
Una desaceleración sin precedentes. Así calificó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a la caída del Desarrollo Humano en los últimos 35 años. Este nuevo registro de desaceleración es el protagonista del último informe de la red mundial de la ONU, denominado “Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de Inteligencia Artificial”.
En detalle, en lugar de que el mundo atraviese una recuperación sostenida luego del período de crisis del 2020-2021 —a causa de la covid-19—, el estudio revela un progreso sobre todo débil.
“Las heridas causadas por las disminuciones del valor del Índice de Desarrollo Humano (IDH) mundial entre 2020 y 2021 no han sanado, y la recuperación posterior podría estar perdiendo fuerza. Hace tan solo unos años, íbamos en dirección a vivir en un mundo con un IDH muy alto de cara al 2030. [...] Ahora se proyecta que se retrase décadas”, se puede leer en el documento oficial.
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Perú y su desarrollo humano, cómo avanza
Aunque no hay especificaciones sobre Perú, sí se puede observar que este país quedó en la posición 79 de más de 200 economías (algunos países quedan “empatados” en puestos), con lo cual se ubicó en el grupo de “alto desarrollo humano”.
El IDH es un índice compuesto que mide el rendimiento medio en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: una vida larga y saludable, conocimientos y un nivel de vida decente.
Así divide a las economías en muy alto, alto, medio y bajo desarrollo humano. Chile, Argentina y Uruguay son países de Sudamérica que, contrario a Perú, se ubicaron en el grupo de muy alto desarrollo humano. Más bien, en el grupo de Perú, quedó también México, Colombia, Brasil y Ecuador.
Quienes lideran el índice, y están en la zona de muy alto desarrollo humano están Islandia, Noruega, Suiza, Dinamarca, Alemania y Suecia.
“Seguimos viendo una divergencia cuando se trata de la distancia entre los países con altos niveles de IDH y aquellos con bajos niveles de IDH”, dijo Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, durante una rueda de prensa en la que participó Gestión.
¿IA para acelerar el crecimiento del Desarrollo Humano?
Hay un resultado que refleja cierta esperanza frente al rol de la inteligencia artificial (IA) para suscitar equidad.
La mitad de las personas que el PNUD encuestó a nivel mundial piensa que sus empleos pueden automatizarse. Pero, ante ese escenario, seis de cada diez creen que la IA tendrá un impacto positivo en su trabajo, ya que podría generar oportunidades laborales que quizá aún no existen.
Si bien las expectativas en los países en desarrollo son particularmente altas, en general alrededor del 70% espera que la IA aumente su productividad. Las conclusiones indican —señalan desde el PNUD— que la ciudadanía global está lista para esta clase de “reinicio”.
“Aproximadamente dos tercios de los encuestados en países con IDH bajo, medio y alto esperan utilizar la IA en educación, salud y trabajo (las tres dimensiones del IDH) en un año”, se rescata.
Aunque no hay detalles de Perú, el informe destaca -en una nota- que se encontró que cerca del 60% de los encuestados menores de 35 años en China, Indonesia y Perú dijeron que la IA mejoraría su trabajo en los próximos cinco años, en comparación con menos del 30% en Canadá, Japón y la República de Corea, sobre la base de datos del Ipsos AI Monitor 2024.


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La IA no reemplazará a los humanos
Uno de los mayores desafíos es paliar la sospecha de que la IA acaparará todas las esquinas del empleo.
“Independientemente de las nuevas proezas algorítmicas que se avecinan, siempre habrá espacios, aunque cambiantes, donde los humanos destaquen: donde hagan cosas que las máquinas no pueden”, se precisa en el informe.
Por ello, se destacan tres tareas prioritarias para la acción. Construir una economía en la cual las personas y la IA colaboren en lugar de competir es la primera.
“En lugar de intentar predecir el futuro, los responsables políticos deberían moldearlo y dejar de intentar adivinar cómo la IA reemplazará a los humanos”, resalta el PNUD.
Asimismo, plantea fortalecer el diálogo social que incentive el uso de la IA para salvaguardar el trabajo decente y apoyar a los empleados desplazados por la tecnología.
El segundo eje es integrar la capacidad de actuación humana en todo el ciclo vital de la IA, no únicamente en la aplicación.
“La IA debe aprovecharse para acelerar la ciencia a través de la investigación básica impulsada por la curiosidad, así como la innovación tecnológica, no automatizando los procesos creativos, sino ampliándolos”, argumenta Conceição, el vocero.
Por último, el tercer eje es modernizar los sistemas educativos y de salud para que respondan a las necesidades del siglo XXI.
En este punto, la IA ha demostrado, por ejemplo, ser prometedora para asistir a los estudiantes cuando los educadores o los padres tienen limitaciones de tiempo o de recursos. No reemplaza a los profesores porque ellos proporcionan las interacciones sociales oportunas para los estudiantes.
Basado en datos agrupados de 21 países, el PNUD calculó el uso promedio de IA en el trabajo, la educación, el entretenimiento y la salud. El alcance registró una variación según las ocupaciones —estudiantes, trabajadores, desempleados y retirados—, pero no dejó de ser recurrente.


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El papel de la IA en la inclusión económica
La capacidad de la IA para potenciar las capacidades humanas también puede servir como una vía de acceso para la inclusión económica, según el PNDU.
Por ejemplo, la inteligencia artificial tiende a mejorar el rendimiento de los trabajadores recién contratados en centrales telefónicas, pero tiene efectos menores en los empleados con mayor experiencia.
“Se han documentado resultados similares en tareas de escritura, desarrollo de software y consultoría. Las empresas están adoptando la IA para la innovación de productos más que para la automatización de procesos, y están obteniendo mayores ventas, ingresos y empleo gracias a una mejor producción”, determina.
En todo momento, Conceição fue enfático al recordar que este informe no es predictivo, sino más bien reflexivo: brinda los lineamientos para que la IA se articule como un impulsor del Desarrollo Humano y modifique el curso de la última y alicaída tendencia.



Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.