Recientemente la agencia Moody’s Investors Service revisó la calificación crediticia de los bonos soberanos del Perú bajándola de A3 a Baa1. En ese sentido, ¿qué se espera de las calificaciones de Fitch Rating y Standard and Poor’s (S&P)?.
El exministro de Economía, Alfredo Thorne, sostiene que cada calificadora tiene un modelo distinto, en donde Fitch y S&P le prestan más atención a la parte política que Moody’s. Por ello, estas calificadoras tienen una percepción de riesgo mayor respecto al Perú.
En ese sentido, exministro indicó que es muy probable que Fitch baje la calificación y S&P siga la misma senda.
Recuerda que Fitch quiso bajarle la calificación al Perú a inicios de año, pero pospuso su decisión luego de una reunión con el MEF. Sin embargo, la calificadora mantuvo su perspectiva negativa.
“Fitch es la más clara (en que rebaje la calificación de Perú), pues nos tiene en perspectiva negativa. (…) Es difícil que se sostenga una calificación en plena crisis política, (…) incluso nuestra ancla fiscal ya no existe, pues nuestro endeudamiento ya está en el rango alto de la categoría (ahora BBB+)”, señaló.
Por su parte, el economista Jorge Gonzales Izquierdo, señaló que dado que si las otras dos calificadoras no recalifican a la baja los bonos peruanos es posible que el impacto en la calificación de Moody’s tenga un menor impacto en nuestra economía.
“La única que nos ha bajado la calificación hasta ahora es Moody’s, falta ver lo que dice Fitch y Standard and Poor’s ,si estos nos mantienen el efecto se diluye. Por el contrario si nos rebajan, el efecto será más potente”, señaló.
¿Qué evalúa cada calificadora?
Según Thorne, Moody’s basa su calificación a ciclos o reformas de largo plazo, en donde las instituciones son relevantes en su análisis.
“Moody’s tiene mucho esta idea de que hay que mirar tendencias seculares. Para ellos la parte institucional es muy importante, y esta consiste en temas de gobernanza, en donde la cuestión fiscal complementa la parte institucional”, menciona.
Respecto a S&P este es un modelo más antiguo, los cuales evalúan el riesgo de default. Es decir, observan la capacidad de pago, específicamente si hay problemas en la balanza de capitales, y capacidad para resistir shocks externos.
En tanto, Fitch se orienta a un modelo parecido, al de Moody’s.
“Entonces para ellos los temas relacionados a la política juegan un rol importante, pues entienden que esto representa la voluntad de pago. Ellos tienen un modelo y la observan variable por variable”, afirmó.
Otros aspectos de las calificadoras
Según el exministro de Economía, Fitch como S&P tienen calificaciones separadas para la deuda interna y externa. Por ello, destacó la volatilidad cambiaria y el efecto colateral por el lado de las AFP´s, las cuales le daban estabilidad al precio de los bonos en soles.
“Eso es algo que está por revisarse también pues, con la volatilidad cambiaria, se debe evaluar la justificación de que la calificación de la deuda interna sea mejor que la de la deuda externa. (...) Hoy claramente el MEF no puede emitir deuda en soles. Ese mercado está prácticamente cerrado”, indicó.
Algunas consecuencias del downgrade
Gonzales Izquierdo comenta que, el primer impacto sería el aumento del costo de endeudarse en el extranjero; es decir, el país estaría expuesto a una mayor tasa para sus bonos.
Asimismo, el ingreso de capitales con fines de inversión financiera (de corto plazo) y real (referida a inversión directa extranjera) tenderían a disminuir.
“El ingreso de capitales real o aquella que se dirige a proyectos como los mineros, del sector retail, entre otros, disminuirían. Sin embargo, la inversión financiera sería más sensible”, indicó.
En suma, considera que los créditos a largo plazo se verían presionados a subir, siendo este el caso de los hipotecarios.
“El impacto sería más en los créditos hipotecarios, pues las vehiculares y consumo están influenciados más por la política del banco central”, señaló.