Durante su exposición en la Cumbre Minera, que se realiza en el marco de Perumin 36, la ministra del Ambiente, Albina Ruiz, advirtió de los riesgos para el Perú, en el mediano y largo plazo de no adaptarnos ahora a los efectos que tendrá el cambio climático.
La funcionaria reconoció que hoy los peruanos ya son afectados por el cambio climático, y de acuerdo con la evidencia científica, se prevé que los efectos de ese fenómeno mundial serán mas fuertes en las próximas décadas.
Se ha estimado, advirtió, que, de no enfrentar el cambio climático, le costaría al Perú una reducción en su Producto Bruto Interno (PBI) de entre el -11% y el -20% hasta el año 2050, debido a los costos que implicaría el tener que hacer frente a sus consecuencias para las personas y la economía.
Junto a ello, detalló la titular de Ambiente, se estima una pérdida de PBI por habitante del 9% al 2050, y de 22% al año 2100.
LEA TAMBIÉN: El cambio climático afecta al turismo y a la agricultura en el sur de Europa, según el BCE.
Por ejemplo, la pérdida del -11% del PBI debido al cambio climático equivaldría a la perdida de tres años del presupuesto en Educación, conforme a estadísticas del 2021 del Banco Mundial, puntualizó.
Eso demuestra, añadió, que se necesita tomar acciones urgentes para la implementación de medidas para hacer frente al cambio climático, pues sino, atender luego esta emergencia tendrá costo mayor.
Peligros
Para enfrentar esta situación, la ministra Ruiz refirió que su sector cuenta con un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, con información de escenarios de riesgo hasta 2050 dónde se identifica peligros asociados a esa anomalía global como movimientos en masa, retroceso glacial, sequias, inundaciones, exposición y vulnerabilidad (de poblaciones).
Indica que los mayores riesgos son para los sectores de la agricultura, salud, bosques, pesca y acuicultura, en regiones con mayor vulnerabilidad por el cambio climático.
Regiones en riesgo por deshielos
Explicó que se ha identificado que los mayores impactos que generaría el cambio climático se concentrarían en las regiones del centro y sur del país, como Cusco, Junín, Pasco, Arequipa, Huánuco y Apurímac donde la minería es motor de sus economías.
LEA TAMBIÉN: Sequía pone en riesgo más de la mitad de la superficie agrícola a cultivar.
Se observa -detalló- que hay un alto y muy alto nivel de riesgo -en esas regiones- ante el retroceso (deshielo) de los glaciares, que generaría desde reducción en la disponibilidad hídrica, hasta potenciar la ocurrencia de aludes y desbordes de lagunas.
Antecedente
Hoy ya gran parte de las regiones del sur son afectadas por una prolongada sequía (ocurrida desde el último trimestre del 2022) y que se podría agudizar en el próximo verano, a consecuencia del fenómeno de El Niño global.
El Cenepred ha estimado que, hasta final del próximo verano, se ha identificado un nivel muy alto de riesgo por sequías en 1.3 millones de hectáreas de superficie agrícola, es decir más de la mitad del área de siembra para la presente campaña agrícola 2023-2024 (que es en total de 2.2 millones de hectáreas).
Reducción de carbono en las emisiones
Como una medida a nivel empresarial para que el Perú pueda contribuir a enfrentar el cambio climático, la ministra del Ambiente mencionó el de la descarbonización, en referencia a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) en sus procesos productivos.
LEA TAMBIÉN: Un “guardián” con IA para luchar contra la deforestación en la Amazonía.
Explicó que, según estudios, es posible incorporar la descarbonización en la economía peruana, para lo cual sería necesario una inversión de US$93,000 millones, lo cual repercutiría en ganancias de aproximadamente US$140,000 millones.
Por lo pronto, refirió que ese proceso de cambio ya es una realidad, pues en sus políticas internas, diversas empresas de alcance internacional están solicitando ya la reducción de emisiones (de CO2) en sus operaciones.
En tal sentido, indicó que el reto es que las empresas peruanas transiten hacia modelos de negocios conforme a las exigencias internacionales bajo economías bajas en carbono.
Observó que en nuestro país, las actividades que más carbono producen son los cambios de usos de la tierra (para ampliar la frontera agrícola en zonas boscosas) y la silvicultura, y que en la práctica no son otra cosa que la deforestación.
