El último informe sobre el Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022, presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), este miércoles, revela un panorama poco alentador. En un año (al 2021) el número de personas en situación de hambre en el mundo se incrementó en 46 millones, alcanzando a 828 millones de personas, ubicándose la mayoría en los continentes de Asia, África y América Latina.
Este es el tercer año consecutivo que el informe presenta cifras negativas tras el impacto de la pandemia por la COVID-19. El organismo multilateral no ha recibido a bien esta noticia a menos de ocho años para alcanzar la meta propuesta para el 2030: acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición (el punto 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS).
“La situación es extremadamente grave. Cuatro de cada diez personas viven con inseguridad alimentaria, mientras que todavía tenemos que prepararnos para los impactos de la crisis alimentaria actual, incluida la guerra en Ucrania”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
Y es que el organismo toma en cuenta también la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento económico para este 2022 a nivel mundial y el impacto que genera la guerra en curso en Ucrania, que está perturbando las cadenas de suministro y afectando aún más los precios de los cereales, los fertilizantes y la energía, elevando los precios de los alimentos; sin contar la presencia de fenómenos climáticos extremos más frecuentes y graves.
En este panorama, ¿cómo se encuentra Perú? El reporte de este año detalla que si bien el número de personas que padecieron subalimentación (hambre) se redujo levemente, alcanzando los 2,7 millones entre el 2019-2021, frente a los 2,8 millones de personas que registró en el informe anterior (2018-2020); el número de peruanos que sufre de inseguridad alimentaria grave o moderada aumentó.
Así, hasta el 2021, Perú registraba 6,2 millones de personas con inseguridad alimentaria grave -es decir, personas que deben saltearse alimentos por falta de acceso-, sin embargo, en el informe de este año, la ONU advierte que la cifra subió a 6,8 millones de peruanos.
Mientras que el número de personas que padecen de inseguridad alimentaria moderada o grave pasó de 15,5 millones de peruanos a 16,6 millones en el actual informe, es decir, 1,1 millones de personas más vulnerables a no alimentarse de forma adecuada y altamente expuesta a reducir su ingesta de calorías o alimentos nutritivos ante problemáticas como el aumento de la pobreza o escasez de alimentos.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) en Perú ha negado que pueda existir escasez de alimentos en el país pese a la crisis de los fertilizantes, apuntando que en la próxima campaña de siembra 2022-2023, que comienza en agosto, el número de áreas cultivadas crecerá hasta en 4%.
Pese a ello, ha reconocido que las hectáreas de arroz y papa -alimentos claves en la dieta de los peruanos- se reducirían en casi 10,000 hectáreas, sin contar que pese a que los productores puedan sembrar más, muchos estarían optando por no fertilizar la tierra ante el alto costo de la urea, lo que podría reducir el volumen de producción por planta. El Midagri trata de evitar este escenario con la compra y venta de urea, aunque todavía no hay fecha definida de cuándo se ejecutará este plan.
Estado en Sudamérica
A nivel de Sudamérica, Brasil y Argentina registran, en ese orden, las cifras más altas sobre población expuesta a la inseguridad alimentaria moderada o grave. El informe -cabe indicar- no registra datos de Venezuela.
El reporte señala también que la inseguridad alimentaria ha continuado empeorando en América Latina y el Caribe, impulsada en gran parte por América del Sur, donde el hambre casi se ha duplicado desde el 2015.
“La cantidad de personas en situación de inseguridad alimentaria en la región sugiere que el problema ya no se limita a grupos sociales que han vivido en la pobreza durante mucho tiempo; la inseguridad alimentaria ha llegado a las ciudades, y a decenas de miles de hogares que antes no la habían vivido”, declaró Berdegué, según un comunicado de prensa.
Las previsiones de la FAO apuntan a que cerca de 670 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030, es decir, el 8% de la población mundial, igual que en 2015, cuando se puso en marcha la Agenda 2030.
Dato
-El informe Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022 (SOFI por sus siglas en inglés) es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).