¿Cómo analizan los primeros resultados electorales?
La gran sorpresa ha sido Pedro Castillo, es el outsider, quien vio un incremento en el apoyo a su campaña en los últimos días, sobretodo del interior. Esto se observó cuando las encuestas no se podían publicar.
¿A la agencia le preocupa Pedro Castillo?
Como agencia nos preocupa, lo vemos como una incógnita, pues no vemos las prioridades como agenda de política pública si es que llegase al gobierno. No está muy claro el plan de gobierno y se ve ideas desordenadas en cuanto al mensaje, por eso sí observamos un cierto riesgo e incertidumbre de los mercados con la candidatura de Pedro Castillo.
¿Y no era así de los demás candidatos?, ¿había personas de izquierda y derecha extrema?
Los demás candidatos tienen señales medibles y sabemos de su candidatura y de los planes de gobierno, en un eventual gobierno, mientras que de Pedro Castillo al salir de la nada, que tenía un apoyo relativamente menor, nos genera preocupación que no se tenga un norte claro en la candidatura, el mensaje no es muy claro; pero el resto de los candidatos uno se imagina por donde iría ese gobierno.
¿Qué reacciones debería esperarse del mercado?
Podría darse algo de volatilidad en función a como se den los resultados oficiales, sobre todo en los activos financieros, tal vez algunos activos o el rendimiento de los bonos soberanos que son los instrumentos financieros con los que se financia el déficit fiscal, porque todavía existe la incertidumbre.
Se afectaría los bonos soberanos ¿qué señales deberían dar los candidatos que pasan a la segunda vuelta para no tener un gran impacto?
El mensaje y las señales son muy importantes, sobre todo en los candidatos en los que no se tiene claro el plan de gobierno.
La retórica de campaña de Pedro Castillo ahuyentaría muchas inversiones, y sería muy importante conocer cuál es la visión de la inversión extranjera, en el respeto a los contratos y respecto a la propiedad privada, y sobre todo en su agenda que está la renegociación de concesiones y contratos mineros, en general en la industria extractiva, ello causa bastante nerviosismo. Por ello se requiere de un mensaje más conciliador que podría tener bastante llegada en los mercados internacionales y el sector privado doméstico.
Desde el año pasado anunciaron la revisión de la calificación de riesgo del Perú…
Estábamos esperando la indicación de cuáles serían los posibles gobiernos que podrían llegar a la presidencia o al Congreso, ahora tenemos una idea ligeramente más clara, pero esperaremos los resultados oficiales y ver como se perfilan las candidaturas a la segunda vuelta.
El Congreso -con resultados a mediados de la semana- será bastante fragmentado. Todo esto apunta a un panorama bastante complicado de las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, que sería una continuación de lo que hemos visto en los últimos meses y que ha inhibido la gobernabilidad, la actividad económica y la confianza empresarial.
Para nosotros sí se podría adelantar una apreciación sobre la calificación del Perú, en los próximos meses y antes de la segunda vuelta.
Por lo que indica, no sería muy auspiciosa la calificación que otorguen al Perú ¿o me equivoco?
Teníamos un escenario donde ya se veía una significativa presión sobre la calificación crediticia. Perú tiene la calificación de A3, que es la segunda más alta de América Latina, luego de Chile, y esta calificación es sólida, robusta y refleja el buen manejo macro fiscal de los últimos 20 años, sin embargo, vemos bastante presión en la calificación por el deterioro de las condiciones económicas a raíz de la pandemia y las condiciones fiscales, en las finanzas del gobierno.
La idea era que, después de las elecciones, viniera un gobierno con el que nos podríamos reunir y estudiar las propuestas en la que el Perú pueda recuperar el paso perdido, económica y fiscalmente. Ahora vemos que eso está bastante complicado, bastante presión a la baja sobre la calificación y también en la perspectiva.
¿Calificación o perspectiva crediticia del Perú?
Cambios sobre la calificación no son óptimos, siempre tratamos de ser bastante medidos en cuanto a los cambios en la calificación porque estos generan bastante tumulto sobre los mercados financieros cuando se toma la medida brusca, por eso se utiliza bastante la perspectiva para señalar hacia donde podría ir la calificación.
¿Será en mayo?
Tal cual, o a finales de mayo, o esperemos la segunda vuelta, pero dependiendo de cómo va la campaña, hacia dónde van las políticas públicas, podríamos ver los movimientos sobre la perspectiva, mas no la calificación.
La economía peruana, con el golpe de la segunda ola, ¿cómo observan que será el desempeño?; ¿hay ajuste en sus proyecciones para este año?
Vemos un rebote de la economía y estimamos un crecimiento, más que nada de rebote de 9%, por debajo de ese 10% que estima el MEF y lo mantenemos desde hace varios meses. Ahora tenemos que ver si ajustamos esa proyección, depende de lo que pase con las elecciones y cuál es el mensaje para el sector privado. Estamos viendo que la revisión sería a la baja, dependiendo del mensaje.
Hay necesidad de más recursos; ¿Cómo estamos para una eventual nueva emisión de bonos?
Con la incertidumbre electoral no es el mejor momento. Perú siempre va a tener buen acceso a los mercados internacionales y ahora depende del mensaje que se dé a los inversionistas.
Cuando las cosas se calmen y se tenga un panorama claro de quién estará en el nuevo gobierno se podría ver.
Estamos en recuperación, pero se requiere de más estímulos; ¿es necesario ir por más recursos frente al déficit que ya tenemos?
La economía requiere de estímulos y como bien dices el déficit fiscal se ha ensanchado bastante. No puede seguir endeudándose al país, hay que ser muy inteligentes de cómo se gasta y seguir enfatizando el gasto de la inversión pública que ha venido creciendo fuertemente, pero hay que hacer más y tener cautela con los otros gastos.
Muchos planes de gobierno miran los recursos del BCR…
Es peligroso cuando algún político o un candidato que no conoce bien cuan sensibles son estos temas económicos se pone a opinar sobre qué recursos hay y dónde están. Todo se maneja dentro de un equilibrio muy fino en el BCR, que es lo que nos ha dado mucha confianza en el ámbito internacional y mucha admiración en el buen manejo macro fiscal. Eso requiere de cuidado y los recursos se deben entender cómo se define, cómo se utilizan, para qué son y no verlos como activos del Estado, sino como activos del país.
Hay que hacer distinciones y no caer en populismo en cuanto a ese tipo de equilibrios macroeconómicos.
Y muchos lo observan porque el BCR ha participado como garante en los programas de créditos como Reactiva Perú, por ejemplo…
Son medidas extraordinarias ante crisis extraordinarios, pero siempre hay que ser muy cautos, y si uno abusa de estas medidas puede generar desequilibrios como los que vimos en los 80 en el país con la hiperinflación, falta de credibilidad en el BCR y en el gobierno y que genera mucho abandono de los inversionistas, de los extranjeros, y del sector privado.