Legislativo y Ejecutivo. La comisión especial de seguimiento a emergencias y gestión de riesgo de desastres - COVID-19 del Congreso de la República sostuvo una reunión con los representantes de dos ministerios —de Vivienda, Construcción y Saneamiento; y de Desarrollo Agrario y Riego— a fin de dialogar acerca del déficit hídrico en el país.
En la sesión, los grupos de trabajo especificaron los planes para mejorar la eficiencia en el uso del agua, sobre todo en el norte del Perú. Además, presentaron información con respecto al estado actual de los recursos hídricos multisectoriales e identificaron las zonas más vulnerables: Piura encabezó la lista.
La sedimentación de sus reservorios y la ausencia de lluvias en esta región han encendido las alarmas y pronostican un inicio del 2025 igual de árido. Las consecuencias ya se extienden tanto para el agro como para las familias, quienes conviven con la disponibilidad limitada de acceso al agua.
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Mapeo: situación del recurso hídrico
Durante la asamblea, César Luján y Luis Contreras, comisionados del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), señalaron que la cartera monitorea constantemente los roles de las empresas prestadoras de servicios (EPS). En esa línea, recordaron que, a través de Sedapal, Lima cuenta con 496 puntos fijos de abastecimiento de agua potable en caso de una escasez o desastre. Estas reservas de suministro están ubicadas en 36 distritos.
Asimismo, aseguraron que, a nivel nacional, hay 175 camiones cisternas disponibles. No obstante, continúan en la búsqueda de fuentes de agua subterráneas. Otras tareas importantes que ejecutan son la localización de conexiones clandestinas y la limpieza de la red de alcantarillado.
Otro de sus focos está en la sensibilización entre los peruanos. Según comentaron, están masificando a través de redes sociales y mediante encuentros vecinales el uso responsable y solidario del agua. Las propuestas incluyen la reducción —a cinco minutos— del tiempo de ducha, así como mayor prudencia en el flujo doméstico.
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Foco en Piura
El equipo de Vivienda informó que transfirió casi S/2 millones a la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS) Grau S. A. para garantizar la producción de agua potable en la región.
Se trata, sin embargo, de un primer desembolso, el cual está destinado a dar mantenimiento a las plantas de Curumuy, Querecotillo, Lancones, El Arenal y Las Lomas, desde las que se produce agua potable para los ciudadanos de las provincias de Ayabaca, Huancabamba, Morropón, Paita, Piura, Sullana y Talara.
También reportaron que distribuyeron este recurso a través de 28 camiones cisternas y se encuentra coordinando el permiso de tres más. El racionamiento representó alrededor de 7,800 metros cúbicos en favor de la ciudadanía.
El grupo hizo hincapié, además, en la importancia de los estudio hidrogeológicos para trabajar en el proyecto de la construcción de reservorios y el hallazgo de acuíferos. “Que es la medida más urgente”, subrayaron los especialistas.
Por su parte, Sigifredo Fonseca y Gastón Pantoja, delegados del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), señalaron que los 10 meses continuos de ausencia de lluvias en el norte apuntan a un verano austero. “Hay altas probabilidades de que continúe la sequía”, estimaron.
Refirieron que uno de los cultivos más afectados es el arroz, porque requiere hasta 20,000 metros cúbicos por campaña. Ante este escenario, advirtieron que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) programó estudios en toda la zona norte, desde Tumbes hasta Jequetepeque, en La Libertad.
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Otra problemática
Además de distinguir anomalías en los caudales de los ríos —desde el Chira, en Piura, hasta el Virú, en La Libertad—, los especialistas del Midagri detallaron que, en Piura, algunos agricultores buscan el recurso hídrico de manera informal —en pozos artesanales— para no dejar sin riego a sus cultivos. “El norte es el que preocupa. Poechos y San Lorenzo registran sus niveles más bajos históricos”, puntualizó Fonseca.
Aprovecharon la sesión para aclarar, finalmente, que todo el país está expuesto, en algún momento, a sufrir déficit hídrico.
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