Tras una actividad totalmente apagada en gran parte de marzo, abril y mayo, las micro y pequeñas empresas (mypes) se vuelven a enganchar con su mercado.
Así, sectores de mypes comenzaron a solicitar capital de trabajo en las últimas semanas de junio, según reportaron las entidades de microfinanzas.
“Hay negocios que están solicitando préstamos para reponer mercadería, lo que no se veía antes”, manifestó Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco.
Precisó que las mypes que están pidiendo nuevos créditos comercializan productos de primera necesidad, como las tiendas de abarrotes, panaderías, farmacias, e incluso negocios que son proveedores de equipos de cómputo, peluquerías y servicios de odontología.
Además, empezó a ganar dinamismo el segmento de producción en plantas, como la crianza de aves y piscigranjas, complementó.
Por su lado, Marcelino Encalada, gerente de ahorros y finanzas de Caja Piura, incluyó en este grupo a las ferreterías, talleres mecánicos de manufactura y sector agrícola.
Clave
El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, comentó recientemente que hay negocios que están recibiendo órdenes de compra de empresas a las que proveen, lo que significa que han agotado sus stocks y necesitan reponerlo.
Caja Cusco estima que en junio, al menos, el 10% de los desembolsos de las microfinancieras se destinó a capital de trabajo.
Así, de S/ 300 millones de préstamos de Caja Cusco en junio, cerca de S/ 30 millones se otorgaron para capital de trabajo. Rojas reveló que incluso los nuevos créditos asignados corresponden a mypes que reprogramaron deudas y que, “en paralelo, están solicitando más capital”.
“En junio, se están viendo señales, pero julio es clave, pues se sentirá una reactivación más fuerte en estos créditos y podrían alcanzar el 50% de los desembolsos”, estimó.
Encalada, de Caja Piura, indicó que de los créditos vigentes por S/ 872 millones de clientes que no reprogramaron su deuda durante el estado de emergencia, alrededor de S/ 50 millones n nuevo capital de trabajo solicitado y desembolsado.
Afirmó que la caja viene analizando el desempeño de las empresas para atender de la mejor manera a quienes reprogramaron su deuda y requieren nuevo capital de trabajo.
Stocks
Puso énfasis en que, en julio, mejorará el ánimo de los microempresarios, pues las fases de reactivación continúan avanzando de la mano de FAE-Mype y Reactiva Perú, lo que les brindará mayor confianza.
Por su parte, Víctor Valdivia, gerente de operaciones y finanzas de Caja Huancayo, refirió que si bien dichos programas están permitiendo disminuir la carga reprogramada de préstamos, un porcentaje de los mismos se está destinando a nuevos créditos para reponer stocks y reactivar la cadena de pagos.
“Conforme se mueva el consumo y continúen los programas del Estado para empresas, esperamos una mayor demanda de este financiamiento. Por ahora, el 70% de las colocaciones de préstamos son con recursos de Reactiva Perú y FAE-Mype”, detalló.
Sin embargo, los gerentes de cajas señalan que pese a retomar sus actividades, estos negocios no operan al total de su capacidad.
“En junio, muchos comercios estaban listos para activarse, pero el exigente protocolo que deben cumplir los retrasa. Con el mayor dinamismo de las próxima semanas podrían llegar por lo menos al 50% de su operatividad”, expresó Rojas, de Caja Cusco.
Cajas bajan tasas de créditos que reprograman
Las microfinancieras están reduciendo tasas de interés a quienes reprogramaron su deuda, de acuerdo con las políticas de cada entidad, dijo Walter Rojas, de Caja Cusco.
Según Marcelino Encalada, de Caja Piura, en la reprogramación individual de los créditos adquiridos por sus clientes, se está negociando una rebaja de por lo menos un punto porcentual. “Por el momento, es solo eso, pero si la caja logra acceder al programa de operaciones de reporte del BCR podríamos ofrecer una reducción de hasta tres puntos (a los deudores)”, agregó.
Por su parte, Víctor Valdivia, de Caja Huancayo, expresó que los ajustes realizados en algunos créditos se orientan a mantener la cuota que venía pagando el cliente.