Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s Investor Services, conversón con gestion.pe y analiza las implicancias que tiene esta crisis política en la economía peruana y sus efectos en el corto, mediano y largo plazo.
- ¿Cómo impacta en la calificación de riesgo o su perspectiva este cambio constante en el gabinete ministerial de Pedro Castillo, el cuarto en siete meses de gobierno?
La volatilidad política está ligeramente más intensa de lo que habíamos previsto, pero en la línea de que iba a estar presente; por el momento no vemos que afecte la calificación de riesgo del país ni la perspectiva estable de lo que tenemos.
La perspectiva estable de la calificación está aguantando, por ahora los fundamentos económicos siguen ayudando a mitigar el desastre político que vemos en el país.
- ¿Y cómo ven su efecto en el más corto plazo?
Hay un balance de ciertos factores que uno puede concluir después de todos estos vaivenes (de la crisis política). Por un lado, está que esto genera incertidumbre en el corto plazo y por supuesto no es saludable para el desempeño económico ni para la confianza empresarial que están en el tramo negativo. En parte esta volatilidad sí genera incertidumbre en el corto plazo, lo que limita o paraliza un poco las políticas públicas, que dentro de un contexto de economía con buenos fundamentos es un equilibrio menos malo, que uno donde se hacen cambios bruscos al modelo.
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- No hay cambios bruscos, pero sigue en la agenda del Gobierno el cambio de constitución ¿Eso preocupa?
No sale de la agenda la Asamblea Constituyente, y se insiste con esto, pero hay dos factores: por un lado, las instituciones del país están aguantando mejor de lo que uno hubiese pensado o temido, y también que el Gobierno ha llegado a llenar a casi todo el espectro político, de izquierda a derecha con su forma de gobernar, con su volatilidad, la falta de predictibilidad y el desorden que tienen.
- Lo que se observa es que en las entidades públicas ingresa personal no necesariamente idóneo ¿ese no es un problema?
Sin lugar a dudas, se está deteriorando la calidad del servicio civil en varias de las instituciones regulatorias y públicas. Si bien esto es negativo, también estamos en un equilibrio menos negativo que lo previsto.
Sí va a pasar factura en el largo plazo, pero hay ciertos mitigantes que pueden ayudar a que eso en el futuro cambie y que no sean cambios irreversibles.
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- Ni el riesgo país ni el tipo de cambio se han movido bruscamente, ¿cuál es la lectura?, ¿ya no hay más fuga de capitales?
El año pasado salieron US$ 17,000 millones en flujo de capitales, no solo con los residentes, sino con los no residentes, y creo que los inversores que persisten y se mantienen en el país están aprendiendo a interpretar mejor la volatilidad y están aprendiendo de estos cambios bruscos. El tipo de cambio y el riesgo país están muy relacionados con el cambio en el gobierno y se ha moderado esa preocupación, porque no se ve que el gobierno pueda implementar esa agenda tan agresiva con la que llegó al inicio.
- Ahora con ese nuevo gabinete aún no se sabe si logrará el voto de confianza…
Ahí vemos una incertidumbre total, no sabemos si se va a lograr el voto de confianza, pero en la forma que está conformado nos dice que el gobierno se aísla un poco más de casi todo el espectro político.
Hay un cálculo político que va a tener que hacer el Congreso en las próximas semanas cuando se presente el gabinete, si es que quieren usar esa bala que tienen en el cartucho para no dar el voto de confianza, porque quemar ese cartucho deja en jaque la idea de que el presidente pueda cerrar el Congreso.
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- En febrero se observa que el promedio diario de la inversión pública del gobierno central tiene una caída de 54% respecto a enero y 80% si se compara con febrero del 2021, esto ya depende de los ministros…
Claramente la volatilidad política está pasando factura, y uno puede esperar que la inversión pública va a caer un poco más cuando se den las elecciones regionales y municipales. Es algo que le va a restar al impulso económico, pero que curiosamente puede que tenga un impacto positivo en las cuentas fiscales.
No es una manera óptima de consolidar las cuentas fiscales, pero por lo menos no vemos un despilfarro del gobierno sin control que nos lleve a un ambiente de insostenibilidad fiscal en este momento.
- A ello se suma que la inversión privada se dijo que podría caer, ¿qué esperan Uds.?
Por un lado, la inversión privada minera sorprendió el año pasado por un reflejo de los precios de las materias primas; ya teníamos una caída de la inversión privada en su totalidad para este año, en la que la inversión privada minera sí crecía, pero la no minera se contraía, de tal manera que el total apunta a una contracción.
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- Entonces, ¿hay un efecto que pasa factura a la economía…?
Se está generando un consenso, de que es el gobierno y el presidente el ente más desestabilizador. Ya no es la confrontación entre Ejecutivo y Legislativo, sino el gobierno es el principal desestabilizador.
- ¿Esto en qué se manifiesta?
Eso se ve en lo sorprendente que casi todo el espectro político está invitando al presidente a renunciar; no le veo salida en el corto plazo a esta dinámica de una confianza empresarial bastante golpeada, ni a las expectativas económicas muy negativas en el corto plazo, fuera de un cambio de gobierno.
- ¿Qué efectos habría si ocurre ese cambio de gobierno?
Incertidumbre en el corto plazo, porque entramos a un espacio en el que no se sabe cuáles van a ser las prioridades políticas del siguiente gobierno, sea cual sea, el que suceda al presidente, sea la vicepresidente u otro gobierno, pero en el mediano o largo plazo un alivio de los agentes económicos, porque el consenso parece indicar que el ente principal desestabilizador es el Gobierno.
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- Si fuera por vacancia, que se da en el Congreso…
No creo que sea distinta, siempre vas a tener un momento de incertidumbre en el corto plazo, pero algo de alivio cauteloso en el mediano plazo.
- Hay algunos cambios claves en el gabinete ministerial, ¿qué impresión deja la llegada de Oscar Graham?
El ministro de Economía tiene una alta trayectoria en el sector público, en el MEF, BCR u otros organismos reguladores y desde el punto de vista de los inversionistas extranjeros siempre es bienvenido un ministro de altas cualidades técnicas y creo que eso también ha ayudado a que no se mueva el riesgo país, ni el tipo de cambio.
- ¿Cuál es su mayor riesgo para Graham?
Sobre qué tanto el ministro se va a mover en el manejo político. Típicamente el ministro no tiene que ver con el manejo político, pero en este aspecto es una interrogante. No es una crítica sino una interrogante.
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- ¿Y el ministro de Salud?, ha ingresado con serios cuestionamientos frente a una tercera ola en la pandemia del COVID-19…
Es una incertidumbre, muy probablemente va a ser un cargo que estará muy cuestionado y no se puede descartar que se den interpelaciones en el futuro, o las censuras a los ministros. Creo que el proceso de vacunación está bastante enrumbado y se ha dado la compra de las vacunas que eso era tal vez la gran limitante. Ahora que tenemos un suministro más robusto de vacunas, quiero creer que el proceso puede funcionar fuera de los cuestionamientos al ministro.
- ¿Debería asumir otras prioridades el ministro de Salud?
Más allá del proceso de vacunación, cuál es el futuro para este sector salud, y eso no se ha determinado en este tiempo por las consideraciones que se tienen encima.
- El Congreso, que por ahora no es el desestabilizador, pero sale con medidas que afectan la caja fiscal ¿cuál es su evaluación, por ejemplo, frente a la devolución del Fonavi?
Seguimos las expectativas, ya hemos visto a lo largo de los últimos años que ciertas medidas podrían generar un desequilibrio fiscal, pero cada vez el MEF viene mitigando los efectos de estas medidas. ¿Hasta dónde pueden aguantar? Es una pregunta abierta, pero por el momento los resultados acompañan. Sí genera una preocupación la devolución del Fonavi, lo bueno es que siempre hay formas de mitigar los costos; por ejemplo, la devolución del Fonavi en vez de hacerlo de un solo golpe se puede hacer a lo largo del tiempo. El MEF siempre está tratando de defender el equilibrio fiscal, estaremos a la expectativa de qué medidas adopta.