
La competitividad se resume en la destreza para destacar dentro de un entorno donde existen pares que persiguen los mismos objetivos. Al respecto, de 69 economías en evaluación, Perú se posiciona en el colofón.
Así lo detectó el Ranking Mundial de Competitividad 2025, a cargo del Institute for Management Development (IMD) con la colaboración de Centrum PUCP.
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Competitividad de Perú en el tiempo
En el informe oficial se registra un avance momentáneo para el Perú: con el puesto 60 de 69 países, ha logrado subir tres lugares desde el 2024, cuando abrazaba el espacio 63 de un total de 67 territorios.
Sin embargo, en contraste con los años previos, nuestra nación muestra una pérdida de ventaja. Desde el 2021 hasta el 2023, ocupaba los lugares del top 50. Luis del Carpio, Director de Programas de Centrum, incluso retrocede más en la línea temporal y recuerda un resultado beneficioso del 2008.
“Siempre hay que ponernos en perspectiva. En el 2008, por ejemplo, estuvimos en la posición 35. Entonces, en el largo plazo ha habido un deterioro de la competitividad del país [...]. Se ha acrecentado, por supuesto, luego de la pandemia”, sostiene.

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Tendencias de competitividad: Perú
El estudio clasifica cuatro factores que determinan las tendencias de competitividad: el desempeño económico, la eficiencia gubernamental, la eficiencia empresarial y la infraestructura.
En detalle, el Perú sostiene un crecimiento en el pilar de desempeño económico —del puesto 60 en el 2021 al puesto 47 en el 2025—. La caída pronunciada, por el contrario, está en el ítem de eficiencia del gobierno —del puesto 48 en el 2021 al puesto 59 en el 2025—.
En suma, en el primer grupo se han evaluado componentes como el comercio y la inversión internacional, el empleo y los precios. Para el segundo se han considerado las finanzas públicas, la política tributaria y el marco institucional.
Del Carpio reflexiona acerca de este escenario: “Tenemos una ventaja histórica que es el efecto de los precios, la inflación y el costo de vida. Es algo positivo, pero la evolución también muestra que estos datos han resultado ser muy volátiles. Somos altamente sensibles a los cambios coyunturales, a los cambios de largo plazo”.
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La lupa sobre Latinoamérica
A nivel latinoamericano, Chile continúa a la cabeza de competitividad y se establece en el puesto 42. Se destaca, asimismo, el ascenso de Colombia —puesto 54— hacia el segundo lugar, el mismo que antes le pertenecía a México. No obstante, ahora el país azteca se ubica en la zona tres, con el puesto 55.
El cuarto lugar —y con el puesto 58— se lo lleva Brasil; y el quinto, finalmente, es para Perú.
En esa línea, nuestro territorio supera en competitividad solo a Argentina (62) y a Venezuela (69). Si bien ambas naciones han estado marcadas por altos niveles de inflación y una desbordada intervención estatal en la economía, Argentina inició un proceso de recuperación.
“No solamente importa hacerlo bien, hay que hacerlo mejor que los demás. En el año 2008, por ejemplo, éramos segundos en la región, solamente después de Chile”, complementa Del Carpio.
“Ahora tenemos que hacer que los fundamentos económicos, que durante tantos años nos permitieron crecer, se mantengan. Aspectos como la inflación repercuten, son altamente sensibles en nuestro desempeño competitivo, por eso en el último año hemos recuperado tres posiciones, ¿pero vamos a estar sujetos a estos vaivenes?“, se cuestiona.
El especialista remarca este último punto porque los ajustes estructurales en el país “difícilmente cambian en cortos periodos”, manifiesta. “Me refiero a la infraestructura vinculada a la educación, a la salud, al desarrollo científico, al desarrollo tecnológico. ¿Ha habido avances en el país? Sí, no se puede negar, pero miremos el enfoque de competencia".

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Competitividad: el universo de factores
Para calcular los cuatro ejes que miden la competitividad, en el ranking se subrayan las 15 mejoras y las 15 disminuciones en el rendimiento general de la economía del Perú.
La enumeración a favor la protagonizan el crecimiento del PBI, la fuerza laboral y el empleo, por ejemplo. Mientras que en la lista en contra aparecen el homicidio, el déficit fiscal y la falta de transparencia.
“Los homicidios o el déficit presupuestario tienen un efecto que contamina a otros elementos. La inseguridad ciudadana impacta directamente en las inversiones, en el ambiente para hacer negocios y eso, por supuesto, cala la productividad y también el desempeño económico a largo plazo”, observa Del Carpio.
Él habla de un “correlato con otros factores”. Así, entrelaza la inseguridad ciudadana con el uso eficiente de los recursos. “Los recursos existen para el país, pero el problema es la calidad del gasto. [...] Si no somos un país que desarrolla un ambiente adecuado para las inversiones, va a ser muy difícil que tengamos una sostenibilidad en competitividad”.
A esta problemática le suma la corrupción: “Debilita los elementos estructurales sobre los cuales podemos avanzar o, en todo caso, hace mucho más difícil que los esfuerzos se traduzcan al largo plazo”.
Luego de un mix de ambos lados de la moneda, se establen 15 indicadores generales como factores clave del atractivo de la economía. Predominan el dinamismo económico, con 68.2%; el acceso a financiamiento, con 55.3%; la competitividad en costes, con 52.9%; y la mano de obra cualificada, con 42.4%.
En la relación también se contemplan el entorno favorable para los negocios, la estabilidad y previsibilidad de las políticas, el entorno jurídico eficaz y otros más.

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¿Cuáles son los desafíos?
Ante los resultados, Centrum PUCP enlista los retos para Perú en este 2025. Sugiere, así, mejorar el entorno empresarial para reducir la incertidumbre y, de esa manera, fortalecer el marco de justicia, seguridad y democracia.
El factor corrupción no queda de lado. La escuela de negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú considera que eliminar este deterioro social permite un fortalecimiento de las instituciones públicas y una mayor estabilidad política.
Ejecutar proyectos estratégicos que generen un impacto regional significativo, promover un crecimiento económico en armonía con el desarrollo sostenible y aumentar el progreso social son desafíos que también conforman el repertorio.
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¿En qué posición están EE. UU. y China?
Estados Unidos y China, las dos economías que resaltan globalmente en Producto Bruto Interno (PBI) y que, además, se configuran como grandes socios comerciales, han caído en sus posiciones.
En comparación con el 2024, EE. UU. descendió un lugar y ahora se ubica en el puesto 13; mientras que el gigante asiático retrocedió dos lugares y ocupa el 16.
A la batuta del desempeño están Suiza y Singapur, en el primer y segundo lugar respectivamente. Les siguen Hong Kong, Dinamarca y Emiratos Árabes.

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.