La crisis política adquiere nuevas dimensiones después de que la Fiscal de la Nación presentara una denuncia constitucional contra el presidente de la República Pedro Castillo; la ministra de Cultura, Betssy Chávez, interpusiera una denuncia constitucional contra la fiscal Patricia Benavides; y el mandatario presentara una acción de amparo ante la Corte Superior de Justicia de Lima, con la que busca impedir el control político desde el Congreso.
Mientras todo esto sucede, la economía del país -y como consecuencia la de las familias peruanas-, así como los indicadores sociales están en compás de espera de acciones que realmente los favorezcan. ¿Qué repercusión tiene el creciente ruido político en el país? Tres economistas y tres empresarios toman la palabra.
Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital
Hemos venido discutiendo incluso con inversionistas y realmente no creemos que cambie el panorama de manera significativa si es que no llegara a haber alguna decisión en términos de renuncia, vacancia o suspensión del presidente. Es decir, si las investigaciones continúan pero el presidente Pedro Castillo se queda en el poder, mantendríamos un escenario político similar o inalterado versus lo que hemos visto en los últimos meses.
Me atrevería a decir que los inversionistas en general, del mercado, empresarios, extranjeros y demás, están atentos al desarrollo que todo esto puede implicar en términos del “Gobierno Castillo”. Por ello, debería tener algún impacto si es que deriva en algunos de los escenarios que mencioné, pero si el presidente se mantiene en funciones, no debería afectar materialmente las expectativas que ya teníamos.
Ante eventuales cambios de gobierno o una disrupción más importante en la relación Congreso – presidente, ese tipo de situaciones podrían cambiar las expectativas, aunque no puedo decir si mejoran o empeoran, depende del escenario del que hablemos. Por lo pronto, me atrevo a comentar que este es un ruido adicional, pero mientras el presidente continúe seguramente veremos una tendencia de estancamiento político, cambios de ministros y mucho ruido. Pero al final la mayor pregunta que se genera en los mercados es si vamos a tener eventualmente elecciones generales adelantadas; y eso es algo que no podemos responder, no tenemos idea.
La confianza empresarial se mantiene en terreno pesimista, aunque hoy, per sé, lo que pasa no cambia materialmente eso. Por otro lado, el inversionista del mercado de capitales, de la bolsa y demás, ya ha incorporado plenamente este ruido político. Muy importante es decir que los peores escenarios posibles, que eran los mayores temores para los inversionistas hace seis meses o un año, hoy en nuestra opinión tienen menor probabilidad de ocurrencia. Lo que más generaba temor era la posibilidad de una Asamblea Constituyente y la nacionalización del gas de Camisea. Esos son escenarios que tienen menor probabilidad de ocurrencia.
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Alfredo Thorne, director principal de Thorne & Associates
Siempre hemos insistido que este (el ruido político) era un factor detrás del bajo crecimiento. La mejor forma de ver esta situación es analizando las expectativas empresariales del Banco Central de Reserva (BCR): hasta setiembre, habíamos visto que seguían en terreno negativo, pero se registró una leve mejora. Sin embargo, con este ruido político me da la impresión de que las expectativas del consumidor y del inversionista van a caer; eso significa menor gasto privado y menor inversión. En el pasado hemos podido compensar esto con medidas contracíclicas, pero ahora nuestra capacidad para compensar estos efectos es cada vez menor.
En las crisis políticas hay dos regímenes, uno en el que existe el ruido político que si bien tiene un efecto sobre las decisiones de consumo e inversión, no es uno que vaya a “descuadrar” el performance económico. Pero cuando el ruido político traba la economía e impide que los mercados operen eficientemente, es donde ves a la economía cayendo a una recesión. Nosotros no pensamos que estemos en ese segundo punto, pero sí nos estamos acercando a este.
El peor escenario es que existan dos presidentes, uno del Ejecutivo, uno del Legislativo y que los dos quieran manejar el país. La acusación constitucional va a ir al Congreso y este tendrá que proveer una salida. Hay un artículo de la Constitución, el N° 117, que menciona que el presidente no pude ser vacado, sino por cuatro causales. Ninguna de las cuatro causales está en la denuncia constitucional, pero sí se argumenta que se trata de un presidente involucrado en actos de corrupción.
Ahora, cómo es que ajustamos las proyecciones en medio de todo lo mencionado, pues vamos a tener que ir ajustándolas gradualmente. En este momento estamos observando qué dirá la subcomisión de Acusaciones Constitucionales, ahí se tomarán las decisiones. Si hay enfrentamiento entre poderes, podríamos ajustar a la baja nuestras cifras.
Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research
En nuestras proyecciones asumíamos un escenario donde se mantenían las tensiones políticas elevadas y es lo que está ocurriendo ahora, confrontación entre Ejecutivo y Legislativo. Este tipo de escenarios está dentro de lo que está considerado en nuestras proyecciones. ¿Puede darse un escenario más disruptivo? Posiblemente, no lo descartamos.
Habría que ver cómo decanta esta situación, pero aún no lo sabemos, es prematuro. De momento (el ruido político actual) está dentro del escenario que consideramos, por eso nuestra proyección económica está en 2.3%, es la más baja del consenso e incorporaba un escenario de la alta confrontación política, pero no descartamos que las tensiones políticas puedan elevarse aún más en este entorno de lo que está ocurriendo recientemente.
Si las tensiones políticas se elevan y dan lugar a escenarios más complicados, más disruptivos, se va a generar incertidumbre. Porque la forma en cómo la situación puede decantar, puede continuar, puede implicar transiciones hacia otros equilibrios que sean muy friccionales, y en ese ínterin los agentes económicos se vuelven muy cautelosos hasta que se defina la situación.
Va a depender de qué tan disruptivo sea un escenario complicado, que esperemos no se dé, y la duración de este. Si se mantiene la incertidumbre por dos, tres meses, todo eso puede posponer decisiones de inversión y en general de gasto privado, incluso de las familias. Si es que se dan estos escenarios de mayor incertidumbre eso imprime un riesgo bajista sobre nuestras proyecciones. Pero reitero, si bien la situación es bastante tensa, es un escenario en proceso de desplegarse y no sabemos bien cómo terminará esto.
Los emprendedores, los grandes inversionistas se van a mantener expectantes, todos están en espera de qué va a ocurrir en los próximos días. El escenario está planteado que es tenso, confrontacional, pero no sabemos cómo puede derivar esto, y las implicancias políticas que ello traiga.
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Julio Pérez, presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)
La imagen del país es delicada. Cualquier empresario con cinco dedos de frente va a preguntarse cómo viene a invertir al Perú si no se sabe si se va a respetar lo que dice la Fiscalía, si el Congreso va a hacer lo que debe hacer o si el presidente de la República va a respetar lo que diga el parlamento.
Se ve un enfrentamiento de todos los poderes. Desde el sector exportador vemos que estamos frente a una situación bastante compleja. Además, este tema no es de solución inmediata. El tiempo, la incertidumbre, todo esto es muy peligroso para el país y es una imagen dañina para las inversiones.
¿Si esperamos que el presidente pueda responder claro a las acusaciones en su contra? No creo, si nunca ha respondido claro.
Esta incertidumbre nos está matando a todos, le hace un daño terrible al país, pero sobre todo a las personas más pobres. ¿Qué se debe hacer?, que siga el cauce de los procedimientos convencionales, que se respete la Constitución, que se respeten los procesos respectivos, y que luego de eso, el Congreso deba cumplir su deber histórico. Ellos deben cumplir su deber histórico y enfocarse y centrarse en los hechos concretos, denuncias y pruebas que se supone este informe tan grande, tan detallado de la Fiscalía, incorpora.
Jesús Salazar Nishi, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI)
Desde hace ya mucho tiempo el Perú no sale del ruido político: el enfrentamiento de poderes del Estado, constantes cambios de gobierno en los últimos años, y ahora nos toca un Gobierno muy cuestionado. La denuncia (de la Fiscal de la Nación) debería tener las pruebas necesarias, los indicios necesarios para haber sido presentada al parlamento, pero en ese terreno no nos vamos a meter. Lo que sí podemos reclamar, exigir, a los políticos es que ya bajen el ruido y que de alguna manera encuentren las salidas constitucionales, porque las hay.
Ojalá el Gobierno entienda que esto no puede seguir o continuar en nuestro país, que de alguna manera hay que cortarlo. Si fuera posible que el presidente diera un paso al costado, creo que el ruido político bajaría y empezaríamos una nueva etapa en nuestro país. Eso es lo que necesita el país, tranquilidad. Las inversiones podrían cerrar en -4%, eso es simplemente porque la inversión huye cuando hay ruidos políticos, y en los últimos años en el país es una constante.
Creo que se ha avanzado mucho en este tema de la denuncia constitucional y lo que toca es que el parlamento asuma un rol y tome una decisión. Ellos deberán evaluar. Siempre hay espacios para rectificaciones, para buscar la mejora y el bien común del país. El presidente debe ser consciente del grave daño político que hace este enfrentamiento y ojalá pueda ayudar en esta toma de decisiones. Ya lo decía, creo que un paso al costado del presidente sería bueno.
Por un lado, estamos con un programa “Impulso Perú” que trata de mover la inversión pública para generar confianza del sector privado y que, por efecto multiplicador, se dé la inversión privada, pero cosas como estas nuevamente vuelven a paralizar. La economía no es otra cosa que el reflejo de la estabilidad, la confianza de un país. Actos como los que suceden, en el devenir de los días, lo único que hacen es generar más incertidumbre y eso no beneficia a la economía nacional.
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Carlos Durand, presidente de Perucámaras
Esta situación de inestabilidad institucional, polarización, en general una crisis política casi ya normalizada en el país no va por cuerdas separadas de la actividad económica. En realidad, veníamos advirtiendo esta situación, que el crecimiento de la economía podría verse afectado y ahora tenemos un crecimiento del PBI proyectado para el cierre del año en 2.5% cuando estábamos pensando que podríamos llegar a niveles de 4%.
Esta es una situación que se estaría exacerbando con los últimos acontecimientos y esperemos que las instituciones desarrollen sus facultades y hagan prevalecer la institucionalidad, el debido proceso y, sobre todo, el estado de derecho, porque los inversionistas lo que miden en estos casos es qué tan predecible es un país. Mientras prevalezca el estado de derecho, las normas, los inversionistas estarán un poco más tranquilos, probablemente.
Nosotros no estamos desconectados del mundo; buena parte de las dificultades que hemos tenido este año son “dificultades importadas”: la crisis económica mundial, la inflación, las políticas monetarias expansivas (que se tornaron contractivas), disrupción en la cadena logística, pero hemos “contribuido” desde el país al no saber mitigar estas circunstancias externas y, sobre todo, no saber aprovechar el impulso de los precios de intercambio altos.
Lo que preocupa en el 2023 es un escenario de menor crecimiento o caída de las economías con las que tenemos relación, como Estados Unidos o China. Deberíamos más bien estar enfocados en solucionar nuestros temas internos de cara a un contexto más difícil y complicado en términos globales. Debería obligarnos a estar enfocados en temas de desarrollos, crecimiento, generación de empleo.