Uno de los insumos vitales para la elaboración del pan -que forma parte del consumo diario de los peruanos- es la harina de trigo. ¿Qué efectos podría tener la prohibición de las importaciones en Perú, específicamente de productos que ya se producen en el país como el trigo, por ejemplo? La misma que fue planteada por el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, en el último debate.
“Uno de los principales insumos para la elaboración de pan es la harina de trigo. La harina de trigo hecho en el Perú por la industria molinera que es elaborado a base de trigo importado está costando S/ 2 el kilo en promedio; mientras que el kilo de harina de trigo elaborado con producto nacional bordea los S/ 4.50 a S/ 5. Es más cara y no hay”, explicó a Gestión el presidente de la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan), Pio Pantoja.
Según el último reporte de Scotiabank, la producción de trigo en Perú es de aproximadamente 195,000 TM de la cual solo una pequeña parte se destina a la industria molinera (para convertirla en harina de trigo) que demanda anualmente 2 millones de TM de este insumo, siendo abastecida principalmente por importaciones.
“No hemos tenido -lamentablemente- en los últimos años un ministro de Agricultura que promueva o impulse la producción de trigo. La producción de trigo en el Perú es el 10% de toda la demanda. Se hacen los esfuerzos, pero por el lado del agricultor no por parte del Estado”.
“Para que tenga una idea: se produce aproximadamente 850 a 900 kilos por hectárea -con las justas llegamos a una tonelada- mientras que el rendimiento por hectárea de los países productores de trigo es de 3 a 4 toneladas”, agregó.
Pantoja precisó que está situación ocurre por muchos factores. Siendo uno de ellos la falta y variedad de semillas, a lo que se suma que el agricultor no es un emprendedor. “El agricultor lamentablemente lo siembra (el trigo) y lo deja; mientras que en los países productores de trigo se la cuida y cuenta con una variedad de semillas que resiste a la sequedad y al calor”.
Otro factor es que tampoco hay espacio o áreas para sembrar más trigo por lo no se va a poder producir más del 30% de la demanda interna. “De lo contrario, se tendría que dejar de sembrar zanahorias; papas u otro productos. Ante ello dependemos de la importación de trigo para ser transformado por la industria molinera local en harina de trigo”.
-Efectos de prohibir las importaciones-
Pantoja acotó que si se lleva a la práctica la propuesta del candidato Castillo, lo que va ocurrir -probablemente- es lo que ya vivió el Perú en el primer gobierno de Alan García, de 1985 a 1990.
“Sin desmerecer a Castillo, lo que faltan son más debates para aclarar su postura y cómo se llevaría a la práctica este planteamiento”.
Recordó que en el gobierno de García hubo control, supervisión y regulación del pan. “Por entonces un molinero no podía comprar trigo ya que existía el dólar muc. Había una oficina en el Ministerio de Alimentación (que por entonces era el ministerio de Agricultura) que se encargaba de comprar el trigo del exterior y se los daba a los molineros para la elaboración de la harina de trigo”, rememoró.
“Esta oficina estatal compraba -en el gobierno de García- el trigo de menor calidad, por lo que molineros incorporaron el bromato para mejorar la elaboración de la harina de trigo”, añadió.
¿Qué generó esta situación? Pantoja recuerda que se obligó a los panaderos a vender pan a un precio regulado y supervisado de 6 a 9 AM y de 4 a 7 PM, lo que generará largas colas y desabastecimiento.
“Si a las 8 se acababa el pan, estábamos obligados a vender el pan de molde al mismo precio del pan francés. ¿Qué se hacia? se racionaba, lo que generaba largas colas. Por ello es vital que se generen más debates para saber qué van hacer con el trigo nacional. El 70% del trigo importado va para pan, por lo queremos saber cuál es la propuesta real de los candidatos y las alternativas que se plantea. De lo contrario, volverán las colas si nos guiamos con la idea primaria lanzada por Castillo”, puntualizó.
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