
Esta semana el Gobierno peruano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México tras la concesión de asilo a la ex premier Betssy Chávez, pero ¿esta tensión podría tener repercusiones en el comercio exterior con uno de nuestros principales socios comerciales en América Latina?
La ruptura se produce en un contexto en el que las relaciones comerciales vienen dinámicas, según datos de la Asociación de Exportadores (Adex). De enero a agosto, las exportaciones peruanas a México crecieron 16.4% al sumar más de US$ 629 millones, impulsadas por productos del sector agropecuario y agroindustrial, así como del siderúrgico y metalúrgico.
En tanto, las importaciones provenientes de México -concentradas principalmente en productos químicos y siderometalúrgicos- superaron los US$ 1,087 millones, aunque están 2.9% por debajo que en el 2024.
Pese a leve retroceso en importaciones mexicanas al país, la información del Sistema de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade evidencia que la balanza comercial es favorable para México en cerca de US$ 458 millones en lo que va del año.

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Sin embargo, durante los últimos años, el comercio con México viene mostrando una tendencia lenta a favorecer a las exportaciones peruanas, de acuerdo con un reciente reporte de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Se calcula que, entre el 2013 y 2024, las exportaciones peruanas a ese destino crecieron 74%, mientras que, en el caso de las importaciones, estas disminuyeron en un 7%.
El reporte de la CCL añade que las relaciones empresariales se venían consolidado debido al Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente desde 2012 y a la participación de ambos países en la Alianza del Pacífico.

¿Impactaría en las exportaciones peruanas?
En promedio, el intercambio comercial total entre ambos países bordea los US$ 2,500 millones anuales. Sin embargo, Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), precisó que los envíos al mercado mexicano representan apenas una fracción del comercio exterior peruano.
“Si hablamos de participación en nuestras exportaciones totales, apenas representaría el 1% de nuestros envíos al mundo. En nuestras compras, su peso es del 3%. Es decir, la participación de México en nuestro comercio exterior es bastante baja, no se compara con socios como China o Estados Unidos”, comentó.
Si bien México tiene un papel limitado dentro de la estructura exportadora e importadora del país, esto no significa que el vínculo sea irrelevante.
Aunque el rompimiento diplomático no necesariamente implica un cierre al comercio, Zacnich indicó que las tensiones con un mercado importante para productos agroindustriales y proveedor de manufacturas podría generar tensiones operativas y logísticas.
“La ruptura de relaciones diplomáticas no significa un cierre automático de fronteras al comercio. Las relaciones comerciales se mantendrían a través de canales alternativos, porque quienes realizan las operaciones son las empresas. Lo que sí genera es incertidumbre y el riesgo de que se dicten medidas que entorpezcan el flujo comercial”, indicó.
El representante de ComexPerú resaltó que las ausencias de canales diplomáticos podrian entorpecer la cooperación aduanera, por lo que probablemente empresas de servicio logístico tendrían entorpecimiento en la facilitación del comercio, enfrentarían mayores costos operativos por demoras y mayores inspecciones.
Asimismo, el especialista de ComexPerú no descarta que, ante la incertidumbre por un posible escenario más restrictivo, algunas compañías aceleren sus operaciones para anticiparse a eventuales restricciones.
Juan Carlos Ladines, investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), coincidió en que el distanciamiento diplomático -teniendo en cuenta que ya existían tensiones con el gobierno mexicano anterior- complica aún más la cooperación económica y logística entre ambos países miembros de la Alianza del Pacífico.
“Lo que es la facilitación de comercio entre ambos países se ha visto dañada definitivamente, esto complica la situación y hace que el Perú se aleje de tener un socio estratégico y natural en cierta manera, incluso parte de nuestras exportaciones van a los puertos de México para para los Estados Unidos”, explicó.
Para Ladines, Perú está en una posición más débil, por lo que si la tensión se profundiza, las afectaciones podrían ser mayores para los actores del comercio exterior en el país.
“Perú importa principalmente de México bastante manufactura, bienes intermedios y hasta servicios, entonces, es difícil buscar otro socio estratégico que presente esos ese tipo de sectores”, refirió.
Por su lado, Zacnich consideró que si, en un hipotético caso, se culmina el TLC con México, Perú perdería ciertos beneficios arancelarios, pero el impacto sería limitado por la diversificación de mercados.
El especialista recordó que el Perú tiene 22 acuerdos comerciales con el mundo que nos conectan con más de 58 mercados.
“Más del 90% nuestras exportaciones están cubiertas con acuerdos comerciales, ese 1% que exportamos a México probablemente podría ser reubicado en otros mercados, hay alternativas. En el caso de las importaciones seguro se podrían conseguir productos de otros orígenes”, sostuvo.
El representante de ComexPerú agregó que, por ahora, los acuerdos comerciales se mantendrán vigentes mientras no exista una disposición formal que los modifique, por lo que no debería verse un mayor impacto.


Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.








