
Tras la remoción de Alejandro Narváez de la presidencia de Petroperú, la petrolera estatal se encuentra en un punto crítico que implicarían cambios en su directorio y un sinceramiento de sus cuentas.
Actualmente Fidel Moreno, quien se encargaba de la vicepresidencia de la empresa estatal, asume de forma interina el liderazgo de Petroperú. Sin embargo, los especialistas coinciden en la necesidad de una recomposición total del directorio de la empresa estatal.
El expresidente de Petroperú, César Gutiérrez, consideró necesario este relevo debido a que esta gestión ha sido “parte del problema” por el cual el Gobierno habría decidido la salida de Narváez.
“Si se quiere empezar en serio se tendría que renovar todo el directorio para empezar. De lo contrario, no va a cambiar nada porque es el mismo equipo que tenía Narváez. En segundo lugar, el directorio tendría que relevar la gerencia (actualmente a cargo de Óscar Vera)”, comentó a Gestión.
Miguel Inchaustegui, ex titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), coincidió en la urgencia de nombrar un presidente de directorio con un perfil técnico y de reformular todo el directorio pues “habían personas que no estaban muy bien calificadas”.
“Normalmente, de acuerdo a la Ley General de Sociedades, cuando el presidente renuncia, se busca otro y el directorio actual continúa, pero creo que eso no sería lo mejor. Lo mejor sería de que se aproveche la salida de este presidente para reformular todo el directorio, poner personas técnicas y enfocarse en la reestructuración administrativa y financiera que se necesita”, señaló.
Para Gutiérrez este cambio no sería fácil, ya que en el mercado no existe gente con la suficiente experiencia especializada en gas, operaciones y temas comerciales. Esto llevaría inevitablemente a tener que elegir parte del personal que ya existe o que está rotando.
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La gran deuda de Petroperú
Otra de las tareas principales para la empresa estatal es el sinceramiento financiero. Gutiérrez resaltó que los ingresos que genera la operación actualmente no son suficientes para cubrir la deuda, los intereses a los bonistas y los gastos administrativos y de ventas.
“Puedes realizar 50,000 ejercicios de refinanciación, pero si lo que se genera es insuficiente para pagar la situación no se resuelve”, indicó.
Para que una empresa sea considerada viable en el sector, su deuda debe ser 1.5 veces su patrimonio, pero actualmente la deuda de Petroperú está en tres veces.
Incluso, apuntó que, según un informe de consultoría contratado por Petroperú, el valor proyectado de la empresa para 2032 es negativo, estimado en -US$ 2,500 millones.
Ante esto, Gutiérrez consideró que la opción más viable sería vender la empresa, pero esto también implica que el Estado asuma parte de la deuda teniendo en cuenta que el valor actual es negativo.
Una alternativa a la venta total es buscar un socio estratégico que ingrese al accionariado, indicó Inchaustegui.
“No necesariamente vender toda la empresa, sino de repente con una buena reestructuración y con un directorio más técnico, invitar a que otras empresas estén interesadas en participar en el accionariado”, sostuvo.
Asimismo, Inchaustegui consideró que otra vía de mejora es la incorporación de Petroperú al Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE), administración que se encarga de las empresas públicas y propone mediciones para el cumplimiento de objetivos.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.