Moody’s no ve presión inmediata para cambiar calificación de Perú: ¿cuáles son sus preocupaciones?

En medio de este escenario, diferentes analistas prevén que la economía nacional tendrá un crecimiento más cercano a 2%. Por ejemplo, el Banco Mundial proyecta un incremento de 2.2% para este año (ver página 15). Este escenario, ¿cómo afecta la calificación crediticia del país y su perspectiva? Moody’s responde.

Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s:

-¿Se ha contemplado hacer una revisión de la calificación crediticia de Perú? ¿Qué tanto pesa el débil crecimiento económico?

El tema de crecimiento reducido a mediano y largo plazo es un riesgo, pero no pesa tanto sobre la calificación como los riesgos políticos y sociales, sobre todo por lo que vimos en las protestas contra el Gobierno.

No implica que vayamos a cambiar la calificación en este momento, no es que estemos buscando algún tipo de evento que lo gatille, sino que estamos, más bien, evaluando y tratando de incorporar todo lo que pasó en cuanto a las protestas sociales y sobre la inestabilidad política.

Fuera de que se den shocks imprevistos o que este Gobierno se caiga, no vemos presión inmediata (para bajar la calificación).

-Ya no se registra el mismo nivel de inestabilidad política que vimos a inicios de año. ¿Aún les preocupa este tema?

Originalmente cuando pusimos la perspectiva negativa creíamos que lo más probable, en nuestro escenario base, era que se iba a dar un adelanto de las elecciones generales; la perspectiva negativa nos llevaba hasta las elecciones adelantadas y ver lo que salía de ese proceso electoral. Pero ahora parece que el escenario es que muy probablemente no se den las elecciones tempranas. Por lo menos en el 2023 ya no y en el 2024 parece muy remota la posibilidad.

Percepción de los inversionistas. En cuanto a inversiones financieras hay mucha más tranquilidad. Conforme se calmó el tema de las protestas, vemos que los inversionistas financieros están viendo al Perú con ojos más tranquilos, dice Reusche. Sin embargo, los inversionistas reales son más cautos.

-¿Qué le preocupa del Gobierno actualmente?

Es un Gobierno bastante frágil que se puede caer en cualquier momento porque no tiene mucho apoyo político. Pero el tema va más allá de eso. Por un lado, en lo positivo, tenemos que las protestas se han reducido significativamente en intensidad.

Aun así, en Perú tenemos esta dinámica donde golpean los shocks y se regresa hacia el antiguo equilibrio, pero se trata de un equilibrio un poco menos benigno, ligeramente deteriorado. Esto se da golpe tras golpe y vemos que en realidad se vuelve más frecuente la inestabilidad política, que muy probablemente vamos a seguir viéndola, no en el corto plazo, pero sí en el mediano plazo porque hay un tema institucional y uno social que todavía queda pendiente.

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-¿No se han resuelto temas de fondo?

Así es, no se han resuelto los problemas de fondo, incluyendo la necesidad de invertir en infraestructura, conectar la región sur del país para integrarla más a la economía, para que se pueda beneficiar un poco más del crecimiento económico y el desarrollo, y el hecho de que la polarización va a continuar, eso nos preocupa.

Va a ser todo un proceso donde vamos a tener que ver qué se hace con esa perspectiva negativa, si se puede revertir a estable en el nivel actual o si es que la calificación debe bajar. Pero no es un tema que vayamos a resolver este año. Nos vamos a demorar por lo menos hasta el próximo año.

-¿Quedó un sinsabor general?

Todo el asunto social y político de los últimos meses dejó una preocupación muy grave por la situación del país. Sí, un sinsabor general.

-¿Hay algún tema vinculado al manejo fiscal que les preocupe?

No tenemos una preocupación en este momento por el ámbito fiscal. Es más que nada el tema político-social, el aspecto de deterioro institucional, y si es que esto puede pesar sobre el crecimiento en el mediano plazo restándole crecimiento potencial al país.

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-Mencionó que aún tomará un tiempo revisar la perspectiva negativa de Perú, pero, ¿hay posibilidad de que cambie?

No la veo cambiando en este momento a menos de que tengamos muy buenas noticias, un repunte importante del crecimiento económico, que es poco probable, más allá de lo que nosotros estamos proyectando. Para este año estimamos un crecimiento de 2.3% y vemos los riesgos a la baja a raíz del deterioro económico que se dio en los primeros meses del año por las protestas y después por el impacto de El Niño.

Pero, nuevamente, si se cae el crecimiento, no vemos mucha presión. Además, que se resuelva la perspectiva negativa en este momento... No vemos algo que motive a cambiarla por lo menos en el corto plazo.

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