Infracciones y multas a empresas por incumplimiento de obligaciones tributarias

Una cultura de prevención de riesgos contables y tributarios evita que las empresas - desde micro hastas grandes- gasten millones en multas o impuestos.

“Las empresas se enfrentan a diversos riesgos contables y tributarios que podrían afectar de manera significativa su salud financiera. Dichos riesgos pueden generarse como consecuencia de diversos factores, como son la modificación de la legislación tributaria, errores contables, aplicación o interpretación indebida de normas contables y/o jurisprudencia tributaria, entre otros”, comentó a gestion.pe Marysol León, CEO de Quantum Consultores.

“Una adecuada prevención tributaria permitirá a la empresa cumplir con todas las obligaciones fiscales establecidas por la ley, encontrar espacios de planeamientos bajo economía de opción totalmente permitidos, actuar dentro del marco de legalidad así como cuidar si imagen y reputación, lo cual disminuirá además cualquier riesgo de incurrir en infracciones que conlleven la imposición de multas u otro tipo de sanciones por parte de la entidad tributaria”, agregó.

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Asimismo, precisó que de las infracciones más relevantes que pueden evitarse si se realiza una prevención tributaria eficiente tenemos:

En ese sentido, dijo, es importante que las empresas implementen un sistema de prevención de riesgos tributarios o lo que hoy se conoce como Compliance Tributario que consiste en implementar procedimientos de actuación en materia tributaria que detecte a tiempo y gestione las consecuencias de dichas situaciones antes de la intervención de la Administración Tributaria - Sunat.

Finalmente, detalló los principales riesgos contables y tributarios que enfrentan las empresas, y les brindaremos algunas opciones sobre cómo evitarlos, o disminuir su impacto.

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¿Cuáles son los riesgos contables?

Los riesgos contables se encuentran vinculados con la elaboración y presentación de los estados financieros conforme con la Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Así, los riesgos contables más comunes son:

Falta de conocimiento o pericia en el personal contable, falta de supervisión, o simplemente por desidia por parte de la empresa en implementar un control apropiado.

Manipulación intencional de los estados financieros para ocultar información o proyectar una imagen diferente a los inversores. Este tipo de acciones puede conllevar fraudes contables que resulten difíciles de ser detectados, generando graves consecuencias para la empresa y sus stakeholders.

Inconsistencias en los estados financieros producto de una mala recopilación de información, un sistema de contabilidad que no se encuentre correctamente integrado o desarrollado, todo lo cual generará errores contables y brindará una percepción errada de la salud financiera de la empresa que dificultará la toma de decisiones a nivel corporativo.

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¿Cuáles son los riesgos tributarios?

Este tipo de riesgos se relaciona estrechamente con el cumplimiento y observancia de las obligaciones fiscales de una empresa. Por lo general, tienen su origen en una aplicación incorrecta o indebida de la norma tributaria, o en el incumplimiento de una disposición sujeta a una sanción.

En tal sentido, algunos de los riesgos tributarios más comunes son:

Considerar que las operaciones contabilizadas bajo estándares internacionales como lo son las NIIF, tienen las mismas consecuencias en el plano tributario pudiendo considerar todos los ingresos contables como un ingreso gravado para efectos del Impuesto a la Renta o los gastos aun no incurridos como aceptados.

No poseer o conservar los sustentos documentarios de las operaciones que se realiza, lo cual incluye contratos, comprobantes de pago, informes, entre otros.

No observar el criterio de devengo jurídico para efectos de reconocer los ingresos o gastos vinculados al Impuesto a la Renta.

No verificar los límites normativos asociados a los gastos deducibles.

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No tener en consideración los plazos establecidos en la legislación tributaria para la presentación de las declaraciones juradas, o documentación solicitada por la Administración.

No verificar que los libros electrónicos guarden consistencia con la información de la contabilidad y los papeles de trabajo que sustentan las diferencias entre los tratamientos contable y tributario.

No detectar si en la organización existen conductas que pueden tipificar la comisión de un delito como lo puede ser el Lavado de Dinero, la Evasión Tributaria, entre otros.

Mala gestión de los escudos fiscales generados, lo cual incluye saldos a favor, créditos generados por pagos anticipados, pago de otros tributos (ITAN), percepciones o retenciones de IGV, entre otros.

Recurrir a Planeamientos tributarios que califiquen como Elusión Tributaria y que haga responsables del pago de los impuestos a los representantes legales.

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