El desabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) que se registra en el país comenzó a reflejarse en incrementos de precios de ese combustible, tal como ya ha sucedido a lo largo del año cada vez que se cierran los puertos por oleajes anómalos.
En condiciones normales, el suministro de ese gas desde la planta de Pluspetrol (el principal productor de ese derivado) en Pisco (Ica) hasta las ciudades, se realiza a través de buques tanque, pero ante el cierre de puertos, desde el fin de semana se forman largas colas de camiones cisterna esperando proveerse directamente de la citada planta.
Como resultado de esa situación, según un análisis de Macroconsult, los precios promedio del GLP a granel a nivel de grifos han registrado variaciones dependiendo de la distancia que toma abastecerse a las ciudades, desde la planta en Pisco.
Variaciones de precios
Así, en el caso de ciudades del norte del país, Diego Rosales, especialista en hidrocarburos de Macroconsult, estima que el precio promedio del GLP a granel llegó hasta los S/10.90 por galón este lunes 19, con respecto a los S/8.9 que costaba el 15 de este mes, es decir un incremento de 22.47%.
En el caso de Lima, según indicó a Gestión, calcula que el precio promedio ha llegado a S/9.40 por galón, un aumento de 17.5% con respecto a los S/8.00 por galón que exhibía hasta la quincena de setiembre.
Según la aplicación El Facilito, de Osinergmin, los precios más caros del gas a granel en Lima Metropolitana llegaban ayer hasta los S/12.05 por galón (en el distrito de San Martín de Porres).
Este tipo de variaciones, indica Rosales, se han repetido a lo largo del presente año, cada vez que ha habido cierres de puertos por oleajes anómalos, particularmente a partir de mayo (ver gráfico).
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Condiciones para las alzas
El experto de Macroconsult coincidió en que los incrementos de precios vinculados al desabastecimiento del gas ocurren cuando hay de tres a cuatro días continuos de oleajes anómalos, por lo cual los buques no pueden descargar el GLP.
Este lunes, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó que el suministro se estaba normalizando tras la apertura de los terminales marítimos del Callao (donde descargan los buques con GLP desde Pisco) que estuvieron cerrados, por lo cual el abastecimiento del gas para uso domiciliario y vehicular se estaba regularizando.
Al respecto, el director general de hidrocarburos del Minem, Román Carranza, precisó que, si bien en los grifos podía verse colas de vehículos esperando cargar GLP, en 24 horas se esperaba regularizar el suministro, y que, si subía el precio, podía ser por especulación.
Sin embargo, según lo indicado por la Sociedad Peruana de Gas Licuado (gremio que agrupa a empresas comercializadoras del GLP), tomaría más tiempo normalizar ese suministro.
Samuel Vásquez, presidente de la mencionada sociedad, explicó a Gestión que, en condiciones normales, toma seis horas en promedio a un camión cisterna de una empresa el ir a Pisco y retornar con el gas para abastecerse, pero ahora, por la gran cantidad de camiones en espera en la citada planta en Ica, la espera se puede alargar hoy hasta los cinco días.
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Incremento en costos
Eso, explicó Vásquez, significa un costo muy alto (en el transporte), que, según dio a entender, las empresas comercializadoras del citado combustible no podrían dejar de trasladar a sus precios a los consumidores, estimando que en algunos casos podrían incrementar sus precios a razón de S/0.50 o S/1.00 por galón.
Sobre este punto, el experto de Macroconsult estimó que, si se regulariza el suministro del combustible ahora, dada la rigidez con la cual los grifos trasladan las variaciones (a la baja) en sus precios, se podría tal vez empezar a ver una normalización de precios aún para el fin de semana.
Vale indicar que, según Latina, este martes había más de 200 camiones cisterna estacionados a lo largo de 5 kilómetros (en la carretera Panamericana Sur) antes de llegar a la planta de Pluspetrol en Pisco, procedentes de zonas tan alejadas como Trujillo, reclamando que no encontraban gas ni en la refinería La Pampilla ni en la planta de Zeta Gas (en Callao).