El gobierno del peronista Alberto Fernández proyecta crear una empresa nacional de alimentos en el enésimo intento por frenar la inflación tras el fracaso de la política de control de precios en Argentina.
La portavoz gubernamental Gabriela Cerrutti adelantó que esta iniciativa permitirá que la producción pequeña y mediana de verduras y hortalizas “llegue de manera más económica, más barata, a los diferentes hogares”.
El anuncio se conoce días después que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informara que la inflación de enero fue de 3.9%. En el 2021 el costo de vida aumentó 50.9% pese a que en los últimos meses del año pasado el gobierno había implementado un sistema de control de precios mediante acuerdos con las cámaras empresariales de distintos sectores.
La inflación de Argentina está entre las más altas del mundo y en la región solo es superada por la de Venezuela.
El dato más alarmante en el primer mes del año fue que siete de los 12 rubros de referencia con los que se elabora el índice de precios al consumidor registraron incrementos superiores a 3%.
Los analistas coinciden en que la política de control de precios es como darle una aspirina a un enfermo terminal ya que el problema de la inflación en Argentina, que se remonta a principios de los 2000, requiere corregir los desequilibrios macroeconómicos.
“A pesar de los extensos y cada vez más amplios mecanismos de control de precios formales e informales la alta inflación ahora está profundamente arraigada y arraigada en los mecanismos de formación de precios y salarios”, advirtió el economista Alberto Ramos, de la consultora Goldman Sachs.
“Esto atestigua los desequilibrios significativos de las políticas macroeconómicas y el fracaso de la autoridad monetaria en asegurar el control monetario y lograr una inflación baja y estable”.
Cerrutti aseguró que “el gobierno está buscando estrategias, como que los pequeños productores puedan llegar a distribuir sus mercaderías o que los precios estacionales se desacoplen de los internacionales”. No dio más detalles sobre la empresa nacional de alimentos ni cuándo entraría en funcionamiento.
La estrategia oficial, según la funcionaria, también requiere que se materialice el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por la refinanciación de la deuda de US$ 44,500 millones contraída en el 2018 para lograr “cierta estabilidad financiera”. En la práctica, Argentina toma como referencia la cotización del dólar para fijar los precios y la divisa estadounidense superó su valor histórico en el mercado informal de cambios ante el riesgo de una nueva cesación de pagos.
El gobierno y el organismo llegaron a un principio de acuerdo a fines de enero, pero todavía se están negociando los detalles. Además, la refinanciación de la deuda requiere de la aprobación del Congreso y aún no está claro que el oficialismo obtenga los votos necesarios.