El ataque del último sábado por parte de Hamás contra Israel, la posterior declaratoria de guerra y escalada de violencia en Medio Oriente, -desde una mirada económica- empiezan a afectar los precios de los commodities y, según expertos, podrían tener repercusiones en los consumidores en el Perú.
El precio del petróleo en los mercados internacionales, que hasta la semana pasada mantenía una tendencia de contracción, en los últimos días empezó a subir, llegando este lunes a US$ 85.63 por barril el West Texas Intermediate (WTI), un alza de US$ 2.90 o de 3.44% respecto a la víspera.
No obstante, en algún momento de este lunes -según Bloomberg- la cotización del crudo WTI (usado como referente de precios de los derivados en Perú) alcanzó los US$ 87 el barril en Nueva York.
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Además, según esa agencia, si bien el papel de Israel en el suministro mundial de petróleo es insignificante, el estallido amenaza con involucrar a Estados Unidos así como a Irán (que es el cuarto productor mundial de petróleo).
Cualquier represalia contra Teherán —en medio de informes que apuntan a que ayudó a planificar los ataques-podría poner en peligro el paso de buques a través del estrecho de Ormuz, por donde se transporta gran parte del crudo del mundo y que el Gobierno iraní ha amenazado anteriormente con cerrar, advirtió.
Producción local sigue cayendo
Mientras el riesgo escala en Medio Oriente, en el Perú las importaciones de petróleo se mantenían elevadas, sobre los 225,000 barriles en promedio diario, en tanto la producción y refinación nacional de derivados cada vez se reduce más.
En septiembre, la producción local de petróleo llegó a los 34,327 barriles en promedio diario (bpd), 12.5% menor frente a igual mes del 2022, y la segunda producción más baja en lo que va del 2023 (tras la caída de la producción a 33,033 bpd de febrero).
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Hasta ahora, la explotación nacional de crudo no se recupera a niveles prepandemia, pues entre enero y febrero del 2020 había alcanzado los 61,000 bpd, y tras su caída en la pandemia, hoy todavía estamos casi a la mitad de esas cifras.
Esta falta de recuperación de la producción local, lleva a que se tenga que seguir importando a mayor precio, es decir a costo internacional más margen comercial, más fletes de transporte y seguros, según indico Gustavo Navarro, experto en hidrocarburos.
Impacto en precios
Para Erick García Portugal, exdirector general de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), es previsible que el incremento en la cotización del crudo a nivel internacional se refleje en los precios (mayoristas) en el Perú, dentro de poco, debido a falta de competencia en el mercado local.
El experto consideró que existe una suerte de duopolio entre Petroperú y Repsol, donde la petrolera estatal fija un precio al que le sigue su “competencia”, y que esos incrementos cada vez más se alejan del precio de referencia internacional del crudo y sus derivados (el precio WTI).
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En efecto, según el último reporte de Osinergmin (al 2 de octubre) los precios de los gasoholes premium y regular de Petroperú, se encuentran entre 42.2% y 42.3% más caros que el precio de referencia internacional (WTI) más margen comercial, que calcula ese organismo supervisor (ver tabla).
Para García Portugal, la falta de competidores se debe a que en el Perú no hay suficiente capacidad de almacenaje de combustibles (no solo GLP), sino gasoholes y diésel, que permita a importadores, incrementar la oferta de derivados y así generar competencia de precios.
Sobrestock
A su turno, Gustavo Navarro, consideró que el alza de precios del crudo en el mercado internacional obedece a los incrementos de stocks de países importadores, en previsión a que el conflicto bélico se extienda y afecte las rutas logísticas del crudo árabe, como el Estrecho de Ormuz.
No obstante, si el nuevo enfrentamiento bélico queda confinado solo entre Israel y Palestina, el experto estimó que no se debería ver mayores alzas en los precios del petróleo.
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De igual opinión fue el expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa, señalando que la última alza importante en el precio de ese commodity se vio hace cerca de un año atrás, con la invasión de Rusia a Ucrania, pero desde entonces, su cotización se “independizó” de ese conflicto y tendió a la baja.
Además, refirió que, desde entonces, Rusia misma ha incrementado su producción de dicho hidrocarburo, y hoy produce tanto crudo como Arabia Saudita, y a lo que se ha sumado la producción de Guyana (de 400,000 barriles por día).
¿Impactos positivos?
Un “impacto positivo” que podría tener el incremento de la cotización del crudo, según coincidió Ochoa, es que una consiguiente alza en los precios de los combustibles podría incentivar las conversiones de vehículos a gas natural vehicular (GNV), como ocurrió el año pasado.
En caso las alzas de precios de derivados alcancen al diésel, indicó que se podría incentivar también el consumo de combustibles alternativos a ese producto, como es el gas natural licuefactado (GNL) que ya se puede emplear en camiones para el transporte de carga.
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Ello, anotó, considerando que hoy ya hay estaciones de servicio que proveen de GNL tanto en Lima como en la costa norte (Chiclayo y Lambayeque).
Crudo podría llegar a los US$ 100 el barril
Según un análisis de Bloomberg, la crisis que hoy se vive en Medio Oriente, no es una repetición de la de octubre de 1973, pues hoy los países árabes no están atacando a Israel al unísono, pues Egipto, Jordania, Siria, Arabia Saudita y el resto del mundo árabe observan los acontecimientos desde fuera, sin participar en ellos.
El propio mercado petrolero, añade, no tiene las características anteriores a octubre de 1973, donde la demanda de crudo aumentaba y el mundo había agotado toda su capacidad de producción excedente.
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Hoy, anotó, el crecimiento del consumo se ha moderado, y es probable que se desacelere aún más a medida que los vehículos eléctricos se conviertan en una realidad.
Además, añade, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes disponen de una importante capacidad excedente que pueden usar para frenar los precios, si así deciden hacerlo.
Lo que es más importante, observa, es que los países de la OPEP no intentan subir los precios más allá “de unos pocos dólares adicionales”, y que Arabia Saudita se conformaría con que los precios del petróleo aumentaran otro 10% a 20%, hasta poco más de US$100 el barril.
Oro también se afecta
Mientras tanto, otro commodity que se ha visto afectado debido al conflicto en Oriente Medio es el del oro, cuyo precio al contado se incrementó en 1%, a US$1,850 por onza, tras alcanzar su nivel más alto de la semana, en tanto los futuros del metal precioso llegaban a US$1,865.
Según Giovanni Staunovo, analista de UBS, el oro se ha beneficiado, al menos a corto plazo, del repunte de las tensiones geopolíticas, debido a que los inversionistas están buscando activos de refugio seguro.
No obstante, consideró que las elevadas tasas de interés estadounidenses seguirán siendo un obstáculo para el oro. “Solo esperamos un aumento de los precios del oro una vez que la Reserva Federal empiece a mostrarse más moderada a lo largo de 2024″, anotó.
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.