Las aerolíneas alertaron -ayer- que solo tenían combustible por seis días ante la paralización de las actividades de la Refinería La Pampilla (Repsol) tras la suspensión de las actividades de carga y descarga como medida sancionadora por el derrame de petróleo sobre el mar de Ventanilla.
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Ante esa situación -que es la segunda vez que pasa- la OEFA decidió levantar -anoche- la suspensión para que la Refinería La Pampilla pueda recibir petróleo, pero solo en una de sus cuatro terminales.
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Si bien el temor a un posible desabastecimiento parece que se ha solucionado por el momento, ¿qué otro factor podría impulsar al alza el precio de los pasajes aéreos?
Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreos (Aetai), explicó que las aerolíneas no tienen planes alternativos a la refinería La Pampilla para abastecerse de combustible dado que esta tiene una participación de 75% en el abastecimiento del combustible TURBO usado en los aviones.
Por lo que de retomarse en 15 días más o más adelante las restricciones contra La Pampilla podría ocasionar cuatro hechos concretos que impactan al consumidor:
1.- La restricción de operaciones para priorizar destinos más rentables (por rentabilidad o volumen de pasajeros) sobre otros.
2.- La cancelación de vuelos, en el peor escenario.
3.- Escala en punto intermedio para abastecerse de combustible, lo que genera sobrecostos.
4.- Repsol -al no contar con provisión- tendría que importar para cumplir con sus contratos, lo que genera un incremento de costos en las aerolíneas al pagar un combustible más caro que se trasladará a los consumidores.
-Otro factor-
Si bien el abastecimiento de crudo parece solucionado, hay otro factor que tendrá un impacto sobre el precio de los pasajes aéreos: el aumento del precio de los combustibles a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania.
Este impactó -aclaró Gutiérrez- no será inmediato debido a que las aerolíneas compran combustible a futuro y todo dependerá si es que el conflicto se mantiene, se diluye o recrudece en el tiempo.
“Las aerolíneas -por lo general- compran combustibles a futuro, marcando un precio. Si el precio sube -como está pasando ahora- están protegidas ya que se pactó un precio con antelación. El detalle radica en que ese ‘futuro’ no es eterno y puede ser 6 meses o un año o año y medio, dependiendo de cada aerolínea. Por lo que si el conflicto se recrudece y sube el precio del combustible es posible que tenga un impacto en el precio de los pasajes aéreos”, puntualizó.
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