Después de seis años de permanecer paralizada, la tercera etapa del proyecto de irrigación Chavimochic, que retornó a manos del Estado tras darse por concluida su concesión a ex Odebrech y ex Graña y Montero vía laudo arbitral, tendría ya una propuesta del Gobierno para concluir sus obras.
La ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Nelly Paredes, a cuyo sector ha retornado el proyecto (al ser el concedente el Estado), indicó que el Midagri está proponiendo la contratación de gobierno a gobierno para que se pueda termina la construcción de la obra.
Cabe señalar que Chavimochic III, situado en La Libertad, tiene aún pendiente de concluir un 30% de obras para la parte del proyecto que comprende la presa Palo Redondo y obras conexas, con lo que se espera mejorar la eficiencia en la entrega del agua para la irrigación de los valles de Chao y Virú.
Opciones para continuar la obra
Hasta el último domingo, la titular del Midagri había indicado que barajaban tres opciones para concluir el proyecto: ejecutarlo como obra pública, entregarlo en asociación público-privada, o mediante la modalidad de gobierno a gobierno.
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Hoy jueves, la ministra Paredes indicó que se han inclinado por este último mecanismo, señalando que “estamos trabajando de manera paralela con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para hacer una propuesta de cuál sería la mejor forma de ejecutar el proyecto, y estamos considerando y proponiendo la contratación de gobierno a gobierno”.
También van a evaluar, detalló, el pedido del gobierno regional de La Libertad para que la operación del proyecto retorne a manos de esa autoridad subnacional. Indicó que va a conversar estas propuestas con la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Economía Alex Contreras, antes de tomar una decisión.
Asimismo, la ministra aseguró que esperan que el 23 de este mes ya esté consentido (quede en firme) el laudo arbitral por el cual se puso fin a la concesión a la firma concesionaria integrada por Novonor (ex Odebrecht) y Aenza (ex Graña y Montero).
Cronograma para avanzar el proyecto
De acuerdo al cronograma que están terminando de elaborar, una vez consentido el laudo, el Midagri estaría recibiendo la obra a través de su Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI), según la ministra.
No obstante, Paredes ya ha reconocido anteriormente que no será posible terminar la obra durante este gobierno de transición, aunque su expectativa era dejar sentada las bases (para su destrabe).
Carlos Pagador, nuevo gerente del Proyecto Especial Chavimochic, ha estimado que terminar el 30% faltante de la represa Palo Redondo demandaría US$200 millones, y que la obra podría estar terminada en un año y medio. Si su proceso de construcción se inicia en el 2024, estaría operativa el 2025.
Según Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), una vez resueltos los problemas legales para destrabar Chavimochic III (y concluidas las obras) vendría el periodo de subasta de las tierras.
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Para esa etapa, refirió que se necesita realizar una promoción de las inversiones a nivel local e internacional, y que una vez adquiridos los terrenos vendrán las etapas preoperativa y operativa. Con ello, se podría empezar a ver producción entre tres a cuatro años.
Movimiento económico que generaría Chavimochic
Un estudio de Phase Consultores, realizado para la Asociación de Desarrollo Agropecuario Sostenible -ADAS- que agrupa a 25 firmas agroexportadoras de La Libertad, estimó que Chavimochic III agregaría US$1,340 millones por año adicionales a la agroexportación peruana, cuyos envíos anuales bordean los US$10.000 milones.
Juan Carlos Odar, director gerente de Phase Consultores, indicó a Gestión que, además de las exportaciones adicionales previstas, sólo en la adquisición de fertilizantes, semillas, pesticidas y otros insumos directos y actividades de transporte que requieran las empresas que se asienten en Chavimochic, se podría generar un movimiento adicional de US$250 millones.
“Las actividades típicamente más beneficiadas por la mayor producción agrícola son fertilizantes, el comercio y los insumos de origen agrícola, como las semillas. Pero no son las únicas, pues también debe considerarse el transporte, los envases y los servicios asociados, entre otros”, aseveró.
Si se concreta el proyecto, según calcula el estudio, la expansión prevista en áreas de cultivo (145,000 hectáreas) en los valles Chao, Virú, Moche y Chicama (de los que sale el nombre Chavimochic), se podrían generar 196,000 nuevos puestos de trabajo, un 4% de la PEA ocupada en el sector agrícola.