La calificadora Apoyo & Asociados (A&A) rebajó las calificaciones de Petroperú, una decisión que se sostiene, en parte, por en una menor solidez del respaldo del Estado peruano. Se modificó las clasificaciones del Primer Programa de Instrumentos de Corto Plazo de CP-1-(pe) a CP-2+(pe) y las obligaciones de largo de AA-(pe) con perspectiva negativa a A+(pe) con perspectiva estable.
“En los últimos años, el Estado, a través de distintas medidas, ha mostrado un sólido respaldo a Petroperú. Este respaldo se ha dado mediante aportes de capital (como en el 2017 y en el 2022), apoyos financieros, líneas de crédito con entidades estatales, garantías financieras, decretos legislativos, entre otros”, recuerda A&A.
LEA TAMBIÉN: Demanda eléctrica pierde ritmo en sectores vinculados a consumo, ¿reflejo de la economía?
Durante el 2023, contrasta, se aprecia un debilitamiento en dicho respaldo debido a que el Gobierno no cuenta con caja fiscal y se estará enfocando en apoyar a sectores o empresas que pueden verse afectadas por el fenómeno El Niño (FEN), “lo cual se ve reforzada por publicaciones y declaraciones de representantes del Poder Ejecutivo”.
“Se proyecta que dicha situación se mantendrá durante el mediano plazo, ya que, según lo mencionado en diversos reportes, el producto bruto interno (PBI) mostrará un crecimiento de hasta 3.0% en el 2024″, refiere.
En opinión de la clasificadora, lo anterior debilita el soporte que ha venido recibiendo por parte del Estado en un contexto de mayor endeudamiento y menor generación de caja.
LEA TAMBIÉN: Plazo de Petroperú para etapa preoperativa en el Lote 192 venció en octubre.
Altos niveles de endeudamiento
A setiembre de 2023 (anual), Petroperú registró un EBITDA negativo por US$ 383.5 millones, debido, entre otros, al menor volumen vendido, a causa de la mayor competencia en el mercado, y a la priorización del suministro de GLP para continuar con el arranque de la nueva refinería de Talara (NRT) como consecuencia de las demoras en la puesta en operación plena de la misma, y a los problemas de movilización por conflictos sociales.
Por otro lado, los costos y gastos operativos se vieron afectados principalmente por la operación no optimizada de la NRT, la cual ha incrementado gastos de operación asociados al consumo de energía y a la puesta en marcha de nuevas unidades de proceso.
LEA TAMBIÉN: Pese a mayor producción minera transferencias a regiones caen a octubre, ¿qué pasó?
Respecto al nivel de endeudamiento, al cierre del tercer trimestre del 2023, el saldo de deuda financiera se incrementó a US$6,095 millones, producto de mayores requerimientos de financiamiento para capital de trabajo, como consecuencia del incremento de los precios internacionales del petróleo y sus derivados.
“Además, las demoras en la puesta en operación plena de la NRT obligaron a que el portafolio de productos importados se componga principalmente de productos refinados, cuyo valor es superior al del crudo”, argumenta.
Demora en la puesta en operación
A la fecha de elaboración del informe, Petroperú aún se encuentra en etapas de arranque progresivo de la NRT. La clasificadora considera de suma importancia que la NRT alcance su operación óptima para que la compañía pueda recuperar los márgenes y lograr la sostenibilidad financiera, dado que sus planes de acción dependen en gran medida de que se logre lo anterior.
LEA TAMBIÉN: Cada vez más mineras buscan soluciones distintas para asegurar suministro de agua.