(Foto: Lima 2019)
(Foto: Lima 2019)

Los Juegos Panamericanos no solo han dejado un legado deportivo, sino también dos arbitrajes en curso por la construcción de infraestructura deportiva.

Se trata de la sede de gimnasia que estaría ubicado en el Malecon Pérez Araníbar en el distrito de San Isidro, la que no se construyó debido a que los vecinos estaban en contra por su elevado costo y por el riesgo de estar ubicado al pie del acantilado.

“Sí existe un conflicto, debido a que nosotros (los organizadores de los Panamericanos) no estábamos de acuerdo con la calidad del proyecto respecto a la estructura y a la ingeniería por lo que se tuvo que resolver el contrato con el consorcio San Isidro”, refirió a Canal N la secretaria ejecutiva de los Juegos Panamericanos, Amalia Moreno.

El Consorcio San Isidro está conformado por Consultoras SA y Proes Consultores SA. El monto del proyecto era de S/ 3′871,499.57

Si bien la sede no se ejecuto en San Isidro, se edificó en Villa El Salvador con otra empresa; por lo que el consorcio San Isidro está exigiendo a los organizadores de los Panamericanos más S/ 330,000 por una obra no realizada.

Pero no es el único caso. Otro arbitraje en curso es por el Polideportivo del Callao dado que el contrato suscrito con el Consorcio IP también se canceló.

El monto de la obra que se ejecutó con otra empresa era de S/ 2′377,795.09. Ante lo cual, el Consorcio IP exige como compensación una suma superior a los S/ 200,000.

“Hasta la fecha ambos arbitrajes no han sido resueltos”, explicó la abogada a Canal N.

¿Qué exigen las empresas? La primera una compensación superior a los S/ 330,000 y la segunda por más de S/ 200,000.

Por conceptos como: reconocimiento de consultoría; intereses e indemnizaciones.

-Incentivos económicos en disputa-

Otro hecho que generó el inicio de arbitrajes son los incentivos económicos que impulsaron los organizadores de los Panamericanos a fin de llegar a tiempo con la infraestructura deportiva.

Con este propósito se firmó contratos compensatorios con las empresas encargadas de la construcción de las sedes deportivas, pagando una bonificación a las empresas que terminaran antes de tiempo las obras.

La diferencia ahorrada del presupuesto se repartía entre el Estado y la empresa (50%/50%).

“Los incentivos eran premios en dinero a los contratistas por el cumplimiento de algunos hitos. Es allí donde también tenemos disputas”, explicó Moreno.

¿Con qué empresas? Besco Besalco responsable de la Villa Panamericana y Saccyr Sasem por el Complejo Deportivo del Callao del Estadio San Marcos y por el Complejo Andrés Avelino Cáceres en Villa María del Triunfo.

“Nosotros creemos que no han cumplido en las fechas (de entrega de la obra); cuando ellos alegan todo lo contrario”, argumentó Moreno.



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