Precio de la papa se duplica y factores climáticos ponen en riesgo su siembra

Veamos la data. La papa amarilla ha sido una de las más afectadas con el alza de precios. En octubre se ubicó en S/ 6.53 por kilogramo, según información del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Esto es más del doble de lo que se registró en octubre del 2021 (S/ 2.96 por kilogramo), aunque ya está 3.3% por debajo de setiembre del 2022 (S/ 6.75 por kilogramo).

Los precios de la papa peruanita (S/ 6.04) y huayro (S/ 5.63) también subieron en más de un 100% frente a octubre del 2021, y comparados con el mes previo, se dieron incrementos de 6.3% y 21.1%, respectivamente (ver tabla).

Es más, en lo que va del 2022 (al 21 de este mes), los precios al por menor de las diferentes variedades de la papa en Lima se incrementaron hasta 45.6% respecto del promedio del 2021.

Juan Miguel Quevedo, especialista de la cadena de papa de la Dirección General de Desarrollo Agrícola y Agroecología del Midagri, explicó a Gestión que para un mejor entendimiento de la situación se deben considerar dos grupos de papa. Uno es el de las nativas, como la amarilla, huayro, huamantanga, peruanita, entre otras. Y el otro es el de la “papa blanca”, que en realidad son las papas híbridas o modernas, como la única, canchan, rosada, yungay, perricholi, serranita, andina, etcétera.

En medio de esta situación, vale la pena realizar un análisis del comportamiento de la producción, el abastecimiento y la evolución de los precios de la papa, especialmente en Lima Metropolitana, a fin de identificar las causas de estas alzas.

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Producción y estacionalidad de la papa

En los últimos seis años la producción de papa ha crecido a una tasa promedio anual de 4.7%, registrando la mayor producción de las últimas décadas en el año 2021 (volumen de 5.7 millones toneladas), mientras que entre los meses de enero a setiembre de 2022 se ha registrado un volumen de 5.2 millones de toneladas (7.6% mayor respecto de similar periodo del 2021).

Frente a estos números, el Midagri prevé que “en el año 2022 la producción de papa será superior al del año pasado. En resumen, no se observa déficit de producción nacional de papa″.

Si bien la papa se cosecha durante todo el año, existen períodos estacionales marcados, en los que se concentra el grueso de la producción: la mayor producción se obtiene entre los meses de febrero y julio de cada año, mayormente en la sierra (secano). La diferencia se produce en los demás meses, aunque de volúmenes muy limitados, principalmente en los valles de la costa e interandinos, incluso bajo condiciones de riego.

Abastecimiento en Lima Metropolitana

Según el Midagri, las menores cosechas del cultivo de la papa por su comportamiento estacional, no afectó el abastecimiento en el mercado de Lima. Dos de las más importantes variedades de papas consumidas en Lima, como son la papa blanca y la papa amarilla, muestran un crecimiento anual en el 2020 de 26.7%, y en el 2021, de 16.6%. Mientras que en el periodo de enero a setiembre del 2022, el volumen de ingreso de la papa blanca ha declinado en 7.5%, “siendo compensado con el aumento del ingreso de la papa amarilla en 25.7% y el de las otras variedades de papa en 43.4%”, de acuerdo a información del ministerio.

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“Dada la estacionalidad de la producción de la papa, podría haberse estancado el ingreso de papa hacia Lima en algunos meses del año; sin embargo, se puede verificar que el ingreso mensual del total de las variedades de papa ha sido permanente, con ciertas oscilaciones como es usual, pero nunca se ha interrumpido el ingreso de papa al Gran Mercado Mayorista de Lima (GMML) de acuerdo con las cifras proporcionadas por la Empresa Municipal de Mercados”, refiere.

Asimismo, -señala la cartera- el ingreso de papa blanca y amarilla tampoco se ha interrumpido de manera que pudiera afectar los precios, aunque habría disminuido ligeramente en el tercer trimestre de 2022, solo por cuestiones estacionales, siendo compensado con un mayor abastecimiento de otras variedades de papa.

Evolución de los precios

Entonces, ¿qué ha empujado que los precios de estos tubérculos se disparen? El precio de fertilizantes y se sumaría un factor especulativo. Pero estos dos factores no han afectado de igual modo a todas las variedades.

La información de Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA, 2020) muestra que la papa blanca tiene una marcada dependencia en el uso de fertilizantes e insecticidas sintéticos para su cultivo. Mientras que las papas nativas, como la papa amarilla, utilizan mayormente abonos orgánicos.

“Hay dos grupos de papas. El primer grupo es de papas nativas que tienen 7 mil años de antigüedad, de pisos altitudinales de 3,300 a 4,200 msnm, y usan mayormente fertilización orgánica, por ejemplo, con guano que ellos tienen de vacuno, ovino, gallina. El otro grupo, es el de las papas híbridas o modernas, que no tienen más de 70 años, y que están sobre 200 hasta 3,300 msnm. Esas variedades tienen un diferente paquete tecnológico, rinden alto, pero su exigencia es alta”, detalló Quevedo.

A esto hay que sumarle que el 47% de los pequeños y medianos productores del país utilizan fertilizantes químicos, siendo el 90% de estos fertilizantes importados. Y el 53% de los pequeños y medianos productores utilizan otro tipo de fertilizantes, como el estiércol, guano de las islas, compost, hojas verdes, humus de lombrices, etcétera.

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Entre marzo del 2020 y e igual mes del 2021, los precios de los combustibles fósiles, entre ellos la urea, al caer a sus niveles más bajos, influyeron en los precios de la papa blanca en chacra y en el GMML, que también se reflejó en los precios de la papa en los mercados minoristas. Sin embargo, a partir del segundo trimestre del 2021 hasta el primero del 2022, se apreció una sustancial recuperación de los precios de los hidrocarburos, que incidieron en el encarecimiento de la papa blanca.

“A partir de la guerra en Ucrania, a fines de febrero del 2022, su impacto se vio reflejado en una subida de los precios de los hidrocarburos (pero que ya empezaron a declinar desde mayo de 2022), induciendo a una sostenida y elevada alza de los precios de la papa blanca, entre el mes de mayo hasta la primera semana de octubre de 2022″, dice el ministerio.

Por el contrario, los precios de las papas nativas, como la papa amarilla, tienen una menor dependencia de los fertilizantes importados: “Cuando en la etapa del aumento paulatino de los precios de los hidrocarburos, entre marzo de 2021 y abril de 2022, la tasa de crecimiento de los precios de la papa amarilla en chacra es casi nulo (0.6%), de la papa en el mercado mayorista (GMML), es ligeramente negativa (-2%) y en los mercados minoristas de Lima también es nulo (- 0.4%), manteniéndose estable el precio de la papa amarilla”.

Sin embargo, el Midagri consideró que, debido a la especulación, el alza del precio de la papa blanca se elevó al mismo nivel de la amarilla, pero solo en los mercados mayorista y minoristas de Lima.

Para Quevedo, la papa blanca se afectó con más claridad por el alza de los precios de los fertilizantes (importados). Sin embargo, para el caso de la amarilla, se explica por tres razones. Una de ellas es que su producción se concentra principalmente en tres regiones: Huánuco, Pasco y Junín (también hay -en menor medida- en Huancavelica); a esto se agrega que las siembras se concentran entre los meses de junio, julio y agosto, y se añade un factor especulativo.

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La mirada hacia adelante

El especialista del Midagri refirió que en la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembras (ENIS) 2022-2023, se reveló que se proyectan 331,165 hectáreas para la siembra de papa, que representan una disminución en 9,834 hectáreas (-2.9%) en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas, y con relación a la campaña 2021-2022 significa una reducción de 7.4%.

En ese momento, entre las razones que daban los agricultores encuestados resaltaban, sobre todo, el incremento de precios de los fertilizantes y pesticidas, y altos costos de producción.

Si bien -dijo el funcionario- recién en diciembre se conocerá con mayores detalles cómo se están ejecutando las siembras de los productores y se podrá proyectar a cuánto ascenderá la cosecha en el 2023, se observó que cuando comenzó la campaña agrícola, en agosto último, se mantenía dicha intención de menor siembra. Pero en setiembre, dado el precio de la papa y una reducción del precio de los fertilizantes, “están sembrando más”.

“En enero 2023 de todas maneras va a bajar el precio. Esperamos que no haya un exceso de siembra, porque tampoco queremos una sobreoferta estacional (que lleve los precios en chacra a mínimos)”, manifestó.

Sin embargo, Freddy García, presidente de la corporación rural de la papa, cuestionó la labor del Gobierno en un contexto donde aún no llega el fertilizante tras el anuncio de una cuarta compra internacional de urea (tras tres fallidas). Aseguró que en el campo se ve otra situación: “buena cantidad de mis socios han dejado de sembrar papa, y lo mismo pasa en otras regiones”.

En su momento, García estimó que en el 2023 el precio de la papa continuará al alza, en línea con lo antes mencionado: menores siembras, que incluso podrían afectarse considerablemente si hay eventos climáticos adversos.

Pronóstico agrometeorológico

Justamente, uno de los factores que también influye en la siembra es el climático. ¿Qué pronósticos agrometeorológicos hay? En los sectores de la sierra norte, vertiente oriental de la sierra central, sierra sur oriental y parte del altiplano, se esperaría un incremento de humedad, ya que se prevén lluvias superiores a 25 mm/década, según información del Senamhi de octubre 2022.

“Estas condiciones ambientales previstas favorecerían las plantaciones de papa de la campaña agrícola 2022 en curso. Por otro lado, se espera que las labores de labranza y siembra en secano (terreno de cultivo que no tiene riego y solamente se beneficia del agua de la lluvia) de la campaña 2022-2023 se inicien de manera significativa, debido a un incremento de humedad”, subrayó.

Sin embargo, -resalta el reporte de Senamhi- no se descartarían daños por granizadas, nevadas y otros eventos meteorológicos, especialmente en zonas de mayor altitud.

En la vertiente occidental de la sierra central y sur persistirían las condiciones ambientales más secas de lo normal, “ya que es más probable la presencia de lluvias inferiores a 10 mm, lo que incrementaría las necesidades hídricas de las plantaciones manejadas bajo riego de los valles interandinos”. Al mismo tiempo que la escasa humedad del suelo mantendrá condiciones desfavorables para el inicio de siembras en secano.

“Asimismo, no se descartarían daños por heladas y otros eventos meteorológicos de corta duración, propios de la zona. En la franja costera central y sur persistiría la presencia de brillo solar durante el día y las temperaturas nocturnas continuarán favorables para las plantaciones de papa en curso”, puntualizó.