Si en las últimas fiestas de fin de año, en su lista de regalos navideños incluyó algún electrodoméstico, debe haber notado -tal como sucedió en gran parte del 2021- que los precios no eran los mismos, por lo que su presupuesto demandó más dinero para concretar su compra.
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Si bien, diferentes marcas de electrodomésticos ya habían alertado que los vaivenes del tipo de cambio y la crisis de los contenedores -con el consecuente incremento de los fletes-, motivaron -entre otros factores- un incremento de los precios y, tomando en cuenta que ambos problemas siguen sin mostrar visos de solución, ¿qué pasará con los precios de los electrodomésticos durante este año?
Tanto Sandro Sattler, gerente general de Sole, como Javier Ugarte, gerente general de Indurama, han coincidido en pronosticar que la tendencia al alza continuará en el 2022.
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Desde la perspectiva de Sattler, el incremento en los costos de algunos insumos a raíz del alza de los commodities y la escasez de contenedores, ya tuvieron un primer impacto en el 2021 y aunque sus “costos aumentaron más de 30%”, gracias a la eficiencia aplicada en sus procesos lograron que el incremento sea de 10%.
Mientras que para el 2022, considerando que gran parte de los problemas que motivaron dichos incrementos siguen sin solucionarse, refiere que este año se volverían a producir nuevos incrementos, pero no más importantes de los que se registraron en el 2021.
“Es probable que haya un incremento menor al mencionado (10% en el 2021), pero más que del tema de fletes, va a depender del tipo de cambio, que es un factor que no manejamos y de la coyuntura del país”, asegura convencido de que en caso el dólar fluctúe al alza se producirían nuevos incrementos.
Tendencia al alza
Al respecto, Ugarte recuerda que desde el año pasado el mercado de electrodomésticos está sufriendo dos efectos difíciles de asimilar. Primero, hay un problema en la cadena de suministro en general, y de costos logísticos, por lo que los fletes marítimos hacia el Perú se han incrementado notablemente.
En tanto que la variación del tipo de cambio, considerando que “el 99% de los electrodomésticos son importados” y que “en el Perú producimos muy poco”, también ha impactado notoriamente en los precios que, en promedio, están por encima de lo que se registraba en el 2020.
“En el 2020, el precio promedio de un televisor era de S/ 1,315, en el 2021, hasta octubre, costaba S/ 1,589 y en navidad llegó a alrededor de S/ 1,700. En el caso de una cocina, pasó de S/ 943 en el 2020 a S/ 1,016 en octubre y S/ 1,100 en navidad; mientras que una licuadora costaba, en promedio, S/ 164 en el 2020, S/ 197 en octubre y más de S/ 200 en la última navidad”, señala.
Pero, considerando como ya lo había adelantado Edgar Vásquez, director del Centro de Investigación de Economía y Negocios (CIEN) de la Asociación de Exportadores (Adex), que “el incremento de los fletes marítimos y las complicaciones logísticas generadas por la crisis contendores, van a tomar un par de años más, por lo menos, para normalizarse”, Ugarte advierte que su impacto en el mercado de electrodomésticos seguirá sintiéndose.
“Por ahora, no hay visos de que los problemas de las navieras y puertos se arreglen. Lo de los fletes va a ser un problema durante todo el año, y en la medida en que los problemas de los suministros continúen, los precios promedio de los electrodomésticos van a subir. Es inevitable”, anota.
¿En qué medida? Aunque en comparación con los precios del 2020, se aprecia un incremento de hasta 20%, Ugarte sostiene que este año, el alza oscilaría entre 9% y 12%.
Para explicar dicho incremento, refiere que “en general, el ciclo de abastecimiento de un producto es seis meses, como mínimo, y desde octubre del año pasado las marcas ya estamos comprando los productos para la campaña del Día de la Madre. Ya se hizo los pedidos iniciales y todo eso viene con fletes altos, al igual que en la última campaña de navidad porque los pedidos se hicieron en mayo”.
Con relación a los precios de los insumos, indica -al igual que Sattler de Sole- que aunque el incremento del precio del cobre favorece al país porque es exportador de materia prima, “como compradores de insumos sucede lo contrario porque todo se encarece y retorna con un precio más caro”.
A lo que se suma -según Ugarte- los problemas de energía, “por el precio del carbón”, que enfrenta China, lo que se traduce en interrupciones en los ciclos de producción porque ya no se fabrica todos los días de la semana, lo que genera un impacto en los lanzamientos que planifican las marcas.