La reacción empresarial ante el panorama de incertidumbre que vive el país y los efectos que podrían tener algunos cambios anunciados en el régimen tributario son algunos de los temas tratados por Orlando Marchesi, socio principal de PwC Perú, en el marco de los diez años de entrega del reconocimiento a las Diez Empresas Más Admiradas del Perú (EMA).
¿Cómo interpretar el escenario político que vive el país, en medio de la pandemia y con la perspectiva de una reactivación de las empresas peruanas?
Las empresas están definiendo el entorno en donde están operando y cuál es su mercado. Tenemos un entorno con un tipo de cambio alto, la inversión privada a la baja, un escenario probable de mayor regulación y, tal vez, una subida de impuestos. Se debe revisar el portafolio de productos y servicios para ver cómo nos adaptamos, muchos están renegociando contratos para pasarlos a dólares pero, a su vez, tus proveedores están en lo mismo, por lo que debemos ajustarnos en precios y en nuestros acuerdos comerciales para redefinir nuestras estrategias.
¿Qué herramientas utilizar para minimizar los riesgos ante la volatilidad que genera la variable política como, por ejemplo, un cambio de ministros?
En este momento el sector empresarial tiene que tener bastante flexibilidad para ir cambiando de rumbo conforme se modifica el entorno. Hemos especulado hace un mes sobre un escenario bastante desfavorable, pero, tal vez, no vamos a llegar a esos extremos. Entonces, los altibajos políticos los vamos a tener, debemos tratar de tener un poco de calma, y ver los aspectos más positivos.
En este escenario macroeconómico para las empresas, con sus certezas y dudas, ¿cómo enfocar la parte tributaria en el marco de la recuperación que se busca del aparato productivo?
Lo que se ve son mayores ganas por incrementar esa recaudación. El gobierno va a enfocarse en el sector minero dado que concentra gran parte de la recaudación tributaria y son pocas las empresas las que pueden hacer la diferencia. La ventaja que existe en la coyuntura actual es que el régimen tributario para la minería cambió en el 2011 y se estableció un régimen sobre la base de la utilidad operativa de la empresa, tanto para el impuesto especial de minería, la nueva regalía minera y los convenios de estabilidad tributaria que firmaron las compañías.
¿Cuál es el impacto del incremento de los precios globales de los metales en la recaudación tributaria procedente del sector minero?
Dado que han subido las cotizaciones de los metales considerablemente en los últimos tiempos, la utilidad operativa es más alta. La proyección que se tiene para el incremento de precios implica una ventaja muy grande en mantener el régimen porque el gobierno recaudaría más que cambiando a un esquema tradicional de regalía por volumen de ventas. Ese escenario viene favorable sin hacer mucho cambio, ahí el MEF debe hacer sus proyecciones con respecto a lo que se espera en la subida de precios para ver si pueden capitalizar sobre el régimen existente. A nivel global, tenemos una carga tributaria de 47%, que es competitiva todavía respecto a la tributación en otros países mineros. Este nivel de tributación ya desalienta la inversión en el Perú.
¿Qué opinión tiene sobre un posible incremento del Impuesto a la Renta?
Tenemos una tasa corporativa de Impuesto a la Renta de 29.5% actualmente, que podría subir también. En general, antes de subirnos los impuestos, esperaría que mejore la eficiencia en el gasto, esa es un clamor no solamente el sector privado, sino también el ciudadano de a pie, porque todos somos conscientes de cómo regresan miles de millones de soles al Gobierno Central, al MEF, a fin de año, por la ineficiencia en el gasto de los tres niveles de gobierno.
A propósito de gastos e ingresos fiscales, ¿qué expectativas tiene de lo que debe incluir el Presupuesto Público del 2022, cuyo proyecto se presenta este fin de mes ante el Legislativo?
Tenemos poca información como producto de las pocas ideas que transmite el actual gobierno. Con la exposición del gabinete ante el Congreso recién vamos a saber en qué se va a gastar y cuánta recaudación adicional va a necesitar el Estado para implementar los planes anunciados.
Diez años del premio EMA
El próximo jueves 2 de setiembre serán reconocidas las Diez Empresas Más Admiradas del Perú (EMA), en su décima edición consecutiva, reconocimiento realizado por PwC y la revista G de Gestión.
Al respecto, Orlando Marchesi destacó que este galardón ha fomentado la competitividad en la sociedad empresarial peruana dado que es creciente el número de organizaciones que hacen todos los esfuerzos por destacar en los diez atributos de EMA: gestión ambiental, impacto social, gobierno corporativo, capacidad tecnológica y digitalización, gestión y transformación del talento, política de equidad de género, gestión estratégica, manejo financiero, reputación empresarial y gestión comercial y de innovación.
“El premio ha ayudado a generar un buen ambiente de difusión de las buenas prácticas y hemos ido introduciendo nuevas categorías conforme han ido cambiando las tendencias”, manifestó Marchesi, sin dejar de resaltar la descentralización del premio al haber creado EMA Arequipa desde el 2019, con atributos que recogen la dinámica empresarial de esa región del país.