El consumo de café en Perú aumentó en los últimos años. No obstante, expertos advierten que si bien el mayor porcentaje de peruanos consume la producción local, aún existe una considerable preferencia por el café importado.
De acuerdo con cifras de la Cámara Peruana del Café y Cacao (CPCC), nuestro país consume un 70% más que hace 10 años, pero aún es un nivel bajo frente a nuestros pares de la región.
Lorenzo Castillo, presidente de la Junta Nacional de Café (JNC), comentó a Gestión que actualmente el consumo per cápita es de aproximadamente 1.6 kilos, mientras que en el 2022 era de 1.4 kilos.
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Un volumen relativamente bajo si se toma en cuenta que en países como Colombia el consumo llega a los 2.5 kilos por persona; y en Brasil, alcanza hasta los 6 kilos.
“Tenemos estimado que el Perú consume 1.6 kilos, de los cuales 960 gramos corresponden a café peruano y 650 gramos es café importado soluble” detalló.
El experto añadió que el consumo per cápita seguiría creciendo en los próximos años y para el 2030 se proyecta alcanzar los 2 kilos.
“El peruano está aprendiendo a valorar su café de alta calidad. Además, hay una proliferación de cafeterías y emprendimientos en distintas partes del país. El consumo del producto peruano está siendo empujado por una demanda de café de calidad. Ha habido una evolución cuantitativa en este mercado”, explicó Castillo.
Sin embargo, si bien se estima que la tendencia se mantenga, aún existen algunos retos en este mercado.
Café peruano vs importado
Castillo destacó dos factores que harían que un porcentaje considerable de peruanos opten por comprar café importado en vez del local.
“El café importado es un competidor desleal con la producción nacional, porque la mayor parte de los productos que vienen de afuera son industrializados o solubles. Entonces, es más fácil para las amas de casa preparar su café de sobre, ya que les ahorra tiempo”, anotó a Gestión.
Esto hace que el producto extranjero tenga una demanda fuerte, porque su preparación conlleva una menor ocupación de tiempo. Aunque no es de la misma calidad, sabor y aroma, el factor tiempo e inmediatez alienta su compra.
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Un segundo factor pasa por un tema impositivo, el cual genera una competencia desleal para el producto nacional.
“Mientras todos los países productores establecen entre un 10% a 30% de aranceles a los cafés importados, Perú es el único que ha puesto este impuesto a cero. Entonces, los productos que ingresan compiten con la producción nacional y los grupos importadores de café se ven favorecidos”, argumentó.
“Lamentablemente, por una política de Gobierno, ya que aquí no se valora la producción nacional, no se incentiva. La Junta ha planteado establecer un arancel de 10% a los productos importados, que sirvan para constituir un fondo de promoción del café”, comentó.
Agregó que, actualmente, no hay un fondo de promoción que permita promover el consumo como en otros países. Entonces, se genera una competencia desleal con los productos nacionales.
Preferencia por el café soluble
David Gonzales, coordinador en Cámara Peruana del Café y Cacao, coincidió en que si bien nuestro país posee un nivel de consumo bajo en comparación con los países vecinos, hoy en día se toma más café que en años anteriores.
“Desde la pandemia, el consumo de café ha ido aumentando y, en gran parte, el factor precio ha hecho que esta tendencia se mantenga. A diferencia de otro tipo de bebidas, el café tiene mayores oportunidades de consumo habitual, tanto dentro como fuera del hogar”, dijo.
No obstante, refirió que pese a que ahora los peruanos consumen más este producto, una importante oferta es de tipo soluble o instantáneo.
“Si bien hay más puntos de venta, la mayor oferta de café es soluble, ya que es más rápido de preparar y más barato. Además, rinde más que el café molido. Con un gramo de soluble puedes tener una taza, mientras que necesitas alrededor de 8 o 10 gramos de café molido para hacer una taza”, detalló Gonzales a Gestión.
Dicho esto, refirió que todo pasa por una cuestión de hábitos de consumo de los peruanos y también por las características del producto soluble: menor precio, mayor accesibilidad, instantaneidad y fácil de preparar.
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Por su parte, José Huamán, gerente de Industria y Cafetería en Cenfrocafé, comentó que hace falta una mayor cultura cafetalera en los peruanos. “Nosotros tenemos un muy buen café como para consumir el café pasado, pero a veces la mayor facilidad hace que optemos por productos solubles. Además, que haya una mayor oferta de este tipo de opciones”, anotó.
Añadió que el 90% de café que producimos es de tipo arábico, que es de mayor calidad que el robusto. Entonces, el Perú tiene la capacidad para incrementar el consumo del café molido para pasar; sin embargo, hace falta un mayor impulso por parte del Gobierno.
“Yo creo que desde la parte del Estado nos falta mucho seguir promocionando las ferias donde se puedan presentar productos de calidad. Asimismo, se deben hacer campañas informativas para que el consumidor entienda que el mejor café no es el soluble”, dijo.
Otro reto que tiene que enfrentar el Estado es la formalización de los productos industrializados, ya que muchas veces estos no tienen un registro sanitario. Existen cafés de muy buena calidad, pero “que se tuestan en industrias informales, por lo cual no cuentan con una certificación que les permita estar en un anaquel de un supermercado”.
“Se trata de un problema más técnico. Desde el Estado se debe orientar a estos agricultores para que puedan generar una muy buena marca, con la documentación correcta para poder estar dentro de un supermercado e incluso, para llevar sus productos fuera del Perú”, explicó.
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Otras problemáticas
Lorenzo Castillo señaló que otra de las principales problemáticas en el cultivo del café es que la mayoría de las plantaciones se encuentra hacia el final de su ciclo productivo.
“El 75% de las plantaciones ya han terminado sus ciclos productivos, tienen más de 15 años de instaladas y lo recomendable es que la plantación no pase de 10 años. Ese es un gran desafío que tiene el Perú”, explicó a Gestión.
“Nuestro país tiene que pasar de un rendimiento promedio de 700 kilos por hectárea a un promedio por encima de los 3,200 kilos en todo el país, y entonces. Este es otro reto pendiente”, añadió.
En ese marco, el experto advirtió que si no se desarrolla un proceso de reconversión de la producción, en un futuro, el café podría ser sustituido por otros cultivos.
Pese a los problemas en cuanto a capacidad productiva, el café peruano ha logrado una buena calidad, lo que hace que tenga demanda en el mercado nacional e internacional.
“Hay variedades de cafés que han logrado un manejo de buena calidad a pesar de los volúmenes pequeños. Esto hace que el café peruano tenga una demanda en el mercado por su calidad y la dificultad está en cómo saber negociar los precios y oportunidades”, detalló Castillo.
Finalmente, indicó que la Junta ha introducido en los últimos años, en alianza con una plataforma global de café, una variedad híbrida cuya demanda de instalación se está ampliando en el país y tiene mayor resistencia a plagas, alta calidad y muy buena productividad.
Licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Con cinco años de experiencia en prensa escrita y digital. Actualmente, se desempeña como redactor en Diario Gestión.
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