Las malas condiciones climáticas bajo las cuales se ha desarrollado la mayor parte de la campaña agrícola en este año -desde las intensas lluvias en el norte, al ciclón Yaku, la sequía y bajas temperaturas- siguen afectando a los principales cultivos.
En el caso del arroz, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) reconoció en un informe que las perspectivas apuntan a una potencial caída en la producción de esa gramínea en la costa, en tanto el Senamhi pronostica aún riesgos para ese y otros cultivos hasta setiembre.
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Productores a pérdida
El ministerio indicó que primeros informes de productores arroceros del valle de Chancay-Lambayeque -que esperaban culminar sus cosechas en las últimas semanas- estimaban una pérdida de producción de alrededor del 15%.
La campaña grande de siembra se inicia en agosto de un año y culmina en junio del siguiente, y en este caso, el Midagri indica que los cultivos de arroz fueron afectados tanto (a fines del 2022) por La Niña, como en este año, por El Niño (costero).
El exceso de lluvias y humedad que trajeron esas anomalías climáticas en la zona norte, detalla, mermaron los rendimientos de los cultivos, que tendrían por ello la pérdida antes estimada.
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Cultivo de arroz pierde dinamismo
El informe del Midagri advierte en general que la producción de arroz, si bien constituye el principal cultivo del Perú por su aporte a la generación del valor bruto de producción agrícola (VBPA), a partir del año 2012 a la fecha ha perdido dinamismo.
Ello se refleja, según detalló, en que su producción crece a una tasa promedio anual de solo 1.26%, y si bien anteriormente participaba con un 13% en el VBPA, la misma disminuyó a 11.6% en promedio entre los años 2019 al 2021, mientras que el 2022 mostró una tasa de participación del 10.8%.
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La explicación está vinculada a la aparición de nuevos productos (agrícolas) de gran dinamismo, que también han asumido una importante participación respecto al VBPA, pese a que el arroz había logrado el 2020 desplazar a la papa del primer lugar en importancia en términos de producción.
En el 2022, la producción nacional de arroz fue de 3.45 millones de toneladas (2.2 % de caída), la cual se ha mantenido casi en el mismo nivel del 2020. En el primer trimestre de 2023, se registró una producción (a nivel nacional) de 728 mil toneladas, cifra superior en 7.2 % al volumen producido en el mismo período del año previo.
Pronósticos de riesgo agroclimático
El Senamhi pronosticó que para el periodo de julio a setiembre en la costa norte, el riesgo agroclimático para la siembra arrocera estaría condicionada a la ocurrencia de precipitaciones que podrían favorecer la presencia de enfermedades víricas transmitidas por áfidos.
En los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, el nivel de riesgo agroclimático se mantendría en nivel medio, debido a que las condiciones meteorológicas, advierte, serían desfavorables para la preparación del terreno y la instalación de almácigos de arroz.
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Riesgos para la papa
En el caso de la papa, Senamhi indica que de julio a setiembre, es más probable que las necesidades hídricas del cultivo se incrementen significativamente particularmente en la costa central y sur del Perú.
Ello, debido a la prevalencia de temperaturas diurnas y nocturnas superiores a su normal, por lo que no se descartaría la presencia de síntomas de estrés hídrico (marchitez temporal), retraso en la tuberización y una mayor incidencia de la “mosca minadora”, alteranaria entre otras plagas asociadas.
En estos casos, los factores de riesgo podrían incrementarse hasta un nivel medio, especialmente en la costa central, refiere la proyección de la citada entidad.
De otro lado, Abraham Paz, presidente de la Central de Cooperativas Agrarias del Vraem, observó que la crisis de la roya amarilla (que ataca a plantíos de café) podría regresar este año a esa zona central del país si el Estado no financia a los pequeños productores de la agricultura familiar.
“Tenemos derecho a tener un soporte financiero, que den una mirada a las políticas en esta zona. Después del año 2012-13, cuando la roya amarilla arrasó la caficultura nacional, este año tenemos un fuerte avance en afectación”, señaló el empresario.