las 50 y 150 millas náuticas.

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Así será la expedición

Jesús Barrientos, viceministro de Pesca y Acuicultura, se refirió a la importancia de esta investigación. “Es clave para garantizar la sostenibilidad del calamar gigante, un recurso fundamental para la pesca artesanal e industrial del país. Los datos que obtengamos nos permitirán tomar decisiones informadas que promuevan la conservación y aprovechamiento responsable de nuestros recursos marinos, en beneficio de miles de familias que dependen de esta actividad”, sostuvo.

La expedición contará con un equipo multidisciplinario compuesto por científicos y técnicos especializados en biología, acústica, artes de pesca y oceanografía. El objetivo principal será estimar índices de abundancia del calamar gigante a partir de información acústica y por artes de pesca, además de analizar su distribución, estructura poblacional, estado biológico, y su interacción con el ambiente marino.

La finalidad es dimensionar el proceso de recuperación de la pota, proyectar sus posibilidades de pesca para este 2025 y recomendar las medidas al respecto.

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Los avances

Durante el Crucero de Investigación del calamar gigante (Dosidicus gigas), realizado del 16 al 23 de diciembre en la zona centro del litoral peruano, se encontró incidencia de ejemplares tanto en las operaciones de pesca con pinta potera (68.8% positivas) como en los lances de comprobación (80% positivos), lo que resalta la presencia de juveniles en este último.

Asimismo, se observó que el recurso se distribuyó en núcleos desde Punta Caballas y Supe, entre los 50 y 150 mn de distancia a la costa, con núcleos de mayor densidad frente a Pisco y Cerro Azul (14°S- 13°S), entre 60 y 110 mn, de distancia a la costa.

Según el último comunicado del ENFEN, emitido el 13 de diciembre de 2024, se espera una mejora en la disponibilidad del recurso para la pesca durante el 2025: alcanzar niveles similares a los previos al fenómeno de El Niño 2023-2024, siempre que las condiciones biológicas y oceanográficas actuales se mantengan estables.

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