Para las peluquerías, salones de belleza y barberías del país, cumplir los nuevos protocolos de bioseguridad para atender en sus locales implicará invertir en implementos adicionales y reducir sus aforos a la mitad, lo que elevaría sus costos y limitaría sus ingresos.
Como resultado, los precios al usuario final podrían incrementarse entre 10% y 15%, dependiendo del tamaño del negocio: en los más grandes se podría elevar un 20% y en los más pequeños, entre 8% y 12%, sostuvo Víctor Hugo Montalvo, gerente general de la cadena de salón y spa Montalvo e integrante de la asociación “Juntos por la Peluquería”.
“Nosotros necesitaríamos trasladar estos costos al precio final, pero no pensando en ganar más, sino solo en sostenernos”, explica.
Según informó recientemente dicha asociación, las peluquerías, salones de belleza y barberías del país esperan volver a operar en sus locales desde inicios de julio, bajo los protocolos de bioseguridad que, de acuerdo con el gremio, ya han sido aprobados por el Ministerio de Salud (Minsa).
Este sector venía creciendo entre 6% y 7% en los últimos años, sin embargo, los acontecimientos del presente año hacen previsible que el 2020 cerrará con una caída de entre 20% y 30% . Hasta la fecha, estima que las pérdidas rondan los S/ 500 millones.
De las 41,000 peluquerías, salones de belleza y barberías que existen en el país -desde microempresas hasta grandes empresas- dependen 150,000 empleos, sin embargo, solo la mitad de los trabajadores (75,000) volverían a sus puestos con la reactivación del sector, debido a la reducción de aforos y a las grandes pérdidas sufridas por el sector, advirtió Montalvo.
Por dichas razones, al menos el 20% de estas empresas no estaría en condiciones de volver a abrir sus puertas. “Yo, por ejemplo, no podré abrir dos de mis locales, porque las condiciones de negociación de los alquileres no han sido las mejores”, comenta.
Como se sabe, para inicios de julio dichas empresas habrán tenido paralizadas sus actividades por tres meses y medio debido a la cuarentena establecida por el gobierno para mitigar los contagios por coronavirus.
Si bien se estima que al retomar sus actividades las peluquerías gocen de una gran demanda debido a la larga espera de muchos de sus clientes, en países como España o Paraguay –donde las peluquerías se reactivaron semanas atrás- la experiencia ha demostrado que este fenómeno es pasajero, puesto que la demanda luego se deprime de forma dramática por el incremento del desempleo y el temor a posibles contagios.
“Al inicio va haber una gran demanda, eso es clarísimo. Pero se ha demostrado en España, en los Estados Unidos y en otros países de América Latina, que solo en los primeros días hay una gran acogida y luego llega una gran caída de las ventas. En esos países se están evaluando beneficios tributarios para este sector y nosotros vamos a tener que empezar a solicitar eso", expresó Montalvo.
Los protocolos de bioseguridad que están próximos a publicarse permitirían un aforo máximo del 50% de su capacidad usual -detalló- y establecerían la obligatoriedad de medir la temperatura de trabajadores y usuarios antes de su ingreso al local.
Por su parte, cada cliente deberá agendar su cita con anticipación, vía telefónica o por internet; y encontrará en la puerta de ingreso del local una bandeja con agua y lejía, para desinfectar los calzados.
Asimismo, cada estilista o peluquero deberá llevar una mascarilla y un mandil, además de lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente. Los guantes no será de uso obligatorio, salvo en los casos en que el tipo de servicio lo requiera, detalló.