Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, los retos en el transporte aéreo de la CAN

-¿Cuál considera es la parte “más débil” en la región cuando del transporte aéreo se habla? ¿Infraestructura o regulación?

Diría que es un conjunto de factores. Efectivamente, hay temas incluso que van más allá de la infraestructura. En la regulación, por ejemplo, hay un trabajo pendiente. Pero, también el tema de la sostenibilidad es clave. Igual, al final del día todo está bajo el paraguas de ser más competitivos. Si tienes buenos aeropuertos, a través de buena infraestructura, mejoras competitividad; si hay una regulación que permite a los estados controlar y monitorear el sector, pero sin convertirse en una traba, eres más competitivo; si eres cada vez más sostenible, eres competitivo.

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-¿Cuál es la expectativa para este año sobre el tráfico de pasajeros?

En 2023, el tráfico aéreo internacional sumó más de 35 millones de pasajeros correspondientes al embarque de pasajeros de las líneas aéreas por los aeropuertos internacionales de los países de la Comunidad Andina, un aumento de 20.2% respecto al 2022. En distinta magnitud, los países han ido creciendo. Perú es uno de los puntales que impulsa el transporte aéreo en la región. Es uno de los que más ha crecido entre los cuatro países. Esa tendencia seguramente se va a mantener (este año). El sector se está recuperando. La expectativa es favorable.

-Perú, más allá de la tasa de crecimiento, ¿qué representa para el transporte aéreo?

Perú, más allá de las cifras, tiene unos factores ancla que mueven el transporte aéreo en la región. Cusco, definitivamente es un “jalador” del turismo, eso se mantiene y va en crecimiento. Aún así, mucho de lo que puede ocurrir en la región, y en particular en Perú, está atado a los entornos económicos y políticos, y esos ciclos que se vienen dando. El punto es dar la tranquilidad de que se tratan de países con seguridad, sin vaivenes de precios.

Hay que trabajar en varios aspectos, incluso en los temas de frontera hay oportunidad. Se habló en algún momento de que los vuelos entre fronteras se consideren domésticos, habrá que evaluarlo. El marco regulatorio tendrá que ser actualizado. Además, hay que ir viendo las nuevas realidades en el sector, como líneas low cost, aeropuertos concesionados y otros en manos de los estados, sumado a situaciones y geografías diferentes. Conjugar todo eso para que haya un despegue mucho más dinámico del sector es el reto que tenemos desde el Estado hasta la propia industria y los distintos actores.

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-¿Cuáles son los retos y oportunidades que se vislumbran para el 2025?

En general, diría que veremos los mismos desafíos, es decir, mejorar conectividad y accesibilidad. En Perú están próximos a la inauguración de la expansión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH), eso es muy positivo. Los que hemos viajado a Perú, hemos visto las limitaciones del aeropuerto actual, (así que el nuevo terminal) va a dar un respiro al sector, desde la prestación del servicio hasta a los propios operadores de pasajeros y carga.

Ustedes, además, tienen el desafío del evento APEC 2024 y la inauguración del puerto de Chancay, eso tiene un efecto rebote en el transporte aéreo, todo está interconectado. Los desafíos en realidad son retos grandes, pero positivos. Pienso, se va a estar a la altura de esto. A esto le agregaría que se hace necesario, ya como región, crear rutas que permitan a pasajeros visiten la región desde circuitos más conectados.

-¿Cómo lograr esto último?

Nosotros, y te hablo de otro segmento en el que trabajamos, estamos impulsando una iniciativa de Caminos Andinos. Estamos identificando las rutas principales en los cuatro países. Entonces, se va a promover circuitos plenamente identificados, eso definitivamente puede ser promocionado.