Pretensiones salariales se reducen en septiembre: ¿a qué aspiran los diferentes perfiles?

En detalle, el salario promedio exigido en el noveno mes del año representó una disminución del 2.29% en comparación con agosto. Sin embargo, en el acumulado del 2024, la pretensión salarial aumentó un 2.09%.

Segmentado por rangos, se observó que, el mes pasado, el salario requerido para los puestos junior fue de S/ 2,062 en promedio. La cifra sorprende porque es la primera vez que supera los S/ 2,000 en, al menos, cuatro años. Miguel Bechara, director comercial de Bumeran Perú, consideró que este escenario respondió a una necesidad de las empresas por reducir costos laborales.

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“En un mercado laboral en constante evolución, las empresas están optando por contratar perfiles más junior como estrategia para reducir costos laborales. Esta tendencia impacta, directamente, en las expectativas salariales de este segmento de forma positiva, mientras que en los profesionales más experimentados, de forma negativa, debido a que buscan adaptarse para mantenerse competitivos”, señaló.

El salario requerido en el segmento junior aumentó en un 4.82%. Sin embargo, en otros, el escenario fue contrario. Para las vacantes senior y de jefe se registró una disminución de un 3.59% y de un 2.57%, respectivamente. En sueldos promedios, un jefe o supervisor estaría solicitando S/ 4,612; un semisenior y senior, S/ 3,265; y un junior, S/ 2,026.

Respecto a los puestos con alta demanda salarial, Bumeran recogió en su reporte que los jefes y supervisores que postulan a los cargos de Gerencia y Dirección general aspiran a remuneraciones de S/ 8,500; los semisenior y senior que desean cubrir los puestos de Consultoría, a S/ 5,200; y los junior que buscan ingresar a las vacantes de Medicina laboral, a S/ 4,600.

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La coyuntura, un determinante

En estos resultados de septiembre, de acuerdo con Miguel Bechara, influyeron las condiciones sociales del país, sobre todo la inseguridad ciudadana, cuyo efecto interviene directamente en la economía nacional. Revertir la problemática fomentaría un crecimiento más significativo, anotó.

“La violencia y la delincuencia desincentivan la inversión tanto nacional como extranjera, ya que las empresas temen por la seguridad de sus activos y su personal. Esto lleva a la creación de menos empleos y, en algunos casos, a despidos”, sostiene el especialista, y explicó que hay un monto extra que las compañías destinan a cubrir las medidas de seguridad. “Esto incrementa sus costos y puede resultar en salarios más bajos”, reflexionó.

El Instituto Peruano de Economía (IPE) retrató esta urgencia: las empresas de comercio ocupan el 3,1% de sus ventas anuales en protegerse contra la inseguridad; las empresas de transportes, el 9,6 %; y las de construcción, el 4,3 %. Es decir, si las medianas y grandes empresas registran ingresos por encima de los S/ 8 755 000 al año, su gasto promedio en protección es alrededor de S/ 490,280.

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Ranking de postulaciones

En la data de Bumeran también se apreció que los puestos que encabezan la recepción de solicitudes laborales son Administración, con un 7.50%; Comercial, con un 5.36%; y Ventas, con un 4.59%. En cambio, la lista de los avisos de empleo la protagonizan Ventas, con un 9,11%; Comercial, con 7,54%; y Administración, con 3,51%.

Un campo que arrojó resultados impares es el del género: a medida que aumenta el seniority —junior, semi senior o senior hacia jefe o responsable—, la cantidad de postulaciones femeninas fue baja. Al llegar al nivel de supervisor, la cantidad de postulaciones masculinas fue mayor, de un 70,72%, frente a la femenina, de un 29,28%.

Perspectiva 2024

Para el resto del año, la agenda social seguirá encarrilando la dinámica de empleo. “Las expectativas salariales para el último trimestre del año pueden variar dependiendo de factores económicos y del mercado laboral, como la inflación, la demanda de empleo y las políticas salariales de las empresas”, manifestó Miguel Bechara.

Sin embargo, el estudio Salarios y Contrataciones de Bumeran realizó una precisión sobre la segunda mitad del año. El reporte previsualizó algunos escenarios: solo el 16% de los especialistas en recursos humanos planea aumentar los salarios, en contraste con el 84% que no valora ajustes en su organización.

De esta manera, el Perú despediría el 2024 con el porcentaje de incremento más bajo de la región. Le siguen Chile, con un 19%; Panamá, con un 24%; Ecuador, con un 45%, y Argentina, con un 67%.

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En búsqueda de compensaciones

Frente a estas características en el mercado profesional, los peruanos buscarían una forma de retribución independiente con la paga a fin de mes. Miguel Bechara pronosticó una búsqueda de equilibrio: “Esta situación podría llevar a los trabajadores a buscar compensaciones adicionales, como beneficios y condiciones laborales más favorables, ante la escasa posibilidad de recibir incrementos salariales significativos”.

Incluso, si las empresas implementan los aumentos, estos serían moderados. El 50% de los expertos consideró aplicar tanto un aumento real como una actualización por inflación; el 33% optaría únicamente por un aumento real, mientras que solo el 17% realizaría ajustes por inflación.

La esperanza de quienes laboran también se refleja en los números: “El 33% espera un incremento del 10%, el 25% anticipa un aumento de menos del 10% y el otro 25% proyecta un incremento del 20%”, resumió el director comercial de Bumeran.