(Foto: Grupo EC)
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El Ejecutivo emitió en setiembre de 2018, el Decreto Legislativo que tiene como objetivo promover y facilitar el cabotaje marítimo. Así, se liberalizó considerablemente el sector al eliminar la restricción contra el capital extranjero y disponer la posibilidad de utilizar embarcaciones de bandera tanto nacional como extranjera para el transporte de carga entre puertos de nuestro litoral.

Si bien se mantuvo la obligación de que el prestador de servicio de cabotaje deba constituirse en el país (sin restricciones de capital), se dispuso un plazo de excepción de 3 años para el cumplimiento de esta disposición, tras cuyo vencimiento corresponderá al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) evaluar si se prorroga dicha excepción.

Asimismo, para realizar el cabotaje, las naves deben contar con la certificación de clase otorgada por una clasificadora miembro de la Asociación Internacional de Sociedades de Clasificación (IACS), así como con coberturas de protección y reparación.

Posteriormente, el 5 de agosto último, se publicó el Decreto que aprobó el reglamento del decreto legislativo del cabotaje, con lo cual el Perú se convirtió en el único país en la región en permitir que buques de bandera extranjera realicen cabotaje de carga y pasajeros.

Cabe mencionar que, previamente, existían embarcaciones que brindaban este servicio, principalmente a cargas líquidas a granel vinculadas con hidrocarburos.

Con ello, la logística relacionada con el movimiento de este tipo de compuestos orgánicos en el interior del país, a través del cabotaje, permitió el desarrollo de un mercado y una infraestructura adecuada para este tipo de transporte.

De acuerdo con cifras del MTC, entre el 2011 y el 2018, las naves que realizaron cabotaje de granel líquido (95% del total de naves) -a nivel nacional- crecieron a una tasa promedio anual del 10%, al pasar de 651 naves en 2011 a 1,288 en 2018.

Entonces, en adelante, se esperaría que empresas privadas se sumen y desarrollen distintos servicios por la vía marítima, en particular de contenedores, y con ello se impulsaría una mayor competencia y conectividad entre puertos.

-La implementación-

En el último seminario sobre Comercio Exterior, Fernando Cerna, director general de Políticas y Regulación en Transporte Multimodal del MTC, mencionó la iniciativa que se viene ejecutando desde el sector público para el desarrollo del cabotaje, específicamente, el Plan de Promoción e Implementación del Cabotaje, que incluye dos tipos de estrategias: institucional y comercial.

La primera está enfocada en una atención rápida y sencilla de los trámites y autorizaciones para cabotaje marítimo por parte de las entidades públicas, a través de coordinaciones permanentes, interoperabilidad y utilización de las tecnologías de la información y comunicación.

Entre las principales funciones está la coordinación con navieros, agentes y operadores logísticos; la coordinación del grupo de trabajo de cabotaje perteneciente al Comité para la Facilitación de la Logística del Comercio y el Transporte (Comifal); la coordinación con operadores de los terminales portuarios; y la elaboración y seguimiento del plan de trabajo multisectorial.

La segunda se enfoca en difundir la nueva normativa y generar espacios de promoción de servicios de los dueños de la carga, agentes marítimos, agentes de carga, operadores de transporte multimodal, navieros, entre otros.

Así, para el cuarto trimestre de este año, se tiene programado implementar dos pilotos de cabotaje (Paita-Callao y Matarani-Callao) y dos eventos de lanzamiento (cabotaje Piura y cabotaje Arequipa).

Asimismo, Cerna resaltó la importancia de que este plan vaya de la mano con el reciente, que incluye como uno de sus objetivos facilitar las condiciones para el comercio exterior de bienes y servicios.

Para ello, traza la meta de incorporar un Sistema Logístico Nacional Eficiente para julio de 2030; y para lograrlo se deberá tener una red de corredores de prioridad logística, la consolidación del cabotaje, una logística colaborativa y la asociatividad de embarcadores.

De igual manera, la facilitación en los procesos aduaneros contribuirá a la reducción de los costos logísticos, lo que permitirá esa flexibilidad y descentralización tan anhelada entre los puertos.

Si bien el plan mencionado apunta a una medida largoplacista para el cabotaje, se esperaría que, con la contribución e iniciativa de todos los peruanos, este tipo de medidas tengan un impacto mucho más rápido, y para ello se necesita el trabajo conjunto del sector público y el privado.

Tomado del Semanario de Comex Perú

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