La industria del petróleo peruano no ha sido ajena a los efectos del COVID -19 y desde Perupetro -entidad encargada de promocionar y suscribir contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos en el país- se plantea una reconfiguración a esta actividad a fin de impulsarla.
Durante el webinar “Desafíos del Upstream en el Perú”, organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), el presidente de Perupetro, Seferino Yesquén, dio a conocer el impacto que tuvo el sector petrolero del coronavirus.
Según dijo, la producción petrolera del país se concentra en Loreto y Piura, y éstas dos regiones han sido las más golpeadas por la pandemia. Según dijo, la producción de petróleo empezó a crecer desde el año 2017, en donde se reportaba 40,000 barriles de petróleo por día (bpd) llegando a 61,200 bpd en febrero de 2020, un cifra alcanzadas después de 6 años. En tanto ahora, dicha producción se redujo a a 31,500 bpd a fines de mayo.
De este modo, dijo que se perdieron 29,600 bpd entre febrero y mayo, de los cuales 10,700 barriles fueron por problemas de transporte y almacén (Oleoducto); unos 7,300 barriles fueron por efecto del COVID-19, unos 7,200 barriles por problemas socioambientales; y otros 4,000 barriles por la caída del precio del petróleo.
Agregó que este panorama ha generado consecuencias para el Estado, puesto que se redujeron las regalías. Así, detalló que las regalías en enero de 2020 alcanzaban los US$ 63 millones y en abril apenas se recaudó US$ 13 millones, lo que representa una caída de 79% por menor precio y menor producción.
Yesquén mencionó que la caída de las regalías se reflejaron en la caída del canon que reciben las regiones. Explicó que el canon en Loreto y Ucayali pasó de US$ 6.5 millones en enero de este año a solo US$ 720,000 abril. Lo mismo se observó en Cusco, en donde por canon recibían US$ 43 millones en enero de 2020 y en abril se redujo a US$ 4.7 millones.
“Esto quizás hoy no se siente en las regiones, pero va a tener un efecto bastante negativo porque los pronósticos de recuperación de la demanda va a ser lenta y en el Perú también esta recuperación no será rápida. El precio y la producción, ambas juntas, vana tener una recuperación un poco lenta, sobre todo en la selva. (...) Esta crisis se da en una sobreoferta de petróleo, en una situación de baja demanda, precios negativos y los retornos para los inversionistas no venían bien”, sostuvo.
Respecto a los problemas ya existentes, recalcó que cada vez se ha hecho más difícil acceder a los recursos, debido a los problemas socioambientales (problemas con las comunidades) que arrastran desde años previos. Según dijo, ello ha impedido ejecutar proyectos exploratorios y un uso de canon eficiente.
Los planes
En cuanto a inversiones petroleras, al igual que la producción, éstas venían por buen camino, comentó Yesquén. Explicó que las inversiones pasaron de US$ 28 millones por mes en el año 2016 a US$ 73 millones en marzo de 2020, con lo cual se empezaba a salir de un escenario de reducidos desembolsos.
En esa línea, indicó que es necesario empezar a trabajar en reducir la incertidumbre a los inversionistas generada por el COVID-19, garantizando que no se destruya la capacidad productiva de petróleo.
De este modo dio a conocer las medidas para reconfigurar la industria. En cuanto a las medidas impulsadoras, dijo que Perú debe dejar de ser importador de petróleo y que éste sea un objetivo macroeconómico del Estado.
“El Perú tiene como para dejar de ser un importador, ese concepto del Perú primero tenemos que llevarlo al petróleo. Este tiene que ser un objetivo macroeconómico, porque si no, no va a ver un eje político que juegue con este objetivo”, sostuvo.
De igual forma, indicó que se deben establecer medidas de alivio para resolver la falta de liquidez de las empresas; medidas estructurales para garantizar la continuidad de la capacidad productiva y medidas estructurales para garantizar que los fondos generados por la industria genere mejoras sustanciales en la sociedad.
“Para eso es necesario un trabajo en conjunto con el Ministerio de Energía y Minas, con la Presidencia del Consejo de Ministros, Perupetro, el viceministerio de hidrocarburos, Petroperú, las empresas, gremios y la academia”, dijo.
En cuanto a las medidas vinculadas a los procesos, mencionó que se trabaja en las siguientes: pago diferido de regalías por 90 días, la cual empezará a ejecutarse a partir de la próxima semana; y cambios al reglamento de regalías, que ya está aprobado por el directorio de Perupetro.
De igual manera, dijo que se ha aprobado postergar las inversiones y compromisos de exploración y explotación por 12 meses (con lo cual se verá casos por caso); se trabaja en los cambios del reglamento de calificación de empresas y se evalúa qué hacer con los contratos que tienen una próxima fecha de término.
“Esto (contratos) aún está en Perúpetro, no ha sido aprobado por el directorio, pero ya hemos aprobado la forma en cómo estos debería seguir”, explicó.
Ejemplo en regiones
El funcionario también mencionó las medidas que otros países de la región vienen implementando. Según dijo, los gobiernos están fijando precios a los combustibles, como el petróleo y gas; y dio a conocer el caso de Argentina, en donde se congeló el precio interno del crudo en US$ 45 por bpd, medida conocida como “barril criollo”, esto a fin que empiece a funcionar la actividad petrolera.
Otra de las medidas que se están aplicando es modificar los contratos por rentabilidad e incumplimientos.
“Hay compromisos que están en los contratos que la pandemia hoy no permite cumplir a los inversionistas. Entonces hay que permitir, impulsar, modificar los contratos para ayudar a los inversionista a salir de este momento”, sostuvo.
Finalmente, dijo que los gobiernos vienen haciendo es crear fondos de recuperación para garantizar la recuperación económica después de levantar las restricciones. En el caso de Perú, indicó que dicho fondo es equivalente al programa Reactiva Perú, pero otros países se ha creado un programa especial para el sector del petróleo y gas.