El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) disminuyó de “menos 6g/100ml” a “menos de 5g/100ml” el rango de nivel de azúcar para las bebidas azucaradas y bebidas sin alcohol.
A través de un DS publicado este jueves se establece que las bebidas desde los 0.5 y menos de 5 gramos / 100 ml de azúcar como agua, agua mineral y las gasificadas, con adición de azúcar u otro edulcorante o aromatizadas, y cerveza sin alcohol con un contenido de azúcar, deberán pagar una tasa de 17% en Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
Mientras que para las bebidas con contenido de azúcar, y cervezas sin alcohol (que tengan igual o más de 5 g/ 100 ml de azúcar) la tasa será hasta 25%.
“La mayoría de gaseosas, por no decir todas, tienen entre 5.5g y 5.8g de azúcar por cada 100ml. Esta modificación traería como consecuencia que todas disminuyan (el azúcar) a menos de 5g/100ml”, explicó a gestion.pe la dra. Saby Mauricio Alza, directora de Nutrición Humana de la Universidad Norbert Wiener.
“En el Perú todavía no terminamos de implementar la Ley de Alimentación Saludable, pero ya estamos disparando medidas aisladas que probablemente logres un impacto pero no vas a lograrlo como si se trabajara en conjunto. No estoy diciendo que esté mal, pero solo es un copy - page de lo que se hace a nivel internacional, pero no estás tomando en cuenta todo el contexto de lo que significa política pública”, agregó.
Para especialista en nutrición, ese tipo de medidas que incentivan a bajar el nivel de azúcar no deben lanzarse “por cumplir”, sino porque así lo demuestra un estudio.
“¿Han analizado el impacto que hemos tenido de haber puesto ese impuesto (el rango anterior?, ¿el resultado de ese impuesto hacia dónde está siendo dirigido, a resolver el problema de obesidad que era su finalidad?”, indicó.
“Una tercera ola golpeará a las personas obesas que en el país son el 70%, porque la vacuna en un obeso no funciona igual que con una persona con peso saludable. Una persona obesa en el perú tiene ocho veces más riesgo de morirse que una persona mayor”, comentó Maurizo Alza.
Leonardo López, presidente de la Comisión Tributaria de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), precisó que el ISC es un impuesto que está destinado a inducir a que la gente no consumir determinados productos, mas no a generar recaudación.
“Esas bebidas que tenían entre 5g y menos de 6g/100ml que pagaban 17% de ISC ahora van a pagar 25%. El MEF ha considerado la opinión técnica del organismo competente sobre los octógonos y sobre esa base ha hecho un incremento para estas bebidas como una medida adicional para desincentivar el consumo de bebidas azucaradas por más de 5g/100ml”, mencionó.
“La industria probablemente reducirá la cantidad del azúcar para las bebidas para no estar sometidos a esta nueva tasa del 25%, sino seguir pagando la de 17%”, agregó.
No obstante, la norma señala que a partir de mañana se empezará a aplicar el impuesto de 25% a las bebidas con un nivel superior a 5mg/100ml.
“Cuando se legisla en materia tributaria vía un DS eso pasa. El Poder Ejecutivo no te da el espacio razonable para que te adaptes a la norma. Si esto pasara por el Congreso tendría un proyecto de ley que al ser público se puede opinar y las empresas pueden saber lo que se viene; se hace un paro en la producción y se pueden adaptar para que tenga un menor nivel. pero esto no ocurre cuando se vulnera la institucionalidad de esta forma”, cuesitonó López.
Por su parte, el abogado tributarista, Guillermo Grellaud, precisó que si las empresas no bajan el nivel de azúcar pagarán un mayor impuesto y por lo tanto este se trasladará al consumidor.
“La medida tiene varias consecuencias, un menor uso de azúcar para protección a la salud y si no no bajen el nivel de azúcar pagarán más y habrá una mayor recaudación, porque no están prohibiendo que tenga más azúcar, solo están diciendo que si la tienen más alto de lo establecido paguen más”, refirió.
En esa línea, señaló que todos los impuesto forman parte del costo de un producto, por lo que elevaría el precio y terminaría afectando al consumidor final. “Cualquier impuesto afecta siempre al precio del producto, algunos directamente y otros indirectamente”, resaltó.
“Otro efecto podría ser que se impulse la producción de bebidas con edulcorante”, agregó Grellaud.
La tasa más alta
La Asociación de Bebidas y Refrescos Sin Alcohol del Perú (Abresa), recordó que el Perú tiene el esquema ISC con mayores tasas de impuestos en comparación con la región y los países que conforman la Alianza del Pacífico.
“Perú grava a las bebidas con más de 5 gramos de azúcar con 25%, Chile con 18% y Colombia no grava ninguna bebida azucarada. Asimismo, la tasa del 17% referente al tramo de 0.5 hasta 5 gramos, en Chile es del 10%”, detalló a través de un comunicado.
Asimismo, dijo que todas las empresas miembros de la Asociación han venido y vienen realizando diversos esfuerzos que han dado como resultado la adaptación de sus productos al cumplimiento del marco regulatorio.
“Como parte de nuestro compromiso por impulsar un entorno competitivo, socialmente responsable y un marco regulatorio promotor; que articule esfuerzos para el bienestar de cada peruano y peruana, y de toda nuestra cadena de valor, nos hemos mantenido atentos a cualquier nueva disposición de las autoridades, así como a apoyar todas las iniciativas a las que hemos sido convocados”, indicó.
Recuperación del sector
Cabe precisar que de acuerdo con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la elaboración de bebidas no alcohólicas, producción de aguas minerales y otras aguas embotelladas (CIIU 1104) se viene recuperando desde marzo 2021, esto debido a la mayor elaboración de gaseosas, aguas minerales, refrescos y bebidas hidratantes para el mercado interno
La industria de bebidas creció 30.3% en los primeros siete meses del 2021 como resultado del crecimiento en todas sus ramas industriales. En el periodo enero – julio 2021, la producción de bebidas malteadas y de malta (CIIU 1103) creció 25.1% respecto a similar periodo de 2020 como resultado de la recuperación del sector y los bajos niveles de producción en los meses de marzo-mayo 2020. No obstante, aún no recupera sus niveles prepandemia (caída de 16.7%), debido principalmente a las medidas de distanciamiento social que inciden en la regularización de la demanda a niveles prepandemia en hoteles, restaurantes y eventos sociales.