El boom de las cerezas chilenas podría replicarse en el Perú, como ocurrió con los arándanos, si se confirman las condiciones climáticas adecuadas para su cultivo y exportación oportuna. Ante los augurios prometedores, se están desarrollando iniciativas públicas y privadas de pruebas de este cultivo, reveló esta semana el viceministro de Políticas Agrarias, William Arteaga.
"La cereza puede convertirse en una fruta de crecimiento espectacular. Lo que están haciendo iniciativas, tanto públicas como privadas, es ver cuáles son las condiciones agroclimáticas ideales para su cultivo, y aprovechar el clima o el suelo como una ventaja comparativa", explicó.
Actualmente, el Estado está apoyando estas iniciativas mediante la asesoría de especialistas e investigadores de este tipo de cultivo, dijo Arteaga.
Al cierre del 2018, las cerezas fueron el segundo producto chileno más exportado, con envíos por US$ 1,080 millones. Chile es el principal proveedor de China e inicia su temporada al final del año. El reto para la exportación de cerezas peruanas será lograr que su cosecha salga antes que la del país vecino, y así aprovechar la ventana comercial disponible.
“No es producir, sino es producir la variedad, el color y la oportunidad que quiere el mercado internacional”, añadió el viceministro.
Al identificarse las condiciones adecuadas para este cultivo, señaló la autoridad, el Estado le brindaría a los productores el mismo apoyo que permitió el despegue de los arándanos.
“Si se dan las condiciones de calidad, de oportunidad y de mercado, la cereza puede ser un boom espectacular en los próximos años”, consideró Arteaga.